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'Las empresas que no se adhieran a la ola de los nuevos modelos, desaparecerán'
- 02/05/2020 00:00
- 02/05/2020 00:00
James Hernández, presidente y cofundador de la multinacional Trust Corporate, es el corazón, junto con su equipo, de una compañía en la que el día a día se funde con temas económicos y organizacionales, emprendimiento, inversiones, recursos humanos y transformación empresarial. En la búsqueda de maximizar el desempeño de las empresas en materia financiera y organizativa, hoy comparte con este medio las líneas de acción que los emprendedores y tomadores de decisiones deberán seguir de cara a los nuevos modelos establecidos, pasada la crisis del virus que ha puesto en jaque al mundo, un escenario en el que la reinvención de las empresas para crear un nuevo valor, deberá ser constante. Para el ejecutivo venezolano, si se conjugan el nivel de la mano de obra en la región con unas buenas políticas de reactivación económica y asociaciones internacionales, Latinoamérica resultará favorecida y saldrá rápidamente de la gran contracción internacional.
Al igual que en las economías postguerra, las empresas quedarán realmente afectadas desde el punto de vista económico y operacional, una vez finalice la pandemia. Las organizaciones tendrán que desarrollar sus modelos económicos destinados a la recuperación y reactivación, tomando como principio la disminución de costos, el aumento en la producción y ser más eficientes en la facturación y cobranza y, adicionalmente estarán más orientados hacia inversiones en tecnología que les permitan garantizar una mejor eficiencia en sus sistemas productivos.
Desde mi punto de vista, los dos sectores más afectados serán el comercial y el de entretenimiento, ya que dentro de las escalas de priorización para la reactivación de las economías en todos los países, se ha considerado primero la reactivación del sector construcción, industrial y manufacturero, debido a que estos pueden reiniciar sus actividades productivas cumpliendo protocolos de distanciamiento social, de uso obligatorio de tapabocas y de higiene sanitaria. En caso contrario, si se reabrieran primero los centros comerciales o locales comerciales, sería difícil controlar el cumplimiento de los controles sanitarios. Finalmente, el sector del entretenimiento que incluye salas de cine, espacios de recreación y espectáculos públicos será el último en activarse dentro de la economía.
Una vez que finalice la pandemia, las compañías van a dar este cambio de manera natural ya que de ello dependerá su subsistencia. Las empresas que no entiendan y no se adhieran a esta ola de nuevos modelos productivos, empleando tecnologías más avanzadas, definitivamente tenderán a desaparecer. Por eso, necesariamente los cambios se están dando, y lo seguirán haciendo, de forma natural. El teletrabajo es la plena demostración de ello y se está llevando a cabo en la mayoría de las empresas del mundo.
La desviación más común, y de la que se desprenden todas las demás, es la falta de un plan estratégico coherente con los requerimientos y las aspiraciones de las directivas o el desarrollo de un plan estratégico errado, para lograr una transformación en menor tiempo y de una manera más eficaz. Otro elemento recae en que los procesos no sean acertados y que no haya una comunicación coherente y clara aguas abajo, en toda la organización.
Este es un proceso al cual no se le pueden establecer intervalos de tiempo. Debe ser constante. Es necesario que se autoanalice la empresa, pero también el entorno económico, el país, la competencia, así como hacia dónde se dirigen el mundo y las tecnologías en el mercado.
Una de las características de los CEO actuales es que deben ser personas que estén en una constante evaluación del mercado, de su empresa, del entorno mundial, del país, de las nuevas tecnologías, de los procesos de la organización, de los avances en materia de procesos, y buscar asesoramiento para crear propuestas de valor.
Herramientas hay muchas y dependerá del sector que le competa. Pero, definitivamente, estar al día en la tecnología y en la información es lo que le va a dar una ventaja importante para adaptarse rápidamente a los cambios en el mundo de los negocios.
Definitivamente. Si no hay una identidad del personal con los principios, los valores, la misión de la organización y la misión per se del producto, no genera una proactividad por parte de sus empleados ni compromiso ni fidelidad ni lealtad hacia la organización.
Hasta hace algunos años, las compañías o los cazadores de talentos les daban gran importancia a las habilidades duras; es decir, qué carrera estudió, cuántas maestrías o especializaciones tiene, cuántos idiomas habla, qué capacidades tiene en el manejo de equipos o máquinas. Actualmente ha habido una transformación importante y se les está dando un papel protagónico a las habilidades blandas. Podemos estar hablando de la capacidad de relacionarse, la capacidad de liderazgo, la actitud positiva, la capacidad de comunicación y el sentido de motivación. El papel protagónico de las habilidades en materia de captación de personal lo llevan las habilidades blandas.
Eso dependerá mucho de la actividad a la que se dedique. Si estamos hablando de una empresa de producción, de manufactura, industrial, la inversión tiene que ser directamente proporcional a la utilidad que aspira tener. Es muy difícil que una empresa de manufactura, de construcción o del sector industrial realice una inversión mínima y obtenga unos márgenes realmente importantes, porque hay demasiada competencia a nivel de calidad y de valor de productos. Ahora, si estamos hablando de una compañía de prestación de servicios, puede que la inversión sea mínima y el margen alto o una empresa que se dedique a invertir en la bolsa de valores, en el mercado monetario, puede tener una utilidad y un margen importantes, con una estructura mínima dentro de su organización.
Los más importantes son la pérdida y la valoración subjetiva cuando no existe una metodología que permita definir si la persona está haciendo bien o mal su trabajo. La falta de procesos hace que se pierda el tiempo en actividades que no son importantes. También se genera corrupción, porque la falta de procesos lleva implícita la falta de controles, acarreando vicios en trabajadores y directivos.
Les corresponde a ellos ser los líderes de la organización. Estimular a sus colaboradores, tener una comunicación efectiva, eficiente y clara; mantenerlos motivados, activos, comprometidos y lograr una identificación con la organización.
A pesar de que desde hace unos años se han puesto muy de moda las estructuras transversales en las que pareciera que hay una cercanía importante entre los jefes y los colaboradores, desde mi punto de vista no importa si la estructura es vertical o transversal siempre y cuando los líderes de la organización sean personas que se acerquen a sus colaboradores. Felicitar a un colaborador, saludar, motivar, que sientan que los supervisores son cercanos, definitivamente le agrega un valor importante a la dinámica.
Semestralmente, por lo menos, las empresas deben medir cómo se sienten los empleados respecto a la organización; así como semestralmente debe medirse a los empleados desde el punto de vista de la organización para conocer cómo se siente la empresa con respecto a sus colaboradores y saber si ellos están cumpliendo con las tareas correspondientes y evaluar un posible ascenso o aumento salarial. Deben realizarse encuestas anónimas, utilizando los canales digitales.
La economía gig o colaborativa es una de las formas de trabajo que va a tomar un valor importante una vez culmine la pandemia, porque permitirá el desarrollo de proyectos y labores sin estar atados a un horario especial o a un espacio físico determinado, sino a resultados. El trabajador lucrará como ahora, pero la empresa reducirá costos de alquiler, mantenimiento, administración y servicios.
En el caso Panamá, definitivamente el factor geográfico toma una importancia gigantesca al ser uno de los puntos más importantes en el comercio internacional. En materia de recursos humanos, destaca la calidad de la mano de obra de la región, como una de las más importantes. Se trata de gente preparada, capacitada y que se adapta a los nuevos retos. Con unas buenas políticas de reactivación económica y con asociaciones internacionales, Latinoamérica resultará favorecida y saldrá más temprano que tarde de la gran contracción mundial del coronavirus.