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- 30/10/2021 00:00
- 30/10/2021 00:00
La pandemia aceleró la adopción de nuevas tecnologías en ciudades para convertirlas en smart cities. De la misma manera que los negocios se han tenido que reinventar y ser resilientes, ha ocurrido con las ciudades.
¿Cómo va a seguir generando impuestos una ciudad para poder cubrir los presupuestos y proyectos que se tenían planificados? Pues reinventándose, creando nuevas ideas, conceptos y planes a través de la tecnología que se implementa en una smart city. Pero primero hay que entender el concepto de ciudad inteligente.
Es una ciudad con áreas urbanas que utilizan diferentes tipos de sensores electrónicos, dispositivos del internet de las cosas o (IoT) para recopilar datos y luego retroalimentarse para administrar activos, recursos y servicios de manera eficiente.
Esto incluye datos recopilados de ciudadanos, dispositivos activos que se procesan y analizan para monitorear y administrar sistemas de tráfico, transporte, energía, servicios públicos, suministro de agua, recolección de basura e iluminación.
Es una ciudad que se reinventa y se hace más fuerte (resiliente). Es tomar los recursos con los que cuenta una ciudad, reutilizarlos de una manera mas eficiente y óptima para el beneficio de los ciudadanos. También es una ciudad con cultura y humor, hay que darle vida a la misma. Implica la transformación de espacios públicos para esparcimiento de los ciudadanos y evitar depresiones, rescatar lo humano. Tiene que ver con la innovación; se trata de una ciudad creativa que se reinventa, promoviendo la innovación para beneficiar a los ciudadanos.
La clave de una smart city no es solamente su tecnología; es el ciudadano, quien debe involucrarse con la ciudad, cuidarla, sentirla como suya, como una comunidad.
A continuación algunos aspectos relevantes:
El internet de las cosas (IoT) nos brinda la conexión a internet de dispositivos que no estaban conectados, y al tenerlos conectados podemos recibir información y retroalimentación de ellos, con la intención de manipular esa información de manera que podamos mejorar los procesos y ser óptimos en el día a día.
Cada vez que haya mayor información, también hay que saber cómo almacenarla y manejarla, cómo seccionarla, procesarla y distribuirla para sacarle provecho al máximo.
Básicamente es tener un sistema inteligente que analice, controle o administre una tarea sin necesidad de ser supervisado por un ser humando, y la misma sea efectiva. En otras palabras, es la capacidad que tiene una máquina de pensar y razonar por su cuenta para realizar una tarea.
Actualmente hay autos autónomos, robots que preparan y sirven el café, y seguimos avanzando.
Bill Gates, Elon Musk y el añorado Stephen Hawking nos han hablado mucho sobre si es necesario continuar o no, avanzando con la inteligencia artificial.
Se basa en tener un sistema eléctrico inteligente que permita seccionar, desconectar y conectar el flujo eléctrico por partes para dar mantenimientos o si hay algún daño poder suplir desde otro punto de la red.
La generación distribuida brinda flexibilidad teniendo una producción eléctrica en minifuentes de poder posicionadas por toda la ciudad.
En este contexto, el consumidor se puede volver también productor y generar electricidad e introducirla a la red. El sistema smart grid debe ir acompañado de medidores inteligentes que permitan recaudar información del consumo eléctrico del usuario.
En las ciudades con gran movimiento de personas se tiene que contar con un sistema múltiple de transporte, tanto público como privado para movilizar a los ciudadanos.
Un sistema de metro con líneas que conecten los puntos donde hay mayor concentración de personas hasta la ciudad es un buen inicio.
Autos inteligentes que se manejen solos, bicicletas eléctricas, scooter eléctricos, drones para transportar a personas. Por ejemplo, Hyperloop es una compañía de Elon Musk donde utilizan cápsulas de vibranium para transporte masivo.
La iluminación conectada tiene beneficios para la ciudad y el ciudadano.
Al conectar a internet una luminaria es posible controlarla para encenderla, apagarla, dimerizarla o regular su atenuación para mayor ahorro energético, ya que no necesitas tenerla encendida al máximo toda la noche, incluso es posible bajar un 30% de su intensidad, lo que se convierte en ahorro energético.
Por otro lado, se puede tener un mejor control de mantenimiento ya que conectadas a internet te pueden enviar una alerta para notificarte un mal funcionamiento de forma remota. Tener un software de administración de las luminarias es una ventaja porque esto hace posible observar y manipular cientos de luminarias a la vez, colocarles horarios programados de encendido, apagado y dimerizado, dando como resultado un manejo óptimo de ese recurso de la ciudad, que es la iluminación.
Es un hecho que el cambio climático está presente; una ciudad debe estar preparada para que los ciudadanos puedan enfrentarlo y rápido por las repercusiones. Una ciudad inteligente debe ser resiliente y sus ciudadanos también.
La agenda global de sostenibilidad ambiental y cambio climático cita las siguientes prácticas como alternativas:
• Economía circular: (Producir, consumir, reusar/reciclar).
Economía lineal: (Producir, consumir y tirar).
• Programa país carbono neutralidad categoría cantonal: monitorización de calidad de aire y agua para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de energía.
• Ordenamiento territorial y capacidad de gestión: no hacer un edificio en un área donde se va a inundar.
• Planes de transformación urbana: desarrollo orientado al transporte para bajar la contaminación.
Las tecnologías de la información y comunicación (TIC), incluidas las tecnologías móviles de IoT o la big data, tienen el potencial de contribuir al desarrollo de servicios para apoyar a las ciudades en su camino de convertirse en ciudades inteligentes.
• Plataformas de gestión de información de calidad del aire.
• Redes de sensores y tuberías para el control del abastecimiento de agua y saneamiento.
• Aplicaciones ciudadanas para obtener información sobre la calidad urbana.
• Reciclaje smart .
• Eficiencia energética con edificios y viviendas inteligentes.
• Gestión de desastres: (sistemas de información geográfica SIG, drones, aplicaciones móviles de comunicación).
• Agricultura inteligente para mejorar el control de los cultivos y la gestión de la producción agrícola.
Lo primordial es que exista un interés en renovar la ciudad y la educación.
Se debe formar al ciudadano sobre la tecnología que se va a implementar, explicar los beneficios de la misma y los cambios por los cuales la ciudad va a pasar. De esta forma tendremos una mejor implementación y a la vez el ciudadano se verá comprometido en cuidar y proteger su smart city.
El gobierno debe tomar la iniciativa de implementar ideas y procesos inteligentes para desarrollar nuevas tendencias en el día a día y experiencias mas flexibles para el ciudadano, al momento de conectarse con la smart city.
La innovación es clave para el cambio hacia una ciudad inteligente, es el aporte más grande que pueden dar los empresarios y mentes brillantes que tenemos en el istmo.