La defensora de los niños

Actualizado
  • 24/02/2017 01:05
Creado
  • 24/02/2017 01:05
La magistrada, que tiene alma y vocación de maestra, reclama para los temas de niñez y juventud, recursos y compromisos de Estado. 

Para Esmeralde Arosemena de Troitiño (La Villa de Los Santos, 1944), la primer magistrada panameña a cargo de la defensa continental de los derechos humanos, ningún proyecto de país tiene sentido sin garantizar primero el bienestar de los niños. Como promotora de la cultura de derechos y de justicia, considera que la sociedad panameña debe sacudirse los residuos anacrónicos paternalistas que favorecen la ‘caridad' y reclama un sistema de protección de la infancia fortalecido con programas de prevención, no de reinserción ni sancionadores. Hasta que estos conceptos no cambien, con políticas públicas robustas encaminadas a proteger el verdadero patrimonio del país: su gente, hombres y mujeres íntegros que antes deben ser niños felices, no podrá hablarse de desarrollo sostenible ni de compromisos ‘20-30', como los que promueve la Organización de Naciones Unidas y que Panamá suscribe. ‘La niñez y juventud no son temas de poca monta que puedan relegarse al final de la agenda', recalca la jurista, que fue maestra con 17 años.

Relatora sobre los Derechos de la Niñez

Atiende además los temas de Cuba, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, Santa Lucía y Surinam

¿CUÁNTO PUEDE ESPERAR LA JOVEN REPÚBLICA PANAMEÑA LOS RESULTADOS DE LAS POLÍTICAS SOCIALES Y DE DERECHOS QUE USTED PROMUEVE Y CÓMO ENCAJAN LOS NIÑOS EN ESOS PLANES?

Panamá ya no es un país tan nuevo. Y necesitamos tener una visión de lo que somos realmente. En esta expresión del periódico (‘El Panamá que queremos'), es quizás el país que tenemos que soñar, aunque sean utopías. Hay que tener ideales para poder proyectar al país en esa dirección. Yo creo que para poder tener una visión de lo que somos como sociedad, como pueblo, hay que apuntar a la excelencia. Un proceso ideal de país obliga a proyectar a largo plazo, a pensar a futuro, pero actuar en presente. Y la niñez es eso. Un patrimonio valor.

¿Y CÓMO SE MIDEN LOS RESULTADOS?

Hay una expectativa mundial de transformación que se ha atendido a través de los Objetivos del Milenio marcados por la Organización de Naciones Unidas, ocho, inicialmente, fijados para el año 2015, que han tenido que ampliarse a 17 metas con una visión mucho más amplia de desarrollo sostenible y un punto de referencia que marca la importancia de que el ser humano tenga un crecimiento. Y si estamos pensando en quienes acaban de nacer, hace falta tener la claridad de lo que representa su potencialidad e invertir hoy para ver resultados mañana. Eso no se improvisa.

¿CÓMO SE INVIERTE EN DERECHOS?

Invertir en la niñez no es más que responder a sus derechos. No se trata de bondad ni de regalías. Cuando se convierte al niño en un objeto de protección se piensa en cuidados físicos estrictamente y no es que no los necesite, pero debe llegar por añadidura cuando se están atendiendo los derechos recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989, que han ratificado todos los países del Sistema de Naciones Unidas, salvo EE.UU. y Somalia. El niño tiene derecho al afecto, a la identidad, a la libertad de expresión y pensamiento. Con esas garantías aseguramos el pleno y armónico desarrollo integral de cada criatura y, a largo plazo, de la sociedad. Se cambia el paradigma, protección no desde la debilidad, sino desde el derecho

¿CÓMO LE VA A PANAMÁ?

Panamá necesita crear un sistema que comprometa a todas las estructuras del Estado. El tema niñez atraviesa todo: economía, ambiente, agua, transporte, trabajo, salud, vivienda, todo pasa por la niñez; todas las carteras tendrían que atender las razones por las que hay que invertir en la niñez, y transformar ese criterio cortoplacista de la política pública. Se desatiende la visión de derecho, de justicia. Por ejemplo, ¿qué pasa con los hijos de las madres que están detenidas? Una política social tiene que tener una in formación clara y no la tenemos. Las faltas de los adultos no pueden arriesgar los derechos de los niños.

¿Y CÓMO SE RESUELVE?

Panamá no cuenta con una fórmula que permita articular todo lo que la niñez necesita en cada ciclo de la vida antes de llegar a los 18 años, como advierte el Comité Internacional de los Derechos del Niño, cuando por arte de magia, debe ser un ciudadano ejemplar. La ciudadanía hay que construirla. Hace falta ese trabajo

¿CUÁL ES SU DIAGNÓSTICO?

