Inocente..

Panamá. La imagen está a la vista de todo público en la Iglesia de San Francisco de Asís, en San Felipe, Casco Viejo, de la ciudad capital. Un Cristo oscurecido por el polvo y el hollín de los automóviles, en el que por coincidencia, ayer domingo, día de los Santos Inocentes, encontró lugar para descansar un gallinazo, ajeno quizás a los problemas de la sociedad panameña. En estos tiempos en que la fe parece haber dejado de resplandecer en buena parte de la humanidad, y los países se debaten en polémicos temas como el aborto, matrimonios homosexuales, violencia y abusos sexuales, urge volver a los principios fundamentales del Cristianismo.