Reformas al sistema educativo, la ruta a seguir

Actualizado
  • 05/12/2019 10:09
Creado
  • 05/12/2019 10:09
La ministra de Educación, Maruja Gorday, considera necesario replantear el programa educativo

Los resultados obtenidos por los estudiantes panameños en el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), que evalúa las competencias en lectura, ciencias y matemáticas, son “alarmantes”, reconoce Maruja Gorday, ministra de Educación. Ponen en evidencia la necesidad de un replanteamiento en la propuesta educativa.

“Los países del bloque asiático, que obtuvieron los mejores puntajes, realizaron reformas educativas, innovaciones en tecnología y descentralizaron su sistema”, explicó la regente del sistema educativo panameño.

Aunque el tema de las reformas es controvertido, es innegable la necesidad de replantear el programa educativo para adaptarlo a los tiempos modernos. No se puede seguir preparando a estudiantes con un programa del siglo pasado en una época tecnológica, digital, robótica, advirtió la ministra.

Otro tópico al que se debe prestar especial atención es la pobreza y la desigualdad. Existe una brecha enorme que produce resultados negativos en educación.

En las comarcas indígenas, en donde la pobreza y la desigualdad es más marcada que en el resto del país, los estudiantes siguen saliendo por debajo de los niveles mínimos en las pruebas educativas. Allí, la situación es “crítica y seria”, alertó la ministra.

En las zonas indígenas, los desafíos son más complejos. Además de la desigualdad, la cultura de los pueblos originarios (donde muchas veces los padres retiran a los adolescentes del sistema para ponerlos a trabajar, donde las adolescentes tienen una alta prevalencia en embarazos) la falta de infraestructuras, son barreras que ponen en riesgo la permanencia de los estudiantes dentro del sistema .

Un espejo de lo que ocurre en las comarcas puede observarse en la Ngäbe-Buglé, donde más del 80% de los niños que cursan el tercer grado no comprenden lo que están leyendo. “En ellos, el nivel de comprensión de lectura es como si nunca hubieran alcanzado a llegar a tercer grado”, señaló la ministra.

La última evaluación (Crecer) determinó que 9 de cada 10 niños de las comarcas no alcanzan el nivel básico de lectura. Uno de los desafíos de los menores indígenas para aprender a leer es el uso del castellano. Es un tema que se debe resolver para establecer un modelo pedagógico de enseñanza de los niños. “Muchos aprenden español después de tercer grado, pero no son la mayoría, y siempre se van con ese desfase”, continuó Gorday.

En las zonas indígenas existe también repetición de grados, una condición que puede conllevar a la deserción o exclusión del sistema educativo.

Catalina Covacevich, analista de política en el Directorio de Educación y Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), explicó ayer a La Estrella de Panamá, que el país tiene importantes desafíos, entre ellos, eliminar o reducir la inequidad y mejorar el promedio de sus estudiantes para que alcancen un nivel de desempeño que les permita ser competitivo en un contexto internacional. “Hay poca calidad de la enseñanza, en general”, dijo la experta.

Covacevich explicó que existen países que han logrado mejorar su educación con medidas drásticas, con grandes reformas educativas, aunque los resultados no sean inmediatos. Según la especialista, es muy difícil que una reforma tenga efectos en tres años, porque las políticas comienzan a implementarse en primer grado y el programa evalúa a los estudiantes de 15 años. Así que habría que esperar hasta que los niños de primer grado cumplan 15 años de edad para que se les aplique la prueba PISA y se determine si hubo avances o no. “Pero, si se hace una reforma a la educación media quizás los resultados pueden verse más rápido”, concluyó Covacevich .

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