Polémica en Arraiján por “discriminación” de Aseo Capital

Una calcomanía dirá a qué residencias en el distrito de Arraiján se le debe o no recoger la basura. Esa es la medida que ha decidido implementar esta semana la concesionaria del servicio, Aseo Capital, para intentar recuperar una morosidad que al cierre del año pasado sumaba $16 millones.

La entrega de la pegatina ha desbordado las oficinas de cobro. Según la compañía, se han entregado 400 por día, tras la firma de acuerdos de pago. Todavía este sábado, cientos de personas hacían colas para pagar su deuda y conseguir su paz y salvo físico. Quien no lo tenga, tendrá que disponer por sí mismo de sus desechos.

En medio de la polémica que ha generado la maniobra comercial, Aseo Capital asegura que se acoge a su derecho. El acuerdo municipal 63 de 2008, que establece la concesión de la recolección de la basura, le da la potestad a la empresa de no prestar servicio a quien sume 90 días o más de morosidad.

‘Es un abuso', reclamó un usuario en las redes sociales. Otro se ofreció a título gratuito a demandar a la compañía por ‘incumplimiento de contrato'.

La medida, que afecta a casi un cuarto de la población metropolitana, es entendida en Arraiján como una respuesta política a la decisión del Consejo municipal de prohibirle el incremento de la tasa de cobro (el distrito tiene cinco tarifas residenciales, entre los $4 y los $11.50). ‘Las calles están llenas de basura y el alza no se justifica', insiste el alcalde Pedro Sánchez Moró.

La pugna se enconó a finales de febrero, cuando la compañía denunció a la Tesorería Municipal de Arraiján, por supuestamente generarle impagos en concepto del impuesto de 2% sobre sus ingresos.

La Dirección de Gestión Ambiental del distrito aseguraba el año pasado que Aseo Capital no había hecho público sus balances financieros, no había hecho mayores inversiones en su flota de camiones recolectores.

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DEUDA Y POBLACIÓN

Aseo Capital recoge los desechos en Arraiján desde 2008