Más de 5.000 personas, según la policía, y alrededor de 10.000, según los sindicatos, se manifestaron este lunes en Bruselas para pedir a las autoridades...
Ministra de Educación admite fallas en el sector
- 01/05/2017 15:25
- 01/05/2017 15:25
La ministra de Educación, Marcela Paredes de Vásquez, admitió que en el sector educativo existen muchos problemas y que en cierta medida los gremios docentes tienen razón en manifestar sus preocupaciones, a través de marchas y protestas.
En declaraciones a medios televisivos, la titular de Educación dijo que los docentes luchan por mejorar las condiciones de sus planteles, un problema que afecta a muchas escuelas del país, pero estimó que así como exigen calidad educativa, igual deben comprender que se afecta el progreso de los estudiantes con la pérdida de clases.
Marcha vs pérdida de clases
Frente a la anunciada marcha docente del 19 de mayo, Paredes aclaró que su despacho siempre ha atendido a los gremios, y citó como muestra las conversaciones que mantienen, a través de una mesa bilateral, en la que actúa como mediadora la Defensoría del Pueblo. Así mismo, se mantiene otra mesa de diálogo con los educadores llamada "Compromiso por la Educación", en la que actúa como facilitador el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Dos factores de protesta
No obstante, ante los temas puntuales que generan protesta, como son la actual condición de las escuelas y el pago de salarios atrasados derivados de acuerdos de huelga, dejó claro que la burocracia afecta el deseo de su despacho de cumplir con todos los compromisos.
Detalló que para este año el Meduca adeuda $3 millones a los docentes, pago que prometió se va a cumplir. Prueba de su buena fe es que ya se han cancelado $12 millones a 9 mil educadores, correspondientes a 2016, lo cual se debía en calidad de vigencias expiradas (10 años de mora). Sin embargo, confesó que nuevamente se está acumulando una nueva deuda, de los docentes cuyos pagos están atrasados.
Justicia a mal pagados
La regente de la eduación nacional detalló que fuera de los compromisos salariales con los docentes, el Meduca también requiere hacer justicia a otros trabajadores cuyo sacrificio es vital para el proceso educativo. Un primer caso es el del Programa Madres Promotoras.
Estas son mil 100 mujeres que en las comunidades más alejadas recibían un bono de subsistencia, de $5'0 mensuales, por atender de 9 hasta 20 niños que requieren cuidado, porque sus padres deben laborar. Ahora, se les mejoró el salario y gana $200 mensuales y con derecho a seguridad social.
Otros a los que se les hizo justicia salarial fue a los instructores vocacionales de Telebásica. Estos no son docentes, ni concursan para una plaza educativa, explicó, por lo que solo ganaban $700 mensuales. Ahora, se les mejoró el salario en un rango entre $900 y $1,000. Estos funcionarios brindan clases gracias a módulos televisados, lo que facilita la enseñanza a niños de educación multigrado, en lugares sin planteles regulares y de difícil acceso.
A su vez, precisó que el Meduca mantiene en sus planillas a 9 mil trabajadores manuales que ganaban $400 al mes, un sueldo por debajo del salario mínimo. A ellos se les mejoró a $600 mensuales, en el ejercicio de una justicia salarial merecida.
Estas situaciones ocurren, dijo, porque en el Estado panameño el Meduca es el sector con mayor volumen de trabajadores, 65 mil.
Con escuela y sin escuela
Frente a las críticas de colegios con infraestructura deficitaria, falta de servicio eléctrico y otras deficiencias, señaló que en el caso de la Escuela El Japón, de La Locería, ya se ordenó derribar el muro que amenazaba con caer, pero las reparaciones están en licitación.
Paredes explicó que muchos de los problemas que reflejan los planteles pueden resolverse utilizando los recursos del Fondo de Equidad para Calidad en la Educación (Fece), pero el obstáculo radica en que los directores de colegios no lo saben manejar. Por ello, se acaba de capacitar a 480 directores de escuela, aunque admitió que aún faltan muchos por adiestrar.
Lamentó que se den casos más graves como el de la Escuela Miguel Alba, de Soná, Veraguas, la cual tiene ya dos años de haberse licitado y no ha logrado despegar, por la quiebra en que cayó la empresa que ejecutaba el proyecto.
Añadió que se trató de resolver el tema con apoyo de la Contraloría General, pero fue en vano, y ahora será la aseguradora la que deberá asumir las obras con la fianza de ley. Este mismo caso se está dando en el distrito de Los Pozos, Herrera.
En el caso de una escuela de la comarca Ngäbe Buglé que ya tiene meses de haberse construido y no se puede ocupar, la ministra aseguró que el Meduca no puede correrse riesgos, y mientras los inspectores no den el permiso de ocupación no se utilizará. La medida se toma para evitar riesgos y evitar que se repita lo de la Escuela El Japón.