Al menos 12 personas murieron y centenares de miles se encuentran afectadas a causa del fuerte temporal causado por un frente monzónico y el tifón Gaemi,...
- 16/08/2011 02:00
- 16/08/2011 02:00
PANAMÁ. El Panamá que se tiene y el país que no se quiere: bajo esta premisa, unas 80 personas marcharon ayer desde la antigua embajada de Estados Unidos, en la avenida Balboa, hasta la Plaza Independencia (Catedral), en el Casco Antiguo. Era una manifestación en contra de los proyectos que afectan el patrimonio histórico y la ausencia de inversiones en un buen sistema de salud.
De esta manera, el Frente Nacional por la Defensa y Preservación del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de Panamá celebró ayer el 492 aniversario de la fundación de la ciudad de Panamá. A las 4:00 de la tarde se empezaron a organizar en la antigua sede de la embajada estadounidense. Allí el Gobierno pretende construir una torre financiera, en la que invertiría unos 250 millones de dólares. Parados sobre los escombros de la antigua embajada, luego de una siembra de banderas, los manifestantes hablaban de dos Panamá.
El país en el que el gobierno habla de millonarias inversiones en proyectos de infraestructuras y aquel en el que fallecen madres al parir, bebés que solo viven días y de asegurados que mueren por una bacteria.
La activista Claudia Figueroa mostró la edición del pasado domingo de La Estrella en que se retrataba la situación del hospital de Changuinola, en Bocas del Toro: la 50 muertes perinatales y 6 maternas.
A las 5:00 de la tarde, iniciaron la marcha hacia el Casco Antiguo, donde el gobierno impulsa otro millonario proyecto: conectar la avenida Balboa con la avenida de Los Poetas, en El Chorrillo. Una obra que fue licitada por 700 millones de dólares y que implica poner en peligro la declaración de patrimonio histórico de la humanidad del Casco Antiguo. ‘Torre financiera y Cinta Costera nos llevarán a la quiebra’ y ‘si siguen vendiendo a Panamá nada quedará’ eran algunas de las consignas. Existe una crisis social mientras se despilfarra el dinero, se escuchaba por el altoparlante. A las 6:30 de la tarde, la marcha llegó al Casco Antiguo al ritmo de la música de Rubén Blades y Manu Chao, un músico español. Una mayor participación ciudadana en las decisiones del gobierno es lo que se pide, dijo Fernando Díaz Jaramillo. Son los indignados de Panamá.