¿Cuál será el futuro de La Tuza?

PANAMÁ. Fueron muchas las voces que gritaban en contra de este proyecto de 230 millones de dólares, del que se dice: solo interesa, y be...

PANAMÁ. Fueron muchas las voces que gritaban en contra de este proyecto de 230 millones de dólares, del que se dice: solo interesa, y beneficia, ‘a cuatro bellacos’. Estas voces, como es ampliamente conocido, para nada fueron escuchadas. La antigua sede de la embajada americana fue derrumbada hace poco para darle paso a esta torre de 70 pisos que, en teoría, albergaría oficinas públicas y que revolucionaría el movimiento inmobiliario en uno de los puntos de mayor convulsión comercial de esta capital.

El proyecto, con el liderazgo del ingeniero Alberto Vallarino (la versión criolla y panameñista del Rey Midas) iba viento en popa.

La prestigiosa firma de arquitectos Mallol & Mallol obtuvo el puntaje más alto en tres de las categorías que se medían para este proyecto: diseño conceptual, experiencia y lista de profesionales. Este mismo año, y a un costo de 7 millones de dólares los ganadores del contrato presentaron y defendieron el resultado de su trabajo: Una torre de 427.72 metros de alto en forma de antena (en reemplazo del concepto de ‘pepinillo’ o el ‘supositorio’ original) que proyectaría al mundo una ‘fuerte señal de la voluntad y solidez financiera de Panamá’.

Según los cálculos de Vallarino, el Estado saldría ganando por todos los costados con esta operación, ya que no tendría la necesidad de desviar fondos públicos para el arranque de la obra, desestimando las críticas que le hacía la sociedad civil al inminente invasión de los terrenos del hospital Santo Tomás, considerado un monumento histórico nacional.

Resentía además el apodo de ‘Tuza’ que le asignó a su Torre Financiera un ciber lector de este diario.

Con su salida del MEF queda en el aire la posibilidad de que la obra cumbre de nuestra Corona se logre inaugurar en el 2013.

Lo Nuevo