¿Qué hay después de Gadafi?

Aseel y Mohamed fueron nuestros anfitriones en Libia. Dos muchachos en pantalones de camuflaje, botas y con AK-47s en la mano que, de mu...

Aseel y Mohamed fueron nuestros anfitriones en Libia. Dos muchachos en pantalones de camuflaje, botas y con AK-47s en la mano que, de muchas maneras, representan exactamente la Libia que acaba de nacer. Con sus fatigas militares y sus rifles semiautomáticos, intentan esconder que no tienen la preparación física o mental para manejar los traumas de una guerra. Incluso su sentido de victoria es un poco engañoso, pues pocas personas dudan de que el ‘Shabab’ hubiera sido aplastado de no ser por la intervención de la OTAN y otros aliados. La realidad es la de Libia, un país en el que un adolescente con una AK-47 no es una abominación sino un símbolo de alegría y patriotismo.

Sus futuros también reflejan el futuro del país. Tienen planes de estudios, viajes o matrimonios, pero ¿cómo lidiarán con las consecuencias de lo que han visto o hecho en los últimos meses? ¿Será el desprecio a Gadafi suficiente para manejar un país infante? Mientras entramos en Trípoli, pienso en que la generación de Mohamed y Aseel tendrá la inmensa tarea de mantener la paz, estabilidad y esperanza para cuando niños como los que jugaban en la frontera puedan recoger el testigo.

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