El Omar que conocí

Actualizado
  • 15/10/2015 02:00
Creado
  • 15/10/2015 02:00
La velocidad y diversidad de los acontecimientos van confundiendo a la opinión pública. 

La velocidad y diversidad de los acontecimientos van confundiendo a la opinión pública. En su intervención en el X Congreso de la Federación de Estudiantes de Panamá, Omar reconoce que, los Tratados ‘no son perfectos y que deja resabios de colonialismo pero que cada uno de los cuales tiene una fecha de cumpleaños'. Un mes después de la firma de los Tratados, el 23 de octubre de 1977, se realiza el referéndum. Omar pone toda su autoridad y prestigio en el llamado a participar con lo cual, dos tercios de la población votada avalan el SI. Por su parte, los grupos conservadores norteamericanos concentran sus fuerzas en el debate dentro del Congreso para restarle fuerzas a los Tratados. Se introducen enmiendas que no están contempladas en los documentos firmados ante la OEA el 7 de setiembre, sobre todo en el Tratado de la Defensa Permanente del Canal. Una nueva batalla diplomática se inicia hasta que el 1 de octubre de 1979 entramos efectivamente en la zona del canal.

En octubre de 1978 en cumplimiento de los compromisos adquiridos para la democratización del país, Omar Torrijos, rechazaba la renovación de su cargo como Jefe de Gobierno. La Asamblea Nacional de Representantes designa al Dr. Arístides Royo como Presidente – para el período 1978-1984-, acompañado por el Lic. Ricardo de la Espriella como su vicepresidente.

Torrijos llama a la creación del partido que debe representar en la arena política a las fuerzas que participaron de la lucha de liberación. Su idea de Partido era el de una organización moderada cuya composición y discurso lo determinaban las nuevas tareas políticas. Un Partido que respondiera a la historia patriótica del pueblo con una amplia base democrática, sin sectarismo. Debía tener muy en cuenta su definición de que, ‘no fuera ni de izquierda ni de derecha sino por Panamá'. O sea un Partido progresista. Omar sabía que ideológicamente, sus enemigos iban a esgrimir el discurso del peligro anti-comunista para levantar la oposición política del proyecto democratizador.

El 11 de marzo de 1979, decenas de miles de panameños fundamos el Partido Revolucionario Democrático. El programa de descolonización, que culminará el 31 de diciembre de 1999, le permite a Torrijos administrar el tiempo para construir el discurso hacia ‘la vuelta al frente interno'. Se entiende que en esos 23 años surgirá una nueva generación, con nuevos protagonistas, más adaptada a los escenarios de una democracia representativa. Lo que llamaba el ‘alpinismo generacional'. En ese período debía consolidarse una población sin los lastres de la cultura colonial y la sumisión a una oligarquía incapaz y parasitaria. Como en la historia bíblica cuando Moisés guía a su pueblo por el desierto durante 40 años, hasta que ve surgir una nueva generación nacida en libertad y en búsqueda de la tierra prometida, sin la nostalgia de su antigua vida como esclavos bajo el imperio egipcio.

La nueva etapa, requería de incorporar a la consigna nacional, nuevas definiciones, nuevos objetivos en el campo social y económico. Omar nos comenta como la alianza entre la dirección político-militar y el movimiento social era fundamental y permanente. Evitar una ruptura equivalía a mantener la iniciativa estratégica y sus contenidos patrióticos. Ese pendiente no se resolvió y lo que nos unía que era la conducción político militar, decidió de un solo golpe, replegarse. Ese repliegue sólo fue posible por el poderoso prestigio y autoridad, de Omar, sobre sus compañeros de armas y sobre la población. Pero no fue bien explicado e introdujo confusiones que repercutirían posteriormente. Esos hechos dieron paso a corrientes conciliadoras dentro de nuestras filas. El repliegue no logró consolidarse porque dependía, en gran medida, del prestigio personal de Omar y no de un consenso.

Para Omar, el repliegue fue una decisión para la sobrevivencia de un proyecto nacional de largo aliento y de protección de su fuerza militar dirigente. Pero en aquel momento nadie tenía por qué entender eso. Omar sabía qué el fenómeno de Jimmy Carter de políticas de consenso multilateral para solución de conflictos, de democracia y de Derechos Humanos, en medio de una despiadada guerra fría, era pasajero. La derecha conservadora norteamericana pronto se reagruparía y borraría el experimento liberal que tantas esperanzas creo en el tercer mundo.

Ese mismo año de 1979 las fuerzas conservadoras de Panamá comenzaron el proceso de reagrupamiento a través de la ‘alianza Democrática'. Débiles como se encontraban necesitaban ubicar un enemigo externo que los uniera. Omar sabe de esas intenciones y de un plan cuyo propósito era hacerse de un frente de masas importante con el cual recuperar el control sobre las capas medias del país.

Uno de los blancos fue la Reforma Educativa. Él se adelanta y facilita la derogación de ese programa. Ello ocurre nueve días después de nuestro ingreso a la Zona del Canal. En 1980 cuando se realizan elecciones parciales para escoger 19 miembros de la comisión legislativa, la mayoría elegida forma parte de su nueva oposición. La idea era impedir que grupos radicales adversos asumieran el liderazgo para evitar las viejas prácticas incruentas que destrozaron la nación.

Camino al primero de octubre, Omar realiza un viaje a República Dominicana para participar de la toma de posesión de un nuevo Presidente. Allí lo espera una delegación norteamericana con su ultimátum en la mano. Esa noche, en medio de la celebración oficial, Omar hace un aparte y se reúne con ellos. Al salir de esa reunión, con su uniforme blanco de gala, se lanza a la piscina; aquella conversación le produjo una situación emocional muy impactante. Su seguridad lo acompaña a la habitación del hotel. En medio de ese impacto emocional trata de buscar una salida trágica que es evitada por el equipo presente.

En febrero de 1981 muere Rubén Darío Herrera. En abril nuestro compañero Ascanio Villalaz el constructor del PRD. En mayo Antonio Yepes de León líder colonense y figura importante del movimiento social. El 31 de julio cae el artífice del proyecto de liberación, Omar Torrijos y se cumple así, el vaticinio de esa reunión veinte meses después. La siguiente etapa la del proceso nacional democrático, con nuevas alianzas, quedo en suspenso.

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‘Torrijos sabe que va a morir violentamente, pues violenta es su vida',

OMAR TORRIJOS HERRERA

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