Las palabras detrás del conflicto

Actualizado
  • 12/02/2012 01:00
Creado
  • 12/02/2012 01:00
Desde la perspectiva de las ciencias sociales, un aspecto fundamental en el estudio de la sociedad y la cultura es el análisis de los di...

Desde la perspectiva de las ciencias sociales, un aspecto fundamental en el estudio de la sociedad y la cultura es el análisis de los discursos, la indagación de las palabras detrás de las palabras. Es conveniente utilizar esta perspectiva de análisis para tratar categorías que frecuentemente son utilizadas al referirse a los pueblos indígenas en Panamá y que han surgido ahora con ímpetu a raíz de las manifestaciones y demandas de ngäbes y buglés.

A distintos niveles sociales se dice ‘nuestros indígenas’. El examen gramatical nos señala que la palabra ‘nuestros’ constituye un adjetivo posesivo, es decir, se está señalando propiedad, en este caso sobre el adjetivo ‘indígenas’. ¿Cómo opera esta afirmación sobre nuestra consciencia y nuestra práctica social?

Más allá de la interpretación histórica, esta falsa preconcepción de propiedad sobre los pueblos indígenas conduce a una dureza discursiva, una violencia en el lenguaje (que también puede llevar actos violentos) de una parte de la sociedad panameña no indígena respecto a las reivindicaciones territoriales, culturales, ambientales y jurídicas de los ngäbes y buglés. También conduce a creer falsamente que no podemos aprender de ellos y que incluso es necesario decidir por ellos.

Lo anterior también se encuentra relacionado con otro uso recurrente de palabras: ‘debemos civilizar a los indígenas, pues no tienen cultura’. Las ciencias humanas y sociales han demostrado que si hay algo que distingue al ser humano de todas las demás especies es la cultura, y que esta última es tan antigua como los son los diferentes pueblos que conforman la humanidad. Por lo tanto, afirmar que una persona no tiene cultura se constituye en un error, un mal entendido que se asocia a un uso restringido, limitado y excluyente del concepto de cultura, como si sólo equivaliese a ‘nivel de escolaridad’ (‘buena educación’, que también su uso es discutible).

Ya el antropólogo Xavier Albó nos ha advertido: ‘Todos tenemos cultura y todos somos parte de alguna civilización. Lo que pasa es que no todos tenemos las mismas formas culturales y por la composición y diferencias internas dentro de la sociedad [panameña], ciertas expresiones culturales son consideradas de mayor prestigio que otras. Los que, dentro de la sociedad, se sienten más ‘arriba’… tienden a querer apropiarse del concepto cultural y pensar que sólo ellos son los dueños de la ‘cultura’’.

Necesitamos, por el bien del país y de su gente diversa, comenzar a mostrar cómo reforzamos falsas ideas, que no contribuyen a mantener una convivencia pacífica y real.

ANTROPÓLOGO SOCIAL, DOCENTE

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