Coclé en estado de embriaguez

COCLÉ. El alto consumo de bebidas alcohólicas se ha apoderado de la provincia de Coclé.

En esta región del país existen puntos donde se da una mayor incidencia de venta legales y clandestinas de licor.

En sectores como Pajonal y Chiguirí Arriba en el distrito de Penonomé, y San Juan de Dios en Antón, la situación es crítica debido a que se vende licor sin contemplación.

Pero la situación no se queda ahí. En el distrito de Antón, en zonas como Antón Cabecera, Río Hato, Cabuya y El Valle, el expendio de bebidas alcohólicas acaparan puntos importantes para los negociantes, quienes sin escrúpulos se han excedido en la cantidad permitida para la venta.

Situación similar se vive por las bebidas fermentadas que compiten con los establecimientos comerciales de alimentos, que también se dedican a esta actividad, generando las denuncias de los habitantes de corregimientos como El Chirú, Santa Rita, donde muchos estudiantes se enfrentan con personas ebrias que pronuncian improperios, lo que ha causado molestias entre la comunidad.

La representante de Río Hato, Alda Tirones de Fernández, indicó que Antón es un distrito turístico, por lo que se hace necesario actuar de manera enérgica para hacer frente a este problema, y en el caso de Río Hato, este parece “tierra de nadie”, donde la venta clandestina no tiene freno.

También hay un lugar donde mujeres realizan actividades que deberían ser inspeccionadas por el Ministerio de Salud, señaló.

Dijo que existen sectores donde en reiteradas ocasiones han tenido diferentes tipos de problemas, entre ellos menciona el caso de una cantina en El Bijagual, donde son constantes las riñas.

Reciente una sargento de la Policía recibió un botellazo, cuando llegaron al sitio a prestar apoyo para imponer el orden, pero lo que recibieron fue agresiones de los presentes.

Al mismo tiempo señaló que en Cabuya de Antón el consumo de bebidas alcohólicas es muy alto, y es el corregimiento con más viviendas dedicadas a la venta clandestina, por lo que se comenzará a abrir expedientes de estos lugares, y en la medida que generen problemas los cerrará, aplicando el artículo 42 de la Ley 55 de 1973 modificada el 11 de enero de 2007 que regula esta situación y señala que puede ser cerrado un local de expendio de bebidas, por riñas, mora de tres meses y vender licor a menores.

Las autoridades son conscientes que los permisos de venta de licor no tienen control, porque ya no se requiere de un visto bueno del alcalde para abrir una cantina o parrillada, porque se realiza directamente con el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) a través de Panamá Emprende. Lo que sí saben es que la ley establece que se puede abrir una cantina por cada mil personas, pero en la práctica no se cumple.

El gobernador de Coclé, Julio Pinzón, manifestó que este tema es analizado por autoridades de Comercio y que como primera autoridad montarán operativos en coordinación con los alcaldes, porque en otros distritos como Panamá es prohibido libar en vía pública, y esto se regula mediante decreto alcaldicio.

El alcoholismo genera otros problemas sociales como la desintegración familiar, la deserción escolar, el abuso infantil y la inseguridad en las calles.

Pinzón dijo que el problema de inseguridad en las calles no es tener más policías, sino mejores padres y mejores familias “que es en lo que se debe concienciar”.

Los encargados del programa Panamá Emprende son los designados para otorgar los permisos, pero como autoridades en la provincia, pueden por conducto del MICI, ordenar la clausura de la respectiva patente, y no sólo multar sino ordenar el cierre por razones de orden público.

Agregó que se harán las respectivas resoluciones en su momento y no les temblará la mano para cerrar cantinas, y aquel que no quiera o incumpla con las especificaciones deberá atenerse a las consecuencias. Mientras eso se dé ellos actuarán de manera rápida porque las instrucciones del presidente Ricardo Martinelli es actuar y dar soluciones inmediatas a cada uno de los problemas que afectan a la comunidad.

En los campos se vende chirrisco, chicha fuerte y otros tipos de bebidas fermentadas donde utilizan cualquier tipo de frutas como si fueran químicos, por lo que solicitarán el apoyo al Ministerio de Salud para que haga los respectivas operativos y multe de manera ejemplar a quien incurra en estos casos.

En los principales centros hospitalarios y en los cuartos de urgencias se encuentran personas que han sido víctimas de estas bebidas fermentadas.