Al menos 12 personas murieron y centenares de miles se encuentran afectadas a causa del fuerte temporal causado por un frente monzónico y el tifón Gaemi,...
- 01/01/2011 01:00
- 01/01/2011 01:00
PANAMÁ. El 2011 significó para la clase política un año de cambios. Profundos y radicales. Por un lado ocurrió lo que muchos predecían, mientras que las ideas que otros tantos querían llevar adelante, aún a contrapelo, murieron sin más.
Políticamente, el 2011 fue un año de fuertes dimisiones, propuestas tormentosas y proyectos faraónicos. De confrontaciones y de escándalos inéditos. Y muchos no sobrevivieron para ver el desafiante 2012 que esta medianoche empezó.
¿Por qué? ¿Está el sistema político volviéndose más agresivo o la opinión pública es cada vez más despierta y vivaz? Son preguntas que, al parecer, encontrarán respuesta en este nuevo año.
ALIANZA, EL DECESO MAYOR
Los primeros ocho meses del año fueron decisivos en la accidentada relación política de los partidos Panameñista y Cambio Democrático (CD). Por segunda vez en la era democrática, dos partidos que llegaron aliados al poder rompieron relaciones en medio de sus gestiones.
La insistencia de CD de quebrar el pacto legislativo y, aprovechando su nueva mayoría legislativa, nombrar a un presidente parlamentario de su partido, se convirtió en un tiro contundente a la alianza firmada en 2008.
Ese fue el preludio de la mayor crisis política en lo que va de la era Martinelli. Luego, la segunda vuelta electoral, propuesta por CD, hizo añicos lo poco que quedaba de la coalición oficialista.
Antes ya habían comentarios cruzados y regaños misteriosos. Los clásicos signos de un inminente final.
Y justamente, el último día de agosto dio la estocada terminal a la endeble unión. El presidente Ricardo Martinelli, sobre las 3:00 p.m., destituyó a Juan Carlos Varela como canciller, y sus ministros allegados dieron un sinfín de justificaciones.
La decisión llevó al gobierno central a tocar sus más ínfimos niveles de aceptación popular, y a entrar en una crisis política de la que aún no se ha recuperado. Desde entonces, la imagen de Martinelli —según resultados de las encuestas— ha ido en una progresiva caída.
El final de la alianza también ha desatado una guerra entre los partidos exaliados, y que para este 2012 —el año en el que empezará el calendario electoral rumbo al 2014— parece que no se detendrá ni a respirar.