Una garita, punto de gran polémica

PANAMÁ. Los ánimos en Punta Pacífica subieron ayer a su máximo nivel.

La tarde dejó de ser la misma en esa área exclusiva de San Francisco.

Los moradores salieron de sus edificios, muchos con documentos en mano, a defender la existencia de una garita de seguridad que sirve para controlar los autos que ingresan a la zona residencial.

Una retroexcavadora tenía la misión de derribar esa estructura, ubicada en el complejo residencial Pacific Courtyard.

La orden de destrucción venía directamente del director de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), Roberto Moreno, quien ordenó proceder a Carlos Ayuso, director de Tránsito y Seguridad Vial de esa misma entidad.

Eso mediante la nota 36-DG-OAL, de 10 de febrero de 2014, que señala que la caseta y brazo mecánico se encuentran en área de espacio público que impide el libre tránsito de peatones, así como de vehículos a motor.

Con el argumento de que obstaculiza el tránsito al igual que unos estacionamientos, el director Moreno salió de su oficina y se apersonó al lugar para ejecutar la demolición de la caseta, en Calle Punta Darién.

Residentes dijeron que tienen más de 10 años de vivir en el complejo habitacional y que en el contrato de compra venta se estipula que el proyecto es con cerca perimetral y garita.

Natasha Sucre, moradora del lugar, sostiene que la caseta existe desde el año 2003 y así compraron promotores y vendieron los apartamentos.

Pacific Courtyard está integrado por los residenciales Pacific Blue, Ocean Drive, Royal Pacific Tower y Courtyard View.

A juicio de Sucre, no hay nada ilegal, por lo que les sorprendió la decisión de la entidad de transporte.

El representante del corregimiento de San Francisco, Carlos Pérez Herrera, reprochó la actuación del director de la ATTT.

Su actuación es abuso de autoridad y extralimitación de funciones, ya que él no es la persona que puede demoler esta estructura, dijo el concejal capitalino.

TRASFONDO

Los residentes sostienen que la idea de las autoridades es pasar camiones por el área, los cuales trasladarán material para la construcción de un edificio para oficinas.

Al final de la garita, en línea recta, detrás de una cerca hay un proyecto millonario en desarrollo.

Los lugareños manifiestan que los desarrolladores tienen opción por el lado de Boca La Caja, pero lo que quieren es perturbarlos.