La disciplina ha sido tradicionalmente maltratadora. Usted no se imagina el nivel de violencia que sufren los niños. Muchas veces sufren de una venganza silenciosa. No nos gusta que disfruten de lo que los adultos no han tenido. Tal vez sea una realidad difícil de aceptar. Por eso nos justificamos. ‘a mí me han dado rejo y no me ha pasado nada'. La nuestra es una sociedad que se replica sin capacidad para cambiar, por falta de ideales. que vive en el rechazo a mejorar, que niega la excelencia; con un discurso falso y contradictorio, que no sabe qué quiere, que no tiene aspiraciones. La protección de la niñez seguirá siendo falaz si se sigue marcando como condicionante que el camino de los niños es la delincuencia si no se disciplinan. Lo que ofrecemos a los niños es para ‘apartarlos' de algún mal; una cancha de juegos, los parques, son ‘para apartarlos de la droga, de la vioencia', ¡No! Son para jugar, porque tienen ese derecho. Hay ya estudios de lo que representa la violencia contra los niños. La violencia genera violencia, el niño aprende del adulto a odiar. y si no hay espacio para la generosidad, para el amor, crece el egoísmo y la corrupción.

¿SU PROPUESTA?

No es cierto que la letra entra con sangre. Tenemos que pensar en el valor del ser humano y por eso no acepto, no puedo aceptar, que maestros, autoridades, sacerdotes, madres de familia , todas las figuras de poder, a la hora de proponer cómo tenemos que atender a la niñez hablen desde la superioridad y el abuso. No es dar, son derechos. ¿será que no queremos que sean inteligentes? ¿que nos superen? es un asunto de control y de poder, desde el miedo. No queremos ser desplazados .

¿CÓMO ARTICULA LA EDUCACIÓN EN ESTA ECUACIÓN?

Hay que comprometerse con la formación de los educadores, de la que depende la formación de los niños y la sociedad. No esperemos una trasformación de la sociedad si no miramos desde el ideal de país, de lo que somos como nación, no el territorio, sino la gente. Hay que favorecer el debate con visión de ideal y de meta, ¿qué queremos ser? ¿gente que tiene mucha plata? estamos pensando en tener y aparentar. Nos creemos que somos un país poderoso y no sabemos en qué, ¿cuál es nuestra riqueza? Hay que impulsar la motivación, responsabilidad, y compromiso: esos tres valores te hacen íntegro y hay que exigir que las personas que dirigen, que gobiernan, que enseñan, proyecten integridad, y solo puede hacerse con preparación y capacitación y ahí es donde se conecta con el sistema educativo, no con el Ministerio, sino con la sociedad y la casa. He mos perdido el camino por un compromiso desmesurado con el progreso y el materialismo. Estamos llenos de cemento y ese cemento se está metiendo en la vida de la gente. Este es un país de árboles y de pájaros y de mariposas ¿qué nos pasó? Estamos perdiendo el inspirador contacto con la naturaleza.

¿QUÉ PAPEL JUEGA EL CIUDADANO, LA SOCIEDAD?

La denuncia de los casos de violencia es importante porque se expone el delito, al maltratador y se sensibiliza a la sociedad, pero la información debe ser desde el respeto y evitando el sensacionalismo. También creo que hay que tomar en cuenta la influencia negativa para los niños de algunos contenidos en los medios. El Estado tiene competencias sobre la protección de los niños, la sociedad entera tiene la responsabilidad. Hay que fortalecer la institucionalidad, la Secretaría Nacional de la Niñez tiene una estructura dirigida a la atención de problemas de los derechos violados, ¿qué pasa antes?, ¿quién está encargado del ‘antes'? Tenemos muchas leyes, tenemos las instituciones, pero la respuesta que le están dando a la niñez es una respuesta desarticulada, falta integralidad. En mayo, la CIDH presenta en México un informe de la comisión sobre eficiencia de los sistema de protección de la infancia en el continente y hemos encontrado que no tienen la fortaleza que requiere la temática. El asunto de la niñez no es un asunto de las mujeres, o de las mamás, como si fuera un asunto de casa, doméstico, de poca monta...es un asunto de país.

SEMBLANZA

Integra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2016

-Formación y carrera profesional: Maestra. Licenciada en Filosofía y Letras y Educación, Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas, Especialista en Derecho Constitucional, Género y Familia. Integró la Comisión Nacional para la elaboración del Código Procesal Constitucional.

-Ocupó la Magistratura de la Corte Suprema de Justicia (2004-2009), y la Vicepresidencia en el periodo 2008-2009.

-Lideró el proceso de modernización y mejoramiento del sistema judicial, con los compromisos del Pacto de Estado por la Justicia 2005, coordinó la elaboración y aprobación de los nuevos Código Penal y Procesal Pena. implementó la creación de la Política Institucional de Acceso a la Justicia y Género, y la aprobación del Código de Ética Judicial.

-Es miembro del Comité de Bioética de la Universidad de Panamá desde 2015. Enseña en la Universidad de Panamá desde 1983.

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