Unos 146.000 migrantes han cruzado la selva de Darién en el año

Actualizado
  • 09/05/2024 00:00
Creado
  • 08/05/2024 20:57

Hasta el 7 de mayo, 146.277 migrantes habían cruzado la frontera colombo-panameña. La mayoría son venezolanos (93.413), le siguen ecuatorianos (10.969), haitianos (9.222), colombianos (9.205), chinos (8.856), según estadísticas del Ministerio de Seguridad. La cifra representa un aumento de 25% con relación al mismo periodo del año pasado, según explicó el Servicio Nacional de Migración (SNM).

En enero 36.001 personas migrantes cruzaron la inhóspita selva. En febrero lo hicieron 37.165. Para marzo se reportó una disminución de 3% en el flujo: 36.842. Para abril continuó el descenso. Hubo 20% menos migrantes que el mes anterior: 29.259 migrantes. Pero, para mayo empieza a observarse nuevamente esa tendencia de crecimiento. En los primeros siete días han pasado 7.010.

La Defensoría del Pueblo de Panamá expuso la situación migratoria en la frontera durante la reunión anual de la Asociación Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (Ganhri, por sus siglas en inglés), en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra Suiza.

En la tercera exposición del tema de movilidad humana en la frontera colombo-panameña participó el director de Cooperación Internacional de la Defensoría del Pueblo, quien destacó que el monitoreo de los derechos se ha realizado junto a la Organización Internacional de las Migración (OIM), la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Oficina Regional para América Central (Oacnudh).

Samira Gozaine, directora de Migración, pronosticó un aumento de 20% para este año. El fenómeno migratorio continuará con la misma dinámica del año anterior cuando los sudamericanos protagonizaron el éxodo masivo. Esto es impulsado por condiciones que propician el ingreso al país. A los migrantes se les permite ingresar sin ningún tipo de contratiempos, explicó la directora de migración, durante un foro de seguridad del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).

Un total de 520.085 personas migrantes atravesaron la inhóspita selva el año pasado –2023–. La cifra representó un aumento de 52% en el paso de migrantes. El 70% era venezolano que tenía como destino Estados Unidos.

La Defensoría del Pueblo de Panamá expuso la situación migratoria en la frontera colombo-panameña durante la reunión anual de la Asociación Global de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (Ganhri, por sus siglas en inglés), que culmina hoy, luego de dos días de sesiones en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra Suiza.

En la tercera exposición del tema de movilidad humana en la frontera colombo-panameña participó el director de Cooperación Internacional de la Defensoría del Pueblo quien destacó que el monitoreo de los derechos se ha realizado junto a la Organización Internacional de las Migración (OIM), la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Oficina Regional para América Central (Oacnudh).

Darién es una jungla de 575.000 hectáreas de densa vegetación capaz de convertir el sueño de un migrante en un infierno verde. De las lomas y montañas muchos niños se han caído y más atrás se lanzan sus padres, en un intento por salvarlos. Hay otros migrantes que son arrastrados por cabezas de agua. Deciden dormir a la orilla de los ríos por seguridad y ni siquiera se percatan cuando el río –literalmente– se los traga.

“En la madrugada, sin que se den cuenta, llega esa cabeza de agua”, explicó Gozaine, en un foro organizado por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), este año. Pero, las adversidades de la selva tropical no son el único tropiezo que tienen que enfrentar. El crimen organizado es otra amenaza para sus sueños de alcanzar una mejor vida.

Les piden grandes sumas de dinero para cruzarlos por las diferentes travesías. Un viaje de Panamá a Estados Unidos podría estar costando entre $18.000 y $25.000. Pero no solo es dinero. La vida misma está amenazada por los delincuentes. En 2023, el Ministerio Público abrió 162 investigaciones para garantizar el derecho de 406 víctimas.

Al presidente electo José Raúl Mulino aún no le han puesto la banda y la migración ya empieza a sonar en sus oídos. La Alcaldía de Necoclí, municipio del departamento colombiano de Antioquia, mostró su “profunda preocupación” por las declaraciones del presidente electo de ese país, José Raúl Mulino, sobre la posibilidad de cerrar el paso por la selva de Darién, ruta migratoria entre ambos países, reportó la Agencia de Noticias EFE.

Frente a estas declaraciones, la Alcaldía de Necoclí dijo que “las medidas como la contemplada por el nuevo Gobierno de Panamá podrían exacerbar aún más el flujo migratorio” hacia el territorio fronterizo colombiano.

“Hacemos un llamado urgente al Gobierno para que aborde esta crisis de manera articulada y coordinada”, agregaron las autoridades, quienes recordaron que la crisis migratoria “no puede recaer únicamente en Necoclí”, que tiene “limitaciones evidentes, tanto presupuestarias como logísticas”.

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