'87% de los panameños considera que los partidos políticos no funcionan bien'

Actualizado
  • 29/07/2023 00:00
Creado
  • 29/07/2023 00:00
La nueva edición del Latinobarómetro destaca que la mayoría de los panameños encuestados busca un gobierno que 'resuelva los problemas', sin importar que no sea democrático
Simpatizantes del partido Panameñista acuden a votar durante las elecciones primarias del colectivo.

Latinoamérica está enfrentando una recesión democrática, afirma la nueva edición del Latinobarómetro, publicada la semana pasada, en el que se destaca que solo el 15% de los panameños encuestados se encuentran satisfechos con los resultados que la democracia ha obtenido para hacer frente a los problemas del país.

“[Panamá es] un territorio propicio para que germine el populismo y el autoritarismo, porque  sus ciudadanos han perdido la esperanza de buen desempeño de sus gobiernos”, anota el informe.

En total, el 83% de la población está insatisfecha con los resultados de la democracia. Este dato coloca a Panamá en el cuarto lugar de insatisfacción, siendo superado únicamente por Perú (91%), Ecuador (87%) y Venezuela (84%).

Esto no significa que el panameño sea indiferente a la democracia, pues Panamá es, junto con Brasil, el único país de la región latinoamericana en incrementar su apoyo a la democracia como forma de gobierno. El país pasó de 35% a 46%, entre 2020 a 2023, en la cantidad de personas que la prefieren como forma de gobierno.

Panamá sigue siendo uno de los países de la región que más respalda la democracia.

La insatisfacción está relacionada con la incapacidad que han demostrado los gobiernos democráticos, para resolver los problemas cotidianos de la población, pues el 53% de los panameños entrevistados aseguran que “no les importaría” que un gobierno no democrático llegue al poder, si resuelve las necesidades de los habitantes.

Otro elemento que está contribuyendo a la insatisfacción que tienen los nacionales con la democracia son los partidos políticos. El 87% de los panameños considera que los colectivos políticos no están funcionando bien. Mientras que, solo el 31% de los locales piensa que no puede haber democracia sin partidos políticos

Un 'no' al autoritarismo

Entre 2020 y 2023, Panamá es el único país de la zona que ha aumentado su rechazo al autoritarismo, con un 14% en 2020 (a favor del autoritarismo), frente a un 13% este año.

En síntesis, el 46% de los panameños encuestados prefieren la democracia, el 33% es indiferente al tipo de gobierno que tenga la nación y solo el 13% ve con buenos ojos el autoritarismo.

Según el estudio, Panamá se sitúa entre los tres países con 'democracias débiles' que han mejorado, entre 2020 y 2023. “Panamá, si bien tiene menos de la  mitad de su población que apoya la democracia, no está en recesión como los otros países,  evoluciona en un sentido positivo”, detalla el documento.

Según el informe, Panamá es la nación que ve con peores ojos que un gobierno controle los medios de comunicación, en caso de que el presidente enfrente dificultades.

Panamá está en el top tres de las naciones que rechazan un gobierno militar (78% de la población).

La corrupción, el principal problema

“El fenómeno más negativo de las democracias latinoamericanas en los últimos años es la  corrupción al más alto nivel”, sentencia el estudio.

En total, 21 presidentes en nueve naciones de la región han sido acusados, condenados o están en prisión por corrupción, siendo los casos panameños el de los expresidentes Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela.

Los personalismos políticos también están presentes. “Un factor recurrente de transgresión a las normas democráticas es que el presidente de la República se considere indispensable para su país y modifique las reglas de reelección a fin de acceder a un nuevo período presidencial, más allá de lo establecido”, afirma el estudio.

A la par de las 20 interrupciones de mandatos presidenciales que se han dado en nueve países de la región y la presencia de presidentes “interinos”, como el caso peruano.

Datos generales

El documento, que contó con 19,205 entrevistas para su realización, alega tener un margen de error de 3.0% en las muestras nacionales y del 1.0%, en el caso de las muestras regionales.

Nicaragua no está contemplada en el análisis “porque no existen las condiciones de seguridad para los encuestadores en la dictadura de Daniel Ortega”.

