• 21/09/2013 02:00

Martinelli y la inmunidad de familia

Es conocida la irresponsabilidad con la que el presidente Ricardo Martinelli trató el tema del Parlacen. Que utilizó los insultos y la v...

Es conocida la irresponsabilidad con la que el presidente Ricardo Martinelli trató el tema del Parlacen. Que utilizó los insultos y la violación a la legislación internacional, incluido el desconocimiento, y hasta la represión, en contra de los diputados centroamericanos.

El desenlace de la crisis tiene una mezcla de satisfacción al aprobarse una nueva Ley de ‘reintegro’; que se hizo justicia (obviamente en el prisma de los intereses mezquinos), aunque con el pesar de que la solución implicó el desconocimiento de lo actuado por la Corte Centroamericana de Justicia.

Panamá se mantiene (aunque hay que decir que nunca dejamos de asistir) en el organismo, gracias a la lucha, al sacrificio y perseverancia de los diputados del PRD y del PP, a la solidaridad regional, así como a la disposición de evitar que se impusiera el autoritarismo por encima de la democracia. Es el triunfo de la democracia y del convencimiento de que sí vale la pena apostar a la integración.

Para muchos panameños el interés del presidente panameño apunta hacia la inmunidad parlamentaria. Hay razones para ello, aunque llamamos la atención de que el parlamento no ha sido ni será lo que el mismo presidente Martinelli criticó como ‘cueva de ladrones’. Desde luego que hay hechos que delatan intereses escondidos. Por una parte la aprobación de la Ley 55, que modifica el Código Penal con privilegio procesal para quienes ostentan el cargo de ‘diputados’; así mismo la postulación de suplentes a diputados de los dos hijos del presidente supone la suerte de una inmunidad familiar; finalmente, la decisión del presidente de ir al parlamento con la visión de que el organismo es sinónimo de inmunidad.

Las respuestas del presidente en la entrevista que le hiciera Álvaro Alvarado son reveladoras. ‘¿Usted va ir al Parlacen?’, ‘Yo en lo personal (...) no tengo ningún interés de ir todos los meses. A mí ni me va ni me viene el Parlacen, no necesito ninguna inmunidad’, dice el presidente, ‘porque el que quiera algo conmigo que venga ahora o venga después’. De lo señalado se desprende que el interés exclusivo será el ‘juramentarse’, al hacerlo obtiene ‘inmunidad’.

El periodista le insiste, ‘¿Usted no va al Parlacen?’, ‘No tengo’, dice Martinelli, ‘ningún interés, primero que todo, Cambio Democrático va a ganar; segundo que todo, yo no he hecho nada y no me siento culpable de nada, salvo que me quieran acusar de violar a la madre Teresa de Calcuta o un invento raro de esos, cualquier cosas de esas raras me las pueden inventar, lo puede inventar todo el mundo’.

Al preguntársele si se mantenía en la tesis de que ‘el Parlacen es una cueva de ladrones’, respondió que no podía decir que ‘es una cueva de ladrones, porque yo no sé quiénes están ahora en el Parlacen. (...) Por mí pueden hacer lo que quieran con eso. Yo no tengo ningún interés de ir o no ir, me da lo mismo. Primero que todo, repito y reitero, no he hecho nada que amerite buscar una inmunidad’.

Sin entrar a la profundidad de las respuestas es clara la relación que le da al Parlamento Centroamericano con la inmunidad parlamentaria. Lo que desconoce el presidente es que no hay, en el parlamento, patrocinio a lo indebido. En todo caso sería en las corporaciones de la justicia nacional donde se levanten las corazas para no develar lo que ha ocurrido en estos cincos años de malversaciones.

DIPUTADO DEL PARLACEN.

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