Julio Escobar: el rédito de la inversión en ciencias es incalculable

Actualizado
  • 29/07/2016 02:00
Creado
  • 29/07/2016 02:00
Dice el exdirector de la Senacyt Julio Escobar que los panameños hemos desarrollado una adicción al cemento

Dice el exdirector de la Senacyt Julio Escobar que los panameños hemos desarrollado una adicción al cemento. Que los políticos lo usan para mostrar que ‘sí han trabajado' y que la ciudadanía lo valora como ‘el' símbolo del progreso.

Escobar contextualiza el fenómeno de la siguiente manera: ‘Es como si debiéramos equilibrar el presupuesto, comprar alimentos y pagar la escuela de los niños, pero en su lugar, gastamos el dinero en la droga'.

JULIO ESCOBAR

‘La labor científica tiene mucho que aportar para nuestra vida cotidiana, en la búsqueda de soluciones para el transporte, para la higiene, el manejo de las epidemias'

Lo grave aquí, según este ingeniero doctorado en el MIT, es que mientras seguimos en ese ‘trip', l os problemas continúan creciendo y nos van explotando en la cara: las epidemias de salud, la pérdida de competitividad, el deterioro del agro, de la calidad de vida, del clima, y más peligroso aún, de las oportunidades de las nuevas generaciones para insertarse en un mercado laboral cada vez más competitivo.

Escobar sugiere que debemos volver a la realidad... y empezar a invertir los recursos en áreas que nos van a dar retornos más elevados: primordialmente el conocimiento.

‘Hasta hace una o dos décadas, los encargados de políticas públicas de los países en vías de desarrollo consideraban que las naciones más pobres debíamos sentarnos a esperar a que las ricos desarrollaran la ciencia y la tecnología para entonces importarla como consumidores. Hoy, se sabe que la ciencia y la tecnología no se pueden importar como una soga o un plástico. Hay que tener conocimiento para importar conocimiento. Si no, no funciona', asegura.

‘La investigación y desarrollo son tanto o más importantes para los países en desarrollo que para los más desarrollados... ‘, señala Escobar, recordando, tristemente, que nuestros indicadores en esta área —inversión per cápita en ciencia e investigación, número de publicaciones científicas, de líderes en sus ramos— están entre los más bajos de América Latina, lo que en su opinión, ‘no debería ser, porque tenemos los recursos'.

JULIO ESCOBAR

Se podría argumentar que Julio Escobar es uno de los hombres con más alto IQ del país, aunque él dice que nunca se lo ha medido.

No tendría que haberlo hecho, porque los hechos lo confirman: es uno de los menos de veinte panameños egresados del programa de doctorado de la más competitiva universidad de ingeniería del mundo, el Massachusetts Institute of Technology (1988).

Fue el primer no estadounidense que trabajó para BBN Corporation, contratista a cargo del desarrollo de internet, en Massachusetts, en momentos en que se terminaban de explorar las posibilidades que ofrecía esta autopista digital que todavía no había sido lanzada comercialmente. El, personalmente, estuvo a cargo del equipo que comprobó que internet podía transmitir vídeos de forma funcional, lo que muchos dudaban en aquel momento (una historia fascinante que tendría que ser contada en otra ocasión).

En Panamá, de su periodo a cargo de la Senacyt (2004-2009), uno de los logros que más lo enorgullecen es haber incrementado diez veces los fondos destinados a la investigación, y especialmente, al programa de becas.

‘Con este programa, logramos que unos 700 panameños, 200 de ellos aspirantes a doctorado —todos elegidos por mérito y no por conexiones o por facilidades —se fueran a cursar estudios en los más prestigiosos centros de estudio del mundo', rememora.

Nos encontramos con Julio en las oficinas de la empresa consultora ‘Centauri', de la que es presidente y fundador, ubicada en la Ciudad del Saber.

Tomó el nombre de la compañía de la galaxia más cercana a la nuestra, como inspiración.

‘Se trata de un sitio lo suficientemente lejano como para que llegar allá sea un reto científico, pero lo suficientemente cerca como para que sea posible aspirar a hacerlo', dice.

EL OTRO DÍA ME TOPÉ CON UN BECARIO DE DOCTORADO DE LA SENACYT. ERA CONDUCTOR DE UBER. ME EXPLICÓ QUE LE ESTABA SIENDO DIFÍCIL INSERTARSE EN EL MERCADO LABORAL Y QUE HABÍA MUCHOS OTROS BECARIOS DE VUELTA AL PAÍS EN LA MISMA SITUACIÓN. ¿QUÉ SABES DE ESTO?

