Tránsito de menores en la selva de Darién persiste: Más de 4.500 han cruzado solos hasta julio

  • 14/09/2025 15:36
Aunque las restricciones migratorias han reducido, los riesgos para los niños, niñas y adolescentes continúan siendo graves

La Defensoría del Pueblo, en colaboración con Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), presentó un informe sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes (NNA) en movilidad humana y comunidades fronterizas, que evidencia riesgos graves y la necesidad urgente de fortalecer la protección de sus derechos.

Según datos del Sistema Nacional de Migración (SNM), durante 2024 ingresaron por la región del Darién 153.035 mujeres, 84.408 hombres y 64.764 NNA, de los cuales el 68% tenía 10 años o menos.

A julio de 2025, el flujo migratorio cayó un 98% (solo 2.934 personas), pero aún incluía mujeres embarazadas y NNA. Entre los 4.500 NNA identificados como no acompañados o separados, el 59% eran adolescentes de 13 a 15 años.

Las restricciones migratorias en Panamá y Estados Unidos han reducido significativamente la llegada de personas, pero los riesgos para los NNA continúan siendo graves.

Entre los principales peligros se destacan la violencia sexual y de género, abuso, trata y tráfico de personas, separación familiar, enfermedades y falta de servicios básicos, así como la posibilidad de ser desaparecidos o utilizados por actores criminales.

Las comunidades indígenas de acogida han sufrido una reducción abrupta de ingresos por la disminución de servicios asociados a la movilidad humana, aumentando la vulnerabilidad económica de las familias locales.

El informe subraya la necesidad de fortalecer la gobernanza, garantizar servicios médicos y de agua potable, reforzar la educación, asegurar la soberanía alimentaria, recuperar el medio ambiente y combatir la exclusión estructural en estas zonas.

Entre los riesgos específicos para los NNA se encuentran la exposición a rutas peligrosas que pueden costarles la vida, detención por razones migratorias —contraria a los derechos del niño—, violencia de diversa índole, falta de acceso a salud, educación y alimentación, invisibilización de NNA no acompañados o separados, y dificultades para ejercer el derecho de solicitar asilo.

La falta de identificación y registro adecuado evidencia la insuficiente aplicación del protocolo de protección, aumentando su vulnerabilidad.

El informe concluye que la movilidad humana en Panamá se ha complejizado y que las restricciones obligan a familias y NNA a tomar rutas irregulares y peligrosas.

Las familias sin recursos económicos son las más afectadas, y los NNA son a menudo tratados como objetos en lugar de sujetos de derechos.

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