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- 17/09/2025 00:00
Un gasoducto de entre 4 mil y 8 mil millones de dólares; nuevas terminales portuarias; Río Indio y un corredor logístico están entre los proyectos futuros de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
El administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, adelantó que este jueves habrá una reunión de trabajo con empresas interesadas en la industria del gas como un acercamiento al mercado. “Posteriormente, vamos a tener otra serie de reuniones en algún tiempo cuando ellos hayan absorbido la información que recogieron aquí, la hayan analizado para ver cuáles serían los elementos que ellos consideran debe tener una propuesta de licitación en ese proyecto. Así que se trata de una forma de acercamiento al mercado para poder entender qué es lo que el mercado puede absorber y también ver qué es lo que el Canal de Panamá y Panamá realmente está dispuesto a comprometer dentro de esa propuesta”, explicó Vásquez al culminar una presentación llamada “Canal de Panamá: visión del futuro”.
El administrador resaltó la enorme ventana de oportunidad que tiene Panamá para captar el movimiento de gas proveniente del Golfo de México hacia los mercados asiáticos. Estima que manejando un millón y medio de barriles diarios, el proyecto generaría cerca de mil millones de dólares.
Las especificaciones y el costo están lejos de ser definidos. Se estudia el movimiento de tres gases, propano, butano y etano. Cada uno de ellos requeriría su propia tubería y tanques de almacenamiento, por lo que la ACP proyecto un margen amplio de precio entre 4 mil millones y 8 mil millones de dólares.
“El proyecto debe tener dos terminales, una en el Atlántico, otra en el Pacífico; 76 kilómetros de tuberías para unir las tanquerías que están en el Atlántico con el Pacífico y posiblemente, dependiendo del volumen que se maneje, hay que llegar a tener una capacidad instalada de aproximadamente 600 megavatios de potencia para poder asegurar la operación continua de esta operación”, detalló Vásquez. Además, descartó que se contemple el movimiento de Gas Natural, que requiere temperaturas de -162° para su transporte, debido al alto costo logístico que se necesita.
La ACP aún no tiene claro el modelo mediante el cuál realizarán esta obra, exactamente cuánta participación estatal y privada habrá. “La forma en que nosotros estructuremos esa relación realmente va a definir cómo van a repartirse los beneficios. Lo importante en este caso es que el Canal dispone de los recursos para ser un accionista, entre comillas, de ese proceso. Y no puede ser simplemente un elemento pasivo como dueño de una propiedad inmobiliaria que se le ofrece al mercado. Ese es un extremo donde la concesión simplemente se entrega totalmente al concesionario o el otro extremo donde el Canal de Panamá es dueño de toda la operación y la ejecuta él mismo. Entonces, entre un extremo y el otro, hay una gama de gris que es realmente una de las decisiones más importantes que tenemos en los próximos meses. Todavía nosotros no hemos tenido esa discusión a cabalidad en ninguno de estos proyectos. Tenemos el menú, pero no hemos escogido el plato”, concluyó.
El administrador del Canal enfatizó la demanda actual de puertos para el transbordo de carga en Panamá. “Estamos desempolvando lo que hicimos para el puerto de la terminal de Corozal. Pero también estamos agregando la posibilidad de hacer una terminal de contenedores en el Atlántico, porque hay muchos de puertos que están haciendo transbordo en el Caribe y tienen limitaciones de capacidad en esos puertos. La idea es capturar esa parte del negocio. Creemos que, en los próximos 10 años o un poco menos, el volumen de transbordo por Panamá debe aumentar en aproximadamente 5 a 5.5 millones de contenedores por año”, afirmó Vásquez. “Esa carga hay que buscarla. Si no hacen el transbordo aquí, lo van a hacer en cualquier otro lado”, advirtió.
La estrategia para la ACP no es limitarse a la vía interoceánica, sino maximizar las capacidades de interconexión logística por tierra, aire y mar de Panamá. “No es la ampliación de la capacidad del Canal, es la inserción de la operación del Canal de Panamá como un elemento que complementa la actividad global alrededor del corredor transístmico de Panamá. Creemos que el impacto en empleo, ya sea empleo directo o indirecto inducido, va a ser significativo, va a cambiar los requerimientos de adiestramiento de personal”, concluyó.
El Canal de Panamá, al igual que el resto de las instituciones estatales, ha tenido que sustentar su presupuesto para 2026 ante la Asamblea Nacional. Vásquez apuntó que en el presupuesto contemplan una reducción en el número de tránsitos para el próximo año. Un factor determinante sería la guerra arancelaria entre distintos países.
“Creemos que el tema de aranceles, cuando suben los precios en el mercado de destino, va a inhibir la demanda por esos productos. Esa es la lógica económica sencilla. Siendo así las cosas, y viendo cómo se ha cargado el inventario en este momento del año, que es totalmente atípico, hemos visto que mucha de esa carga se ha movido al último trimestre del presente año fiscal. Entonces, para usar una expresión muy panameña, pan para hoy, hambre para mañana. La demanda es la demanda. Si los inventarios están por delante para esa demanda, significa que no va a haber tanto volumen para esa misma demanda en la última parte del año, posiblemente en la parte de las ventas de Navidad”, detalló Vásquez.
Al ser cuestionado si las embarcaciones estadounidenses estaban pasando gratis, o con “costo neutro” siguiendo la política de First and Free de la administración del presidente Donald Trump, Vásquez contestó: “Los tránsitos de los buques de la Marina de los Estados Unidos siguen pagando conforme a las reglas nuestras”.
A pesar del pago de peaje, todavía no queda claro si se está aplicando un mecanismo de compensación de Panamá a Estados Unidos para satisfacer las demandas sobre el paso prioritario y gratuito de sus naves.