Intervención gerontológica durante el proceso de duelo

Actualizado
  • 19/10/2023 00:00
Creado
  • 19/10/2023 00:00
La intervención gerontológica durante el proceso de duelo es crucial para que el paciente gestione sus emociones ante la pérdida de un ser querido.

La intervención gerontológica durante el proceso de duelo es crucial para que el paciente gestione sus emociones ante la pérdida de un ser querido.

Elisabeth Kübler-Ross, en su libro (La muerte: un amanecer) define la tanatología como una disciplina integral que aborda todo lo relacionado con el fenómeno de la muerte en el ser humano: la pérdida, el sufrimiento psicológico, las relaciones significativas del enfermo, el dolor físico, las voluntades anticipadas, los aspectos legales, la observancia del trato humanitario que ha de brindarse al paciente moribundo y el apoyo en el acompañamiento para él y su cuidador, ya que la pérdida la sufren ambos.

La tanatología es conocida como la esencia del proceso del ciclo de la vida del ser humano. Fundamentalmente es un progreso que se paga con la muerte biológica de los individuos, no solo como ser biológico, sino también un ser cultural, espiritual, el cual trasciende a través del recuerdo; el individuo (sujeto) es cuerpo, mente y espíritu.

En Panamá, la tanatología como disciplina científica es utilizada en el campo de la salud, en la rama de la medicina forense que trataba de la muerte y de todo lo relativo a los cadáveres desde el punto de vista medicolegal; es bien sabido que en el campo de la gerontología, esta disciplina fortalece de una u otra manera a las familias que han perdido a un ser querido y en muchas ocasiones ayuda al adulto mayor a aceptar este proceso de la vida.

En lo que respecta a la tanatología, en la población adulta mayor, es el estudio de la vida que encierra a la muerte. La muerte de un familiar o ser querido es el más grande duelo para el ser humano, incluso la pérdida de un animal que ha estado por mucho tiempo a nuestro lado, la pérdida de un obsequio por parte de una persona muy especial e incluso la pérdida del trabajo, siendo mayor duelo de nuestra vida, nuestra propia muerte. En fin, el duelo es un sentimiento y una conducta que se experimenta como reacción a una pérdida.

¿Cuándo, cómo, quién y para qué intervenir?

El profesional de la gerontología está preparado para brindar soporte y reconocer la etapa del duelo que presenta el paciente, determinando si cursa un duelo normal o patológico. Existe el uso de distintas herramientas tanatológicas para la aceptación de la pérdida, utilizando la escucha activa, el acompañamiento tanatológico, la silla vacía, la carta terapéutica, entre otras. Todas estas herramientas ayudarán a sanar al paciente ante las circunstancias adversas que convergen en dicha pérdida.

Se considera útil la distinción entre el asesoramiento y la terapia de duelo. El asesoramiento sería un tipo de intervención que deberían ser capaces de realizar los profesionales sanitarios en general, incluido el gerontólogo, y se aplicaría a personas que están atravesando por un proceso de duelo normal.

Entre los objetivos para llevar a cabo la intervención gerontológica durante el duelo están:

Facilitar la aceptación de la realidad de la pérdida.

Facilitar la expresión y el manejo de los sentimientos ligados a ella.

Facilitar la resolución de los problemas prácticos suscitados por la falta de la persona u objeto perdido.

Facilitar una despedida y la posibilidad de volver a encontrar sentido y satisfacción en la vida.

Al contemplar los objetivos de la intervención durante el duelo y anteponer necesidades del paciente ante la pérdida, el gerontólogo examina los síntomas que pueden volver patológico el duelo, brindándole al paciente la atención junto a un equipo multidisciplinar para mayor efectividad en la intervención gerontológica.

Para la mayoría de las personas enfrentarse a la muerte con naturalidad genera miedo, repudio, angustia y sobre todo un desconcierto total. Estamos conscientes de que morir es un momento difícil para todos los que nos encontramos cerca y más aún si hablamos de la muerte en primera persona. Por lo tanto, todos necesitamos una preparación, un acercamiento, un asesoramiento para poder dejar de lado los mitos y tabúes que encierra esta temática.

Es claro que debemos aceptar este proceso como algo natural al que todo ser vivo se enfrentará algún día, más aún si estamos en edades avanzadas en donde por naturaleza estamos más cerca de la muerte.

Docente universitario
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