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Fideicomiso para operar Barro Blanco
Actualizado
- 07/08/2016 02:00
Creado
- 07/08/2016 02:00
El Gobierno propuso que el Banco Nacional sería nombrado como fiduciario. Los indígenas sostendrán una reunión hoy para analizar el documento
El Gobierno propuso establecer la figura de un fideicomiso para el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco.
La propuesta contempla que el Banco Nacional de Panamá será nombrado como fiduciario de este fideicomiso y será el custodio de todos los activos del proyecto, señala el documento consultado por La Estrella de Panamá.
La información también fue confirmada por la ministra de Ambiente, Mirei Endara, quien dijo que los bancos que financian la obra formarán parte del fideicomiso, sin embargo, dijo desconocer los detalles de la propuesta porque, según ella, no estuvo presente en la mesa de negociación cuando se presentó.
La obra es financiada por los bancos DEG (Alemania), FMO (Holanda) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Las acciones de la empresa Generadora del Istmo S.A (Genisa), que construyó la obra, pasarán al fideicomiso, señala el documento.
La propuesta contempla que transcurrido 25 años de la operación de la hidroeléctrica y cancelada la deuda, el gobierno y los indígenas evaluarán la conveniencia de un rescate administrativo.
Esteban Binn, uno de los asesores de la comisión indígena, informó que hoy domingo sostendrán una reunión para analizar esa propuesta. Los indígenas buscan que la empresa Genisa salga del proyecto y no esperar más tiempo.
Las autoridades gubernamentales han reconocido que los indígenas no desean que Genisa continúa operando el proyecto y que así se lo han hecho saber a la empresa.
La ministra Endara habló de la necesidad de buscar mecanismo de que el proyecto beneficie la comarca Ngäbe Buglé.
La empresa prefiere no emitir ninguna opinión por el momento al alegar que no han recibido oficialmente la propuesta.
La propuesta también contempla que el Gobierno cumplirá con los acuerdos pactados en la mesa de negociación para resolver las incompatibilidades ambientales, sociales, culturales y económicas.
Los indígenas y el Gobierno iniciaron en febrero de 2015 las negociaciones sobre el futuro del proyecto, que para ese entonces solo faltaba un 5% para culminar su construcción. A pesar que los indígenas exigían cancelar el proyecto, se terminó de construir y en medio de las negociaciones la Autoridad de los Servicios Públicos ordenó el llenado de la presa, el pasado 24 de mayo.
A finales del mes de junio, el Gobierno ordenó suspender el llenado de la presa para evitar posibles afectaciones a la comarca Ngäbe Buglé.
La empresa Genisa ha pedido al Gobierno que continúe con el llenado y alega posible daños a la obra de no continuar este proceso.
La Cámara de Comercio e Industria de Panamá se sumó, esta semana, al reclamo de la empresa.
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PROTESTA Y NEGOCIACIÓN
El proyecto afecta 6.7 hectáreas de la comarca Ngäbe Buglé
Los indígenas realizaron protestas en el 2012 en contra de la obra.
Los ngäbes iniciaron negociación con el gobierno pasado, pero no hubo acuerdo. Las conversaciones se retomaron con el actual.
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