En Cúcuta, principal paso fronterizo entre Colombia y Venezuela, la tensión por el despliegue militar de Estados Unidos en aguas del mar Caribe parece...
- 14/09/2011 02:00
Todavía quedan panameñistas que, protegiendo a Arnulfo Arias, guardan el secreto de su apoyo a las guerrillas. Cuando se les pregunta si tal apoyo se dio, responden: ‘Oficialmente no, extraoficialmente sí’. Otros, como Tony Domínguez, es más directo, al menos reconociendo su participación: ‘El único frente que supuestamente se hizo, fue la guerrilla en Penonomé y en Chiriquí. Yo mandaba armas, dinero y medicinas a través de unos correos que salían de la Iglesia de Santa Ana pero parte de lo que enviábamos, se lo robaban los mismos arnulfistas que recibían las cosas allá; a la guerrilla también mandé dos ametralladoras que había comprado.’
Los alzados panameñistas, hundidos en la clandestinidad, enfrentaron una lucha desigual. Una Guardia entrenada, armada y ayudada por los EU, rebasaba su capacidad de lucha. Alvin Weeden recuerda que ‘quince días después del golpe’ intentaron buscar armas y lograron juntarlas. Pero cuando se iban a entregar, bajo el Puente de las Américas, los conspiradores fueron sorprendidos por los norteamericanos junto con la Guardia Nacional. Fueron detenidos y se cautelaron todas las armas. Para Weeden ‘era muy difícil la lucha porque tenías tanto a la inteligencia americana, como al Ejército americano, y a la policía del Canal trabajando en colaboración’.
Es importante saber que una de las tempranas medidas adoptadas por los golpistas del 11 de octubre de 1968, fue la de arrestar y perseguir. Tales fueron los casos de la provincia de Chiriquí (donde una presencia de respaldo a Arnulfo Arias era sustancial) y el caso de las personas que se venían agitando en grupos de izquierda. La represión provocó distintas reacciones de huída y resistencia armada. Por ejemplo, en la provincia de Chiriquí, se desbordó una persecución inmediata contra los allegados al presidente derrocado, Arnulfo Arias. Esto queda muy claro cuando se examina la narración del hecho ligado a la primera víctima del golpe, que se registra: Lindberg Augusto Gante. Su hermana contó que, tras el golpe y en la madrugada, llamaron a la puerta violentamente. Era Enrique ‘Quique’ Moreno, para informar a Lindberg que habían tumbado al doctor Arias, y que ‘la policía estaba persiguiendo a todos los del partido.’ Por ello, urgía encaminarse a la montaña, para buscar formas de defensa. Otros, como Onofre Quintero, decidieron actuar enseguida contra unos policías; el escenario fue Volcán, donde aconteció una escaramuza armada, que dejó un guardia herido. Como era de esperarse, enseguida la represión obligó a quienes resistían, a irse en retirada; fue así que un grupo de panameñistas se vio impelido a emprender sus pasos hacia las montañas, debido a la persecución montada por la Guardia Nacional. El 12 de octubre Lindberg fue reducido a tiros en las proximidades del Cuartel de Piedra Candela, convirtiéndose en la primera víctima de la dictadura.
Coclé también fue escenario de la resistencia armada panameñista. Cinco jóvenes, entre ellos, la militante del Partido Panameñista, Dora Moreno, se aventuraron a viajar a áreas rurales de Coclé, más específicamente hacia Huacas del Quije. Pero no volvieron más. Fallecieron en condiciones aún no aclaradas.
En una entrevista periodística, la madre de Dora dejó saber que su hija se inscribió en el Partido Panameñista, aún contra la voluntad de sus progenitores. Ella dijo haberle aconsejado que guardara prudente distancia de la política partidista, porque ella era una persona bondadosa, sincera y sencilla, mientras que para militar en la política se requiere navegar en las aguas de la hipocresía y sinverguenzura. Pero Dora le repuso: ‘Mamá, yo quiero un Panamá mejor y el único hombre que lo puede hacer es el doctor Arnulfo Arias’. Se impuso entonces el criterio de la joven Dora, y sin más preámbulos, ingresó a las filas del panameñismo.
Lo que ocurrió antes de su asesinato quedó registrado en su diario del que extraemos breves reflexiones de la mártir. Textualmente Dorita escribió: Resumen del día 24.1.69. Nos hemos levantado con el fin de volver al régimen constitucional y por la restauración total de nuestro querido Panamá; no permitiremos ni a los militares ni a los aprovechadores de ocasión. Nuestro grupo está compuesto por 11 jóvenes de 19 a 26 años, a lo sumo. Nuestro jefe está bien entrenado en armas, y a pesar del primer fracaso en el primer día de guerrilla, supo calmarnos y conseguir que no se dispersara el grupo. Un señor de más de 35 años, que había venido a unírsenos, se regresó a la ciudad. Nuestro grupo cuenta con un equipo casi completo (víveres, armas y ropa), y son muchachos que van a vencer o morir. Todos hemos dejado a hijos, padres esposos, novios etc. Pero ninguno se ha puesto sentimental. Nos une un ideal, una causa justa para todo nuestro pueblo, ‘Por un Panamá Mejor para todos los panameños’. Esperamos triunfar y esperamos al líder panameño Dr. Arnulfo Arias, para que dirija nuestro país, que está hundido en el fango y nos está ahogando’.