Los números mágicos

Datos curiosos señalan que de 1905 a 1945, no habían jugado los siguientes cuatro números: el 0000, 1111, 2222, 5555 y 6666. El 3333 ganó el tercer premio un 25 de octubre de 1925, el 4444 ganó el primer premio un 18 de marzo de 1945, el 7777, favor no confundir con Cantinflas, también ganó un primer premio un 5 de agosto de 1923, fecha de mi abuela.

El 8888 salió el 15 de marzo de 1925 y ganó otro primer premio, y el 9999 jugó el 22 de octubre de 1939, y se alzó con otro primer lugar.

Lo cierto es que cada número tiene su ‘ciencia’, allí están las pirámides, los sueños, los horóscopos, las ‘brujas’ y hasta la kabala.

Por cierto, no me pregunten sobre los siguientes años, eso ya es tema de un trabajo más extenso y que espero me pague la revista Lotería, a tiempo, si es que pasa el filtro del consejo de redacción, o a la mejor manera de un ¡Sálvese quien pueda! Grito de guerra del animador Víctor Julio Gutiérrez, aplaudido en la plazoleta donde se develan las balotas.

Otro dato curioso son los reglamentos para vendedores de billetes, lo que estaba prohibido y que el pasar del tiempo hizo trizas.

‘Negociar o empeñar los billetes que se les entreguen para la venta; vender los billetes a mayor precio que el señalado en los mismos; vender tiquetes de ‘chance’, rifas y otros juegos similares que se llevan a cabo clandestinamente, en perjuicio de los intereses de la lotería; vender números ‘casados’, aprovechando que un cliente solicita un número determinado para vendérselo a condición de que le compre otro; valerse de menores de 18 años para retirar los billetes en la oficina de distribución y utilizarlos como auxiliares en la venta; les esta estrictamente prohibido cambiar billetes premiados a los clientes, para evitarse conflictos enojosos.

E sas reglas aparecieron en los años cuarenta, así que imagínese usted, es como si dijeran aquí esta tu decálogo, ejecútese y cúmplase o nuevas ideas para aumentar tus ingresos a costa de la lotería.