Contaminación por flujo migratorio, un riesgo para Guna Yala

El Parque Nacional Darién, por ser una de las rutas migratorias en Centroamérica, está sufriendo un gran impacto en la biodiversidad, incluyendo la generación y la disposición de desechos orgánicos e inorgánicos que, incluso, están siendo arrastrados hasta la comarca Guna Yala, y sin una regulación apropiada resulta en contaminación terrestre y fluvial, advierten las autoridades del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente).

El director nacional de Forestal de MiAmbiente, Víctor Francisco Cadavid, explicó que lo que está ocurriendo en Darién con la ola migratoria es bueno analizarlo desde varios ángulos y, más allá de la parte humanitaria, considerar que lo que están dejando a su paso es “contaminación por desechos”.

“Lo que está ocurriendo ahí, más que todo es un impacto por el tema de la contaminación que puede haber por los productos que dejan o tiran, como los plásticos; más que identificarlo como una tala o una deforestación”, aseveró Cadavid.

En el tema de deforestación, Cadavid aseguró que si se observa desde una imagen satelital, “no” se va a ver deforestación porque los migrantes lo que están cortando es parte del sotobosque, la parte herbácea o vegetal menor a cinco metros, para “ampliar” un poco la trocha.

La huella ecológica en Guna Yala, antes conocido como el archipiélago de San Blas o archipiélago de las Mulatas, es un conjunto de 365 pequeñas islas e islotes pertenecientes a Panamá, situadas frente a la costa norte del istmo, al este del Canal de Panamá, de las que solamente unas 80 están habitadas, pero en su conjunto son de gran atractivo turístico.

El conjunto de islas es el hogar de los indígenas guna que forman parte de la comarca Guna Yala a lo largo de la costa caribeña oriental de Panamá, pero desde hace unos meses el aumento de basura en trochas, ríos y costas se ha intensificado.

Guna Yala es una comarca donde una las actividades principales es el turismo sostenible, y no cuenta con sistemas de tratamiento de agua, por lo que para las autoridades es importante intervenir a tiempo para evitar que la contaminación continúe y se afecte al océano y a la fauna marina.

Según los locales, el aumento de migrantes ha generado una serie de problemas sanitarios en varias islas del conocido archipiélago de Guna Yala, y se ha registrado un incremento de desechos en los cuerpos de agua (ríos y costas) de las comunidades de Armila, Anachucuna, Carreto y Caledonia en la comarca Guna Yala, así como en tierra firme, recogen varias publicaciones de MiAmbiente, publicadas a mediados de año.

Además, se han registrado afectaciones en las fuentes de agua de las comunidades que ahí habitan, y la caza de especies en peligro de extinción u otras que habitan en el parque. Son factores que, según las autoridades, perjudican considerablemente el turismo sostenible, una de las actividades económicas clave para el sustento de algunas comunidades.

“El exceso de basura no solo perjudica al turismo, sino que incrementa la contaminación y afecta la fauna marina. Recordemos que muchas de estas comunidades se dedican a la pesca”, ha dicho el director del MiAmbiente en Guna Yala, Griselio Hayans.

Se informó que los técnicos de la dirección de Verificación del Desempeño Ambiental han organizado diversas giras a la zona, a fin de hacer un muestreo de calidad de agua en las fuentes hídricas, y con base en esto determinar una solución. Este lunes, el ministro de Ambiente, Milciades Concepción, anunció que estaban analizando un plan intersectorial para afrontar el problema. En lo que va del año han cruzado la espesa selva de Darién con destino a Estados Unidos, unos 204.986 migrantes, principalmente de origen venezolano, y en menor medida haitianos, ecuatorianos, asiáticos y africanos, según cifras oficiales publicadas recientemente por el Servicio Nacional de Migración.