Extraña muerte de una mujer pone a prueba al sistema judicial

Actualizado
  • 01/08/2016 02:00
Creado
  • 01/08/2016 02:00
A cuatro años de un supuesto accidente en el área residencial de Coronado, su familia clama por que se haga justicia

Han pasado mil 430 días y más de 34 mil horas y el reloj del señor Federico Zetner sigue contando los minutos para que se haga justicia.

La zozobra de la familia inició un 26 de agosto de 2012 cuando un médico del Hospital Nacional, le comunicó que su hija Elibeth Zetner había muerto por un politraumatismo cráneo encefálico severo (golpe en la cabeza).

Elibeth cuando murió tenía 36 años, y su familia sabía que había estado involucrado en un accidente de tránsito cuando se dirigía hacia su casa en Coronado, Chame.

El esposo de Elibeth conocía detalles del caso pues iba con ella en el auto. Él mismo reveló: ‘salimos mi esposa y yo de Panamá hacia Coronado. Al llegar a la entrada de la casa no ingresamos, decidimos seguir para ver otras casas que estaban más abajo para ver los modelos, pues estábamos remodelando la nuestra. En una bajada por la calle principal llegamos a una loma y percibí un movimiento, volteé para decirle algo y no la veo en el asiento. Mi reacción fue frenar y me bajé para ver qué ocurrió, estaba tirada en la calle'.

Continuó argumentando: ‘conducía entre 40 y 50 kilómetros por hora. Mi esposa no tenía cinturón, a veces olvidaba ponérselo. El cierre central no estaba activado y su vidrio estaba abajo', narró este hombre ante la familia de Elibeth y las autoridades.

Mientras su cónyuge explicaba lo sucedido, Elibeth luchaba por su vida en el hospital, pero fue en vano. El caso ocurrido en la avenida Roberto Eisenmann, en Coronado, a las 12:30 del mediodía del 24 de agosto terminó en tragedia. La única duda: ¿Por qué intentaría quitarse la vida de esa manera?

Mientras los días pasaban la Fiscalía Segunda de La Chorrera iniciaba las investigaciones por homicidio culposo. Entre tanto, el padre de Elibeth, como cualquier adulto con muchas canas, sospechaba de su yerno y quería saber la verdad. El tiempo corría.

NUEVAS REVELACIONES

Siete días después de la muerte de Elibeth, se realizó la reconstrucción del hecho a cargo de los peritos de Accidentología Forense, Eliseo Goddard y Heriberto Escobar. En un informe fechado 21 de noviembre de 2013 revelaron que, según su investigación, había incongruencias en las declaraciones del esposo de la víctima y único testigo del hecho.

Los especialistas señalaron que no es concordante que el esposo no se haya percatado de la salida de la pasajera, pues la visión periférica que debía mantener el conductor que transitaba en la calle Roberto Eisenmann que presentaba gran cantidad de baches era inminente.

Tras evaluar la posición del auto, lugar donde cayó la víctima, posición después del frenado, y las lesiones que sufrió la fémina (hombro, codo y cortes de no más de 10 centímetros) el conductor debió manejar a una velocidad inferior a los 40 kilómetros por hora.

Goddard y Escobar también concluyeron que si se toma en cuenta el lugar donde el esposo señaló que detuvo el vehículo la distancia recorrida desde que dio el primer frenazo debió ser entre 13.20 metros y 19 metros.

Argumentaron que la víctima tampoco debió caer al piso en la posición que alega el esposo, pues el efecto de rotación de la tierra ‘efecto Coriolis' no lo permitiría.

No conforme con eso, el padre de Elibeth contrató los servicios del profesor de Física Manuel Fuentes, que le hizo un informe pericial.

Fuentes concluyó que una caída de Elibeth desde esa posición (sentada como copiloto y recostada al vidrio), implicaría lesiones al lado derecho de su cabeza y no el izquierdo.

Con esta evidencia la familia de Elibeth tenía certeza de que este pudo ser un crimen orquestado y no un accidente vial; no obstante, el sistema de justicia no lo veía así.

¿PROCESO ERRÓNEO?

Tras las investigaciones del Ministerio Público, el Juzgado Segundo de La Chorrera llamó a juicio al esposo de la víctima por homicidio culposo; sin embargo, la defensa de Elibeth presentó un recurso de nulidad, pues para ellos el caso se trató de un homicidio doloso (intencional) por lo que le competía al Segundo Tribunal de Justicia.

Desde aquel entonces Federico Zetner ha luchado cara a cara con el sistema (interpuesto 16 acciones legales) para que la muerte de su hija no quede impune y el sindicado sea juzgado como debe. El reloj no para de correr y sigue sumando días y horas en busca de justicia.

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