• 01/03/2014 01:00

Balance histórico

E scribo éstas líneas, para destacar una acción ciudadana poco común, verdaderamente digna de encomio gracias a nuestro personaje, que i...

E scribo éstas líneas, para destacar una acción ciudadana poco común, verdaderamente digna de encomio gracias a nuestro personaje, que investiremos con el nombre de ‘El señor desconocido’.

Los hechos ocurrieron, desde el momento en que el señor presidente Martinelli anuncia sus imponderables políticos, de construir la Ciudad Hospitalaria, el Mercado de Abastos y Cadena de Frío y los Talleres del Metro. 220 hectáreas fueron segregadas al Parque Camino de Cruces, en el sitio conocido como el ‘Campo de Antenas de Chivo Chivo’, área revertida. Al enterarse el ‘Señor desconocido’, exclamó: ‘Van a destruir el Camino de Cruces’.

En compañía del historiador, señor Geovanni Duarte y del explorador, Enrique García, ellos alertaron a las autoridades involucradas en la construcción de los imponderables.

El llamado de auxilio por cierto, era para ver si en el proceso de distribución de los proyectos dentro de los terrenos asignados, en el Campo de Antenas, antigua base de comunicaciones estratégicas del Comando Sur en Panamá, se tomaba en cuenta el eje del histórico empedrado, para los efectos de dejarle abierta una servidumbre de paso, para que no se perdiera la conectividad del camino, que se prolonga hasta la Venta de Cruces en Gamboa, donde aún perviven unas pocas ruinas de lo que fue un importante poblado colonial español.

Como los ‘segmentos perdidos del Camino de Cruces’, así fueron designados por el ‘Señor desconocido’, aquellos tramos del camino español que quedaron fuera de la protección de los Parques Nacionales, Soberanía y Camino de Cruces. Para Patrimonio Histórico, los segmentos perdidos del Camino de Cruces, eran totalmente desconocidos. Para el domino público, aún hay vestigios en el bosque contiguo al Museo Reina Torres de Araúz, en Llanos de Curundú, en el lote de la Nunciatura Apostólica, servidumbre de la Embajada de EU, frente a la vía principal de Clayton, detrás del antiguo hospital militar, hoy de la CSS, barriada Senderos del Camino de Cruces, calle Guanábana, Ciudad Hospitalaria.

En el episodio de conversaciones con los representantes del Gobierno Nacional, la desilusión no se hizo esperar. La CSS, no garantizaba el que pudiera salvar el tramo del Camino de Cruces, por encontrarse dentro del perímetro de construcción de la Ciudad Hospitalaria. La ANAM, dio por sentado, que no podía ir en contra de los proyectos, la ACP, igual tenor. Patrimonio Histórico, con hastío dijo que un ‘montón de piedras no significan nada para ellos’.

En síntesis, la indiferencia fue absoluta. La MCM Global, encargada de construir el Mercado de Abastos y cadena de frío, uno de sus altos directivos, con suma displicencia manifestó, que la compañía no vino a Panamá a cuidar piedras, sino a construir. El gobierno contrató a un arqueólogo, que dijo en su informe que aquí no hay nada. Sin embargo, y para alegría del ‘Señor desconocido’, la FCC, firma española, empeñada en la construcción de la Ciudad Hospitalaria y con alto sentido de responsabilidad empresarial, de inmediato, una vez enterados de la existencia del Camino de Cruces, tomaron las medidas de mitigación y salvamento del camino. Colocaron vallas plásticas anaranjadas, para alertar a los operadores de equipo pesado, letreros alusivos a la protección de la fauna silvestre, involucraron a su oficina de ambiente, para que dictara charlas informativas a todo el personal de campo.

Finalmente, contrataron los servicios de un arqueólogo, que certificó la existencia del Camino de Cruces, a través de hallazgos en la aparición del empedrado, que estaba oculto por el polvo de los siglos. Aunque parezca increíble de creer, también fueron encontrados bases de platos, vasijas, fragmentos de ladrillos, herraduras de mulas, cuellos de botellas, y hasta una llave con imágenes del santoral católico.

Con la construcción del Mercado de Abastos y Cadena de Frío, el equipo pesado, borró y para siempre de la historia nacional y universal, quinientos metros de eje y empedrado: una verdadera tragedia.

Por la causa y defensa del Camino de Cruces, los moradores de Clayton, en todo momento enarbolaron la lucha en defensa de la Ley 21 que crea la Ciudad Jardín y, con voz firme, están solidarizados por la conservación del entorno natural y los vestigios históricos, y culturales que denotan nuestra identidad nacional.

Como excelente reseña que complementa este artículo, me permito indicar que busquen en Internet ‘El Camino de Cruces, Primera Ruta Multimodal de las Américas’, elaborado por el profesor Azael Barrera. Saludos.

EXPLORADOR Y CONSERVACIONISTA.

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