Según mis cálculos, debe haber regresado a Panamá y a la mitad de los becarios de aquella época. Se trata de un grupo de gente de muchísimo talento que podría sorprender al país, si se les diera la oportunidad, pero ello no está ocurriendo como hubiéramos deseado... Algunos están trabajando en el sector comercial, otros, incorporándose a las universidades como profesores... algunos pocos están haciendo investigación... lo triste es que el país no esta sintiendo el impacto que corresponde, principalmente porque decenas de ellos han permanecido en el extranjero, trabajando incluso con los mejores científicos del mundo o en universidades extranjeras, beneficiando a otros países y no a nosotros que pagamos por su formación.

¿QUÉ ES LO QUE ESTÁ PASANDO?

Una de las razones de este fenómeno es que el país no ha continuado creando la infraestructura para sacar provecho a la inversión que se hizo en ellos. Durante la pasada administración, el presupuesto destinado a la Senacyt continuó aumentando, pero se destinó principalmente a obras civiles (¡el apego al cemento del que hablábamos!) y se debilitó la inversión en recursos para que ellos pudiesen ser productivos... Este gobierno, hace poco nos tiró un balde de agua fría cuando comunicó que disminuiría los fondos para la Senacyt, pero, afortunadamente, está empezando a darse cuenta del error y a enderezar el rumbo.

EL CONDUCTOR DE UBER ME COMENTÓ QUE HABÍA UN PROBLEMA INTERGENERACIONAL...

Sí. La Universidad Tecnológica ha absorbido la mayor parte de los doctorados, pero muchas otras están mirando para otro lado... Lo que sucede es que nuestros profesores universitarios, con algunas excepciones, son profesionales que se formaron con mucho esfuerzo, en centros de estudios que no estaban tan al día como ha sido el caso de los becarios actuales. Ellos debieron trabajar con las uñas, sin apoyo del gobierno.... ahora que están llegando otros más jóvenes, sienten temor de ser desplazados... Pero se trata del clásico dilema de remar juntos o remar separados. Aquí lo ético no es decirles ‘ciao', te vas, no sirves, te quedaste atrás a los que están, pero tampoco es ético que los recién graduados no tengan oportunidades para desarrollarse o que los estudiantes no tengan acceso a profesores más actualizados... hay que hacer un balance y lograr ambas cosas...

EN TU CASO, ¿CÓMO MANEJASTE EL RETORNO A PANAMÁ, ENCONTRASTE OPORTUNIDADES EN SU MOMENTO?

Yo tuve suerte porque mi retorno fue menos traumático de lo que hubiera esperado. El doctor Ceferino Sánchez, que era secretario de la Senacyt en aquel momento, me llamó para que fuese su secretario nacional adjunto, y me brindó las oportunidades para conectarme adecuadamente. Posteriormente, volví a la Senacyt, durante el gobierno de Martín Torrijos, como director. En ese momento tuve la suerte de que tanto el presidente como su ministro de Economía, Ricaurte Vásquez, entendieron la importancia de destinar recursos al avance de la ciencia y lo hicieron sin esperar un rédito político... ellos entendieron que los resultados de la inversión en ciencia no son inmediatos... porque no es un tema comercial...

EN TU OPINIÓN, ¿QUÉ NOS CORRESPONDE HACER COMO SOCIEDAD PARA IMPULSAR LOS CAMBIOS QUE NECESITAMOS?

Debemos concienciarnos de que en el futuro próximo los profesionales panameños tendrán que competir contra otros profesionales de todas partes del mundo... de que los panameños somos capaces de distinguirnos en las ciencias y hacer aportes importantes para resolver problemas de la realidad inmediata, como el tránsito, como la higiene, la salud... creo que ha existido un tipo de inseguridad de que nosotros podemos.... Por otro lado, hay que seguir presionando... debemos capturar de vuelta a los becarios que se están quedando en el extranjero, darle oportunidad a la gente... hay que remar juntos... Se trata de desarrollar una política de Estado, que tenga el respaldo del gobierno, del sector privado, de la sociedad civil... de los políticos que gobiernan ahora y los que gobernarán después... Panamá está con ganas de cambiar rápido, pero se necesita tomar las decisiones.

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CURRICULUM VITAE

Presidente de Centauri, firma de consultoría en temas de tecnología e innovación

Nombre completo: Julio Escobar Villarrué

Ocupación: Científico

Estudios: Doctorado (Ph.D.) en Ingeniería Eléctrica y Ciencias de Computación, MIT, (1988). Maestría (M.S.) en Ingeniería eléctrica y Ciencias de computación, MIT (1985). Licenciatura (B.Sc.) en Electrónica, Universidad de Manchester (1982).

Posición actual: Presidente de Centauri Tech, empresa de innovación tecnológica, dedicada a la supervisión de diseños de seguridad y su implantación para el sector financiero, creación de modelos Petri para analizar continuidad de negocios y diseño de sistema de seguridad de información.

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