Más de 5.000 personas, según la policía, y alrededor de 10.000, según los sindicatos, se manifestaron este lunes en Bruselas para pedir a las autoridades...
- 07/08/2011 02:00
- 07/08/2011 02:00
PANAMÁ. Las cartas ya están sobre la mesa. Entre propuestas y exigencias, la empresa privada y los trabajadores retomaron este mes las discusiones para fijar un nuevo salario mínimo que deberá empezar a regir en enero de 2012.
La clase obrera reiteró este año en la necesidad de lograr, en lugar de una paga mínima, un incremento general de sueldos. De todas maneras —y por si las moscas—, aspiran a que el nuevo ascenso alcance por lo menos los 600 dólares mensuales y se controlen los precios de la canasta básica familiar.
Sin embargo, se trata de aspiraciones encontradas. Aun cuando el gobierno ha afirmado que un aumento de la paga mínima no debe generar una ola de despidos ni incidir en la inflación, los empresarios ven el tema con mucha prudencia y vislumbran pérdidas.
Incluso, el gobierno plantea la posibilidad de unificar las zonas salariales. Esto querría decir que lo mismo que gana un trabajador en Bocas del Toro —donde 77% de los trabajadores ganan menos de 600 dólares— devengaría uno en Panamá.
El año pasado se redujeron de tres a dos zonas.
Para el economista Rolando Gordón, si para este año la inflación rondará el 5% ‘lógicamente el salario mínimo tiene que ser tan sustancial que aumente no sólo en este porcentaje, sino un poco más para mejorar el ingreso de los trabajadores’.
De darlo a la par de la inflación —asegura el experto— ‘entonces no estamos haciendo nada sino que los estaríamos llevando a la situación que tenían hace dos años’.
Frente al complejo escenario, el gobierno prefiere, por lo pronto, ver el toro desde las barreras. El Ministerio de Trabajo (Mitradel) espera que los trabajadores y los empresarios lleguen a un consenso, antes de tener que intervenir y fijar uno ‘histórico’.
En caso tal, han asegurado los voceros del Mitradel, se tomaría una decisión ‘con responsabilidad’.