Fallas en la red, el ancla del IDAAN

Panamá. Los daños en la red de distribución de agua potable siguen causando pérdidas no cuantificadas por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN). Esa parece ser la principal razón de las mermas del líquido que procesa la institución.

La falta de coordinación entre las constructoras y el IDAAN trae como consecuencia roturas de las tuberías en la ciudad de Panamá y que se traducen en pérdidas. Al final de cuentas, el IDAAN no cobra lo que corresponde por los 300 millones de galones diarios que potabiliza.

Se podría estar perdiendo entre el 30 y el 40% de la producción.

Estos ‘descuidos’, como los califica el director de la entidad, Abdiel Cano, terminan repercutiendo en el presupuesto de la institución y la calidad del servicio que brinda a los usuarios, ya que muchas veces es necesaria la interrupción del flujo de agua y en todos los casos, el IDAAN es el que corre en primera instancia con el costo de los daños por roturas de tubería.

La institución reporta que el costo por daños en una tubería de distribución rota oscilan entre $20 mil y $100 mil.

AFECTACIÓN ECONÓMICA

Juan Antonio Ducruet, exdirector de la institución, explica que se está afectando económicamente al IDAAN porque los contratistas no cumplen con el requisito de consultar primero con la institución la ubicación de las líneas de distribución que están definidas en planos diseñados para ese propósito.

Laurencio Guardia, también exdirector de la entidad, coincide con Ducruet en que hay falta de voluntad de los contratistas para consultar con la entidad.

Sumado a esto, muchas veces las constructoras no quieren asumir su responsabilidad económica, por lo que se debe proceder a demandarlos para poder cobrar las multas que, en algunos casos, ascenderían hasta $200 mil.

DAÑOS EN EL IDAAN

Desde el año pasado, empresas como Constructora Urbana, S.A (CUSA) y el Consorcio Línea Uno del Metro de Panamá han tenido que pagar multas por la reparación y reubicación de tuberías de diverso calibre, que son calculadas en base al costo de la reparación y la cantidad de agua que se desperdicia en el tiempo que dura la fuga, según detalló Cano.

A todo esto, no se cuantifica ni se indemniza a los usuarios, que son los que realmente resultan más afectados porque se quedan por horas y hasta días sin recibir el servicio.

El gerente metropolitano del IDAAN, Abilio Pittí, explicó que desde el 2012 se ha registrado un aumento en los daños a tuberías. Ese año se dieron 20 roturas en líneas de entre 54 y 66 pulgadas, pero la mayor frecuencia está en líneas menores de 2 a 4 pulgadas, que representan un 70% de los casos que le tocó atender a la institución en el mismo periodo.

La antigüedad de algunas líneas también agrava el problema: el sistema está sometido a presión y por eso a veces los puntos débiles de la red ceden con facilidad.

Las roturas más frecuentes se producen en líneas de cuatro hasta seis pulgadas, incluso de ocho y 10 porque constituyen la red secundaria de la ciudad y son las que ocasionan la interrupción del servicio.

CASOS RECIENTES

Uno de los casos más comunes es el del Metro de Panamá. En el 2012 se reubicaron, en conjunto con el Consorcio Línea Uno del Metro de Panamá, tres kilómetros de tuberías de seis pulgadas entre Los Andes y la Garita 180 de San Miguelito, y también nueve kilómetros, de 16 y 24 pulgadas, entre San Miguelito y la entrada de la Vía Fernández de Córdoba.

La semana pasada se reportó otro daño en Punta Pacífica.

Cano, a quien el presidente de la República le solicitó su renuncia tras la crisis del agua en 2011, dijo que a las empresas se les entrega los planos de las tuberías.

Pero para el funcionario, los daños en las tuberías no son irresponsabilidad de las compañías constructoras, sino un ‘descuido’.

Por su parte, el propio Pittí sostiene que los daños en las tuberías se ocurren en ocasiones porque los planos que existen son de hace 40 o 50 años de antigüedad.