Hace dos años Tocumen prometió un incinerador propio

Actualizado
  • 10/07/2014 02:00
Creado
  • 10/07/2014 02:00
En 2012, el Ejecutivo aprobó $2.8 millones para comprar el horno para quemar la basura de los aviones

A solo horas de finalizar su gestión como titular del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida), Oscar Osorio firmó un resuelto con el que obligó el traslado de los desechos internacionales de los aviones que arriban al Aeropuerto Internacional de Tocumen al incinerador de Naves Supply, ubicado en Balboa.

‘Se hace necesario tomar medidas urgentes ante la situación de emergencia que enfrenta el aeropuerto de Tocumen para el manejo y disposición final correcta de los desechos internacionales no peligrosos que se generen en esa terminal aeroportuaria’, explica el documento.

Estas ‘medidas de emergencia’ vienen de años, y han sido tema de reuniones entre los directivos de Tocumen, S.A., y el médico veterinario César Maure, jefe de la Dirección Nacional de Cuarentena del Mida.

La deficiente disposición de la basura que producen las naves de la terminal aérea fue uno de los primeros temas que Maure atendió cuando llegó al cargo, en 2009. ‘El Mida tenía un incinerador en ese aeropuerto que fue comprado en 1995. Los operarios de ese horno no contaban con capacitación. Solo lo encendían y echaban la basura. Nadie se ocupaba de la limpieza de los filtros, del mantenimiento. En vez de realizar un trabajo técnico, se ponía en personal y entorno’, cuenta.

Con la privatización del aeropuerto, en 2003, el Mida se libró de la disposición de los desechos de los aviones. Su única obligación en adelante era determinar los funcionarios que vigilarían a quien se encargaría de hacer el trabajo: Tocumen, S.A., responsable de las basuras de todas las terminales públicas del país.

Durante poco más de un año, no recuerda los meses exactos, cuenta Maure, Tocumen, S.A. se encargó de los desperdicios que arriban con las naves. Los quemaba en un incinerador que se instaló dentro de los terrenos de la terminal, hasta que el dispositivo se averió.

NAVES, EN LA ESCENA

Maure se reunió con directivos de Tocumen, S.A. y con funcionarios de Salud y de la Autoridad Nacional del Ambiente. ‘Tocumen, S.A. pidió autorización temporal para trasladar la basura internacional a un incinerador de Balboa mientras resolvían el asunto del aparato de ellos’.

En los primeros resueltos firmados por el Mida para permitirle a la terminal aérea que trasladara la basura internacional hasta la empresa Naves Supply, entonces presidida por Lourdes Castillo, se detallaba: ‘El contratista prestará los servicios por este periodo hasta que esté en operación un nuevo incinerador o se repare el actual’.

En enero de este año se le extendió un contrato a la misma empresa para trasladar e incinerar los desechos que arriban al aeropuerto, cifrado en $904 mil 622. Esta contratación vencía en mayo, pero en junio, ya con el cambio de gobierno en ciernes, se le prolongó la contratación por 90 días más o ‘hasta que Tocumen, S. A repare o ponga en operación su nuevo incinerador’.

UNA COMPRA LENTA

Maure asegura que le ha reiterado a la terminal aérea que debe instalar su propio horno, y en las cercanías de la pista, medida que podría haberse ejecutado con los $2.8 millones que el Ejecutivo aprobó en 22012 para que la terminal comprase su dispositivo.

El veterinario piensa que todos los desperdicios que se bajan de las naves se consideran desechos internacionales y se tienen que incinerar.

‘Lo último que sé es que están en proceso de licitación. Dicen que hay mucha burocracia. Hace dos años ese incinerador debió estar instalado’, comentó Maure, que luego puntualiza que aún los pliegos para convocar a licitación no están redactados.

Con la suma aprobada por el Ejecutivo ($2. 8 millones), se podían comprar hasta dos dispositivos, calcula el director, porque un buen incinerador no cuesta más de un millón de dólares.

MÁS PISTAS

La administración del presidente Ricardo Martinelli (julio 2009 a julio 2014) amplió las terminales de Albrook y Chiriquí, y construyó las de Colón y Río Hato. Ni las nuevas pistas ni las ampliadas cuentan con incineradores para deshacerse de los desechos internacionales.

El trabajo de los inspectores de cuarentena en esos aeropuertos es sencillo: no permitir que se bajen los desechos. Las naves deben llevárselos.

La inversión de estos hornos es responsabilidad de la operadora de las terminales aéreas. Maure espera que el reemplazo de Juan Carlos Pino en la dirección de Tocumen, S. A. le dé un giro a esta conflictiva situación, ya que, a su juicio, los desechos no deben quemarse fuera de la terminal.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus