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- 14/02/2011 01:00
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PANAMÁ. David Ríos aún tiene la piel abierta por las quemaduras y, en la cabeza, se le cicatrizan las heridas causadas por los golpes propinados por los policías el pasado 9 de enero en el Centro de Cumplimiento de Menores de Tocumen. Es uno de los dos menores sobrevivientes del incendio que dejó cinco jóvenes muertos. Apenas el jueves salió del Hospital Santo Tomás, donde estuvo 31 días.
Afectado en su garganta —por la inhalación de gases y humo—, dio una entrevista a La Estrella, en la que señala que la segunda bomba lacrimógena desató el fuego en un colchón. Así, encerrados, empezaron a quemarse mientras pedían auxilio.
‘Cuando sentí que me quemaba, me metí en la tumba (cama), así le llamamos al concreto donde dormimos. No podía respirar, pero si salía me quemaba...’. El chico de 17 años asegura que los policías no intentaron abrirles la celda y se reían cuando les pedían auxilio. ‘Nos decían que si eramos hombrecitos... Después que salimos al patio, solo seis, porque uno no podía caminar, nos pegaron en la cabeza’.
El muchacho, quien paga condena de tres años por robo agravado y logró culminar un curso de costura de siete meses, sostiene que ellos, los siete menores, no participaban de la revuelta aquel día. ‘Nosotros no éramos porque estábamos encerrados. Nos lanzaban perdigones, a Cristian Mora —todavía hospitalizado— le cayó uno en la mano’.
Hoy, la fiscal primera superior Geomara de Jones, abogados querellantes y la Policía harán el reconocimiento de los custodios acusados a través de videos. Cinco policías tienen medida de cuartel por cárcel. +6A