• 31/01/2014 01:00

Panamá volvió a la era del miasma

El ser humano tan poderoso, puede sucumbir ante una microscópica bacteria. Con la acumulación de basura y aguas servidas, pareciera que ...

El ser humano tan poderoso, puede sucumbir ante una microscópica bacteria. Con la acumulación de basura y aguas servidas, pareciera que en algunos lugares de la Ciudad de Panamá, hemos regresado a la Era del Miasma, que se dio en el siglo XVI, con la Peste Bubónica, transmitida por las ratas que vivían en la basura acumulada; la cual mató a 100 millones de personas en el mundo (1/5 parte de la población mundial), en toda Europa.

Luego en 1817, en el Londres sobrepoblado, por su auge industrial, gracias a que proveían carbón, algodón y luego el opio; los sumideros (pequeños canales abiertos, por donde corrían las aguas servidas por las calles), el excremento y orín, que vertían en vasijas, dentro de las casas y luego eran tiradas a la calle; así como la basura orgánica en descomposición; producían un hedor insoportable.

Esta época, en donde las civilizaciones todavía no habían entendido el peligro del mal manejo de la basura y las excretas; se conoce como la Era del Miasma y en la historia de Londres la época del ‘Gran Hedor’. Todos los ciudadanos, desde los elegantes comerciantes, hasta quienes vivían en condiciones paupérrimas, tenían que taparse las narices para caminar entre el excremento, la podredumbre de la basura y los sumideros.

Es entonces que aparece la siguiente gran peste del planeta y primera de siete pandemias (hasta 1991): el Cólera, proveniente de la India; que por deshidratación, diarreas y vómitos, asoló las poblaciones de todo el mundo. A inicios del siglo XIX cada 13 minutos moría alguien. En pocas semanas, acabó con un millón en Rusia; 19,000 personas en Paris; 150,000 mil en América y 600 personas en un kilómetro cuadrado de Londres.

El médico británico Dr. John Snow, descubrió que una fuente de agua estaba contaminada con excretas, la cerró y detuvo la propagación en un barrio donde se presentaron la mayoría de los casos. Se inició un proceso de saneamiento, con la intervención hasta de la Cámara de Senadores y todas las fuerzas vivas, para procesar la basura y construir miles de túneles como alcantarillados, que les permitió preservar la salud a millones de habitante, al desarrollar grandes ciudades.

En nuestro país, desespera ver la reiteración del tema de la basura y las aguas servidas en los noticieros; porque su temática denuncia, resulta inútil ante una situación que se hace inmanejable. Por un lado, veo camiones recogedores, con colores verdes y personal dedicado con energía positiva a trabajar, en lugares donde la recolección se da un par de veces a la semana, con eficacia. También, es justo reconocer el impacto que en alguna medida tienen las Brigadas de Aseo (‘Hormiguitas’), mujeres que con disposición, barren algunas calles, en alegre comadrería con sus compañeras, como quien limpia el zaguán de su casa. Sin embargo, las montañas de basura, hedor, las alimañas en los lugares donde vive gente hacinada, en lugares desprotegidos, carecen de un efectivo saneamiento ambiental.

Ante el MIASMA y las enfermedades, que viajarán con sus vectores a todas las áreas de esta ciudad, propongo: ACCIÓN, ACCIÓN Y MÁS ACCIÓN de todos en conjunto; con intenso trabajo en equipo, con el objetivo de ayudar a las autoridades, a partir de nuestra área de residencia. ¡Por la salud de todos! Menos criticar y más actuar.

He aquí mi propuesta contra el Miasma:

1.— Políticos, que buscan votos, demuestren su liderazgo, estrategia y entrega para resolver problemas reales; organizando brigadas. Menos eslogan y más ejemplo.

2.— Juntas comunales, grupos vecinales, en su PH, en su residencial, en su calle. Constituyan asociaciones de vecinos (pueden servir para otras reivindicaciones), haciendo causa común de cuidar su vida y la de sus familias.

3.— Empresas con envases desechables, hagan campañas reales y persuasivas, en sus empaques y puntos de ventas, así como sus comerciales: ‘Disfruta el sabor de Acme Cola, Acme Burguer o Pollo Acme; pero cuando termines ruégote que botes sobras y envases en lugar correcto, no en ríos ni calles, porfa’.

4.— Gremios, cámaras y asociaciones de empresarios, publicitarias, incluyendo inmobiliarias y constructoras; refuercen su responsabilidad social, realizando campañas de actitudes higiénicas, en medios masivos, apelando a la salud y a evitar la muerte, en vez de mensajes estéticos fútiles como: ‘Si la botas se nota’. Y por qué no, aportando una vez a la semana o al mes, sus camiones de carga, que inundan la ciudad con materiales, que a veces, aportan a crear basura.

5.— Que el MEDUCA asegure que, en todas las escuelas, se hable con energía de los peligros del MIASMA, ante el futuro saludable que queremos para niños/as, hombres y mujeres que no mueran por estupidez y deplorable higiene comunitaria y que el MINSALUD, la CSS, gestionen la donación de sus proveedores para campañas preventivas de salud y casos de emergencia sanitaria, como es la que vivimos.

PSICÓLOGO, DOCENTE Y ESCRITOR.

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