• 27/12/2013 01:00

Genética, camarones y ecosistemas costeros

Los planes de conservación de los recursos biológicos en las zonas costeras necesitan el mantenimiento a largo plazo de las pesquerías. ...

Los planes de conservación de los recursos biológicos en las zonas costeras necesitan el mantenimiento a largo plazo de las pesquerías. De este modo, el desarrollo de estrategias de gestión para las especies con características y requerimientos biológicos diferentes es un reto primordial. Un caso relevante para Panamá lo constituye la pesca de camarones marinos (principalmente de las especies Litopenaeus stylirostris, L. occidentalis y L. vannameii), que, a pesar de estar regulada a través de dos vedas anuales, no es vista con esperanza por los pescadores, debido a la caída de las capturas y de los precios.

Parece existir una relación con el aumento del esfuerzo pesquero con consecuencias negativas en las capturas. Se discute que las vedas no son respetadas y no existen recursos para establecer controles adecuados. Es necesario replantear la política de ordenamiento pesquero del camarón, pues tendrá efectos sobre la gestión de los ecosistemas marinos costeros. En esta nota, nos enfocamos en explicar cómo y por qué el uso responsable de las recursos pesqueros de las zonas costeras debe considerar la estructura genética poblacional de las especies explotadas, usando como ejemplo a las especies de camarones marinos.

El patrón de distribución de la variación genética dentro y entre las poblaciones, es conocido como la estructura genética poblacional de una especie dada. Para evitar el agotamiento de los recursos genéticos, la gestión sostenible de los recursos debe fundamentarse en el conocimiento de esta estructura. La estructura genética poblacional permite definir grupos de poblaciones unidas por migración y luego, usando la información demográfica (por ejemplo, tamaño poblacional, proporción de edades y sexos, fecundidad, mortalidad, etc.) de las poblaciones estudiadas, se pueden lograr conclusiones sobre el estado de las poblaciones no estudiadas dentro de esos grupos.

Los estudios genéticos de las poblaciones en el contexto de la identificación de unidades biológicas para la gestión pesquera indican tres patrones básicos de estructura genética: poblaciones distintas; poblaciones con cambio continuo, y poblaciones no diferenciadas. Estos tres patrones pueden ser consecuencia de varios factores actuando de manera singular o a través de complejas interacciones, especialmente: 1) los procesos demográficos; 2) las características de los ciclos biológicos y la reproducción; 3) los procesos evolutivos (flujo de genes y selección natural); y 4) las condiciones ambientales. El tipo de estructura genética contribuye a determinar las unidades de gestión genéticamente sostenibles.

Al revisar la situación actual del conocimiento sobre la estructura genética de las poblaciones de camarones explotadas en el Pacífico Oriental Tropical, incluyendo a Panamá, es evidente que la información genética disponible es suficiente para proporcionar al menos información básica sobre la estructura genética y unidades genéticas para su uso biológicamente sostenible a escala regional. Sin embargo, las prácticas de gestión actual no consideran de un modo adecuado estos datos. Por otra parte, los datos genéticos son deficientes para determinar diferencias poblacionales y unidades genéticas de manejo a pequeñas escalas geográficas. Este es un problema grave, sobre todo teniendo en cuenta que las poblaciones locales explotadas en estuarios y manglares, están disminuyendo y algunas presentan problemas de reclutamiento; es decir, problemas con la sobrevivencia de los individuos (larvas o juveniles) que se incorporan a la población de adultos.

Otro aspecto importante a considerar, dentro de la gestión de las zonas costeras con base en el conocimiento de la estructura genética poblacional de los camarones, es que los programas de repoblación usando camarones cultivados respeten las características genéticas y de comportamiento de las poblaciones naturales. Con una aplicación estricta de los protocolos de manejo acuícola, los programas de repoblación pueden contribuir a la recuperación y mejoramiento de las poblaciones naturales de camarones en los estuarios y manglares.

Ignorar o desconocer la estructura genética de las poblaciones de camarones puede traer como consecuencia la pérdida de la diversidad genética, reducción de la productividad pesquera y daños ecológicos. El riesgo de tales pérdidas depende de la estructura en sí misma y del tamaño de las poblaciones. Es necesario prevenir el deterioro de las pesquerías y zonas costeras mediante el uso de la información genética disponible, la recopilación de nuevos datos para subsanar la falta de información, el desarrollo de sistemas de monitoreo de la biodiversidad (desde genes a ecosistemas) y la repoblación controlada. Como mensaje final, decir que la estructura genética de las poblaciones juega un papel importante en la definición de unidades de manejo y para la integración multidisciplinaria en el diseño de planes de manejo pesquero de las especies de camarones y la gestión de los ecosistemas marinos costeros.

DOCTOR EN BIOLOGÍA.

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