Unión social en Aguadulce para enfrentar a la delincuencia

Gustavo tiene 18 años, vive en El Perú de Pocrí de Aguadulce y ha dado un vuelco a su vida, llena de delitos y violencia desde los 13. A esa edad decidió unirse a unos ‘amigos' para robar y hurtar, y así llevar comida a casa, pues veía a su mamá sufrir para mantenerlos a él y su hermana, después de la separación de su papá.

Tras mudarse con su abuela Leonarda, -cuando su madre se unió a otro hombre y se fue a Chitré a rehacer su vida -, la situación empeoró, se descontroló, comenzó a consumir ‘crispy' y cayó preso varias veces, por malas influencias y falta de orientación, las carencias económicas en casa de ‘Leona', como llaman a su viejita en el barrio de Hollywood.

Todo hacía presagiar que sería otro joven que desperdicia su vida en pandillas, pero sus perspectivas cambiaron con el pastor Néstor García, aguadulceño dinámico, entregado a su apostolado en la iglesia "Cielos Abiertos" en El Perú.

Gracias a su paciencia y a la ejecución del programa Barrios Seguros, Gustavo y 18 chicos han dejado las calles para recibir formación integral y enderezar sus vidas.

Identificada como una de las zonas rojas de Aguadulce al existir al menos tres grupos delincuenciales con diferencias marcadas, El Perú era tierra de nadie, donde la Policía no se atrevía a patrullar. Hoy ya es común ver a los oficiales recorriendo sus calles y se respira un ambiente de paz.

MÁS PATRULLAJE

Aunque la labor de la iglesia evangélica ha sido importante, sin el programa Barrios Seguros del Ministerio de Seguridad y las iniciativas comunitarias de las autoridades locales, los esfuerzos hubieran sido en vano.

Luis Davino, jefe de la Policía de Aguadulce, Natá y Olá, lleva 10 meses a cargo de la zona, tiempo suficiente para que los residentes reconozcan la reducción de los índices delictivos.

Nadie olvida que en junio de 2013 la situación era preocupante: en el primer semestre habían ejecutado 5 de los 14 homicidios y 50% de los hurtos cometidos en Coclé.

Luis Davino - JEFE DE LA POLICÍA NACIONAL DE AGUADULCE, NATÁ Y OLÁ.

‘El Estado ha invertido en darle oportunidad a gente que nadie miraba. Antes lo hacía en armas, persecución y cárceles, no en educación, fundamental en esta lucha'.

Según el subcomisionado, las estadísticas han bajado. ‘Recibimos casi un 8% de delincuencia y en enero, por decir algo, lo bajamos a 1 incidente y en Carnavales, a 3 incidencias al mes, en hurto simple se refiere', afirmó.

Asegura que mediante patrullajes, allanamientos y retenes se han ubicado cabecillas de pandillas que ya están detenidos; han disminuido las balaceras, heridos y muertos; considera a Barrios Seguros, herramienta vital para este cambio.

‘Se han dado transformaciones notables en los muchachos, hasta la vestimenta y mirada les ha cambiado', sostiene, pero reconoce que su cultura por años era violenta y cambiar rápido es difícil. ‘El Estado ha invertido en darle una oportunidad a gente que nadie miraba. Antes se hacía en armas, persecución y cárcel, y no en educación, que es fundamental para salir del delito', manifiesta Davino.

ALTERNATIVAS SANAS

El alcalde Jorge Herrera creció en un área difícil y entiende a estos chicos, quienes viven en casas de quincha o zinc, tienen pocas entradas y hay escasez de alimentos, ‘situación que contribuye a que se pierdan en el camino'.

Indica que los delitos suben entre mayo y agosto, porque la mayoría consigue trabajo solo durante zafra. Por ello, celebra la llegada de ‘Techos de Esperanza', que contrató a 100 personas y confía en que surgirán más plazas con la construcción de la carretera El Cristo – El Hato y la rehabilitación de las vías internas. ‘Ese es mi compromiso con las empresas que ganen los proyectos y si no dan respuestas a mi gente, me verán cerrando calles', puntualizó.

La instalación de una pantalla gigante para ver partidos de la selección de fútbol; torneos de béisbol, voleibol y balompié; la reactivación de tradiciones como el Carnaval, Semana Santa y fundación del distrito; y limitar la expedición de permisos de bailes y venta de alcohol, son iniciativas de Herrera que complementan las de la Policía, para devolver la seguridad y la confianza a la recelosa comunidad.

BARRIOS SEGUROS

El pastor Néstor es el guía espiritual de Barrios Seguros y destaca la importancia de la labor social en el programa. Limpiar parques, pintar escuelas y aplicar los conocimientos de electrónica y construcción adquiridos, para mejorar locales como el propio cuartel de la Policía, eleva su autoestima.

Recuerda cuán irónico fue acudir a reparar la sede policial y encontrarse con detenidos que pertenecían al programa, decidieron abandonarlo y volvieron a delinquir. Ahí, separados por una reja, mientras miraban sorprendidos a sus amigos trabajar, le pidieron ayuda y se lamentaron de estar del ‘otro lado'.

‘Ya hay acercamientos con grupos de Barrios Unidos y varios quieren entrar al programa. Pero hay otros desconfiados con quienes hay que ser cuidadosos para que no piensen que queremos sacarles información, nada más alejado de eso', dijo.

La decisión de Gustavo generó escepticismo entre sus ‘amigos', que trataron de convencerlo de volver a las andadas, pero se ha mantenido firme porque no quiere ‘amanecer un día tirado en la cama de un hospital o muerto de un disparo'.

‘El programa está bien, solo falta que le pongamos interés y que, aunque tenemos necesidades y queremos trabajar rápido, entendamos que primero debemos aprender', puntualiza el joven, quien retomó sus estudios en el colegio nocturno.

El subcomisionado Davino recalca que el programa no escuda delincuentes, sino que ofrece oportunidades a muchachos para que cambien sus vidas a través de capacitaciones vocacionales e inserción laboral.

En cuanto a las ganancias que se obtienen en este programa, son múltiples y Néstor pone énfasis en una: ‘Con quien quiere cambiar estoy dispuesto a todo, lo he demostrado y por eso el respeto que me tienen. ¿Mi mayor recompensa?, pues que sus ‘amigos' que los presionan para que se salgan del buen camino, les digan ‘Hey, hasta acá llegamos, no te vamos a molestar más y le echamos tierra a nuestras diferencias'. Eso pasó con Gustavo y es mi mejor salario'.