Vallas luminosas y ruidosas, ¿quién las regula?

Actualizado
  • 12/12/2014 01:00
Creado
  • 12/12/2014 01:00
Los ambientalistas piden regulación de los dispositivos para colocar anuncios en la ciudad, por la contaminación visual y lumínica

La ciudad de Panamá se empieza a llenar de vallas luminosas.

Un vistazo a las calles de la capital permite observar esos aparatos en la vía España, a la altura de la Casa de la Batería; en esa vía cerca del Piex y sobre el almacén Collins en Plaza Regency.

Igualmente, se puede ver una estructura luminosa en Multicentro; encima del restaurante Don Lee, en El Dorado; frente a Farmacias Arrocha de la vía Transístmica; justo cerca del puente peatonal frente a Plaza Edison y frente a la plaza de El Crisol, en la vía Domingo Díaz.

Lo que las caracteriza es que son grandes, luminosas y causan distracción.

COLOCACIÓN Y AMBIENTE

De acuerdo con el ingeniero ambiental, José Carlos Espino, las vallas no necesitan estudios de impacto ambiental en el distrito capital.

‘No se exige estudio de ruido para colocar las vallas luminosas’, aportó.

De esa forma, aclaró, que si hubiese alguna queja sobre el ruido, le tocaría al Ministerio de Salud (Minsa) atender este asunto y podría pedir una evaluación de ruido al responsable del letrero.

El Decreto Ejecutivo 306 de septiembre de 2002, que regula los niveles de ruido ambiental, en el primer artículo prohibe producir ruidos que perturben la salud o causen perjuicio material o psicológico.

Espino contó que tampoco se evalúa la contaminación visual, no existe un método estándar para eso hasta el momento.

En su opinión, definitivamente las vallas deben regularse, así como otros elementos que se unen al sistema. ‘Sin embargo, es un asunto que compete a los municipios más que a las autoridades ambientales’, enfatizó.

El ingeniero ambiental agregó que la contaminación visual ‘afea’ las ciudades e incluye, no solo las vallas, sino el abuso de elementos que alteran la estética e imagen del paisaje, tanto rural como urbano. Estos elementos pueden ser vallas, carteles, cables, chimeneas, antenas, postes, etc.

NORMATIVA

El Acuerdo Municipal 72 de 26 de junio de 2000 regula la instalación y control de anuncios y rótulos publicitarios en el distrito de Panamá.

El documento madre describe el procedimiento para autorizar una estructura publicitaria dentro del distrito capital, cumpliendo con requisitos.

Para Juan Ramón Sevillano, abogado ambiental del Movimiento de Abogados Gremialistas y la fundación ANCÓN, la publicad no tiene un estudio que diga la ciudad mide tanto y puede haber una valla cada cierta distancia.

‘La reglamentación es muy vaga’, reconoció.

Recordó que la valla de Multicentro causó problemas con los vecinos del edificio cercano, porque no podían dormir por la intensa luz.

Sevillano no se atrevió a asegurar que hay contaminación visual, debido a que el término agrupa cantidad.

Pero, al sumarlas a la otra publicidad exterior, afirmó que ‘hay una cantidad excesiva de vallas’.

El abogado manifestó que la ley municipal no especifica una numeración para colocar la estructura, ni el tamaño, ni luminosidad.

Referente a la energía eléctrica que generan, dijo que tienen su propio medidor y lo paga la publicitaria.

Concluyó que distraen a los conductores y es un ‘negocio para el Municipio esa entrada’.

SALUD DE LAS PERSONAS

La Ley General de Ambiente señala en su artículo 56 que corresponde al Minsa normar, vigilar, controlar y sancionar todo lo relativo a la salud humana.

Según el abogado ambiental Antonio Chang Kruell, el Minsa es la entidad que le corresponde con especialidad y prevalencia, normar los niveles de emisión de energía lumínica de dichas vallas, marquesinas o letreros iluminados que estén en la vía pública.

Fanny de Torres, técnica de la Subdirección General Salud Ambiental del Minsa, respondió que intervienen cuando se afecta a la salud pública y hay quejas.

Explicó que una ciudadana se quejó desde la ventana donde dormía una luz le afectaba y se hicieron las inspecciones, se levanta el acta y se emiten las consideraciones.

En cambio, el ruido, sintetizó, es una afectación seria a la salud mental, siempre afecta en el sueño, sube la presión y consecuencias que alteran el organismo.

Al respecto, Torres adelantó que los locales que generen ruidos como discotecas, bares y parrilladas tendrán que colocar un sonómetro, aparato cuyo costo es de $2 mil.

El Acuerdo 141 de 23 de septiembre de 2014, que regula las actividades que generen ruido, por equipos de sonidos y audio en el distrito de Panamá, establece sanciones que van de $50 hasta $2,000 a personas, propietarios y establecimientos.

Al ser consultada, la oficina de Relaciones Públicas de la Anam informó que la institución no tiene competencia en este tema.

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