El ático

EL PAÍS DE LOS ‘UNGIDOS’ parece ser este Panamá en que vivimos y en el que no se puede tener la esperanza de que los méritos personales y profesionales sean los motivos principales para elegir, darle, poner a un funcionario en un cargo. Y ese carácter de supuestamente ‘ungido’ o ‘ungida’ da al traste con la capacidad que pueda tener la persona, porque más que demostrar sus méritos, tendrá que demostrar que no se sentará cómodamente sobre su ‘buena estrella’ y hará el trabajo por el que se le paga con los dineros del Estado, no de su amigo o padrino... Lástima de país segundo más rico de la región, donde la educación y la salud andan por niveles aún muy bajos y donde se ve esa mala educación en lo que hace el ‘Primer Ciudadano de la Nación’ con las redes sociales y se tiene la certeza de que los poderes del Estado trabajan, más que ‘en armónica colaboración’, en ¡concubinato escandaloso!... Buena suerte a la nueva defensora del Pueblo...