Uruguay no olvida su 'larga tradición democrática'

Tras entrevistar a más de 19,000 personas de 17 países, un sondeo concluyó que los uruguayos son los segundos en toda Latinoamérica que menos apoyan soluciones autoritarias

EFE

Montevideo

Ubicado en el segundo lugar del ránking de países de Latinoamérica más satisfechos con la democracia y que menos apoyan las soluciones autoritarias, Uruguay no olvida su larga tradición democrática.

Días atrás, la corporación Latinobarómetro publicó un sondeo que señala que a un 28 % de los latinoamericanos le es “indiferente” un Gobierno democrático o uno autoritario, al tiempo que un 17 % prefiere un sistema político antidemocrático a cualquier otra vía.

Durante una rueda de prensa, la directora de la corporación Latinobarómetro, Marta Lagos, habló sobre la particular situación de Uruguay y sostuvo que este “es el único país con capital social suficiente para resistir los embates de un mal Gobierno y evitar populismos o autoritarismos”.

Tras entrevistar a más de 19,000 personas de 17 países, el sondeo concluyó que los uruguayos son los segundos en toda Latinoamérica que menos apoyan soluciones autoritarias, los segundos más satisfechos con la democracia y los cuartos que más rechazan un gobierno militar.

El dos veces presidente de la República por el centroderechista Partido Colorado Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) dialogó sobre este asunto con EFE y aseguró que una explicación para esto es la “larga tradición democrática” que tiene el país suramericano.

“Uruguay tiene una larga tradición democrática que no estuvo exenta de grandes tormentas a lo largo del siglo XIX, como las guerras civiles que llegaron hasta 1904. Pero siempre fueron en nombre de la institucionalidad. Así se generó una fuerte tradición que no logró romper la dictadura que tuvimos desde 1973 hasta 1985”, dijo.

De acuerdo con esto, aseguró que la cultura democrática “se enraizó muy tempranamente” en un país en el que independencia y democracia “fueron sinónimos”.

Por otra parte, Sanguinetti dijo que es “reconfortante” ver que la población siente eso, aunque alertó que “nadie está inmunizado de caer”.

En su misma línea, Graciela Bianchi, senadora del oficialista Partido Nacional, también destacó a EFE la “larguísima tradición democrática” del país.

Asimismo, remarcó la importancia que tuvo el prócer José Artigas por su “bagaje democrático republicano de derechos” como la igualdad y la tolerancia.

Añadió que le genera “orgullo” que Uruguay “tenga esas características”, pero señaló que siempre se mantiene alerta porque en el resto de América Latina “está en la situación exactamente contraria”.

En tanto, Ariel Bergamino, presidente de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales de la coalición de izquierdas opositora Frente Amplio, subrayó que existen motivos que ponen a su país en esa situación, entre ellos la estructura de su sociedad y la trayectoria política e institucional que existe.

Destacó también la tradición democrática y subrayó la importancia de los históricos partidos políticos

Pese a esto, no olvidó que el apoyo a la democracia también cayó en Uruguay y dijo que esta es “una plantita muy delicada que hay que regar”.

Al mismo tiempo, el exvicecanciller añadió que no se trata solamente de votar cada cinco años sino de que las instituciones estén y funcionen.

La religión

Consultado sobre la situación de la región, Sanguinetti dijo que en la región hay “totalitarismos ya consolidados como el de Cuba” y “algunas dictaduras nuevas” como, a su juicio, la venezolana o la nicaragüense.

“Luego nos encontramos con democracias muy inestables y con unos corrimientos hacia los extremos", apuntó el expresidente, quien dijo que para entender esta situación "habría que ahondar en lo en lo sociológico”.

Bergamino, por su parte, dijo que la situación ha mejorado respecto a otros años si se tienen en cuenta algunos hechos ocurridos, aunque enfatizó que queda “mucho por hacer”.

“Creo que hay una democracia que todavía no satisface. Funciona, con luces y sombras, pero funciona. Pero no satisface las necesidades que la población siente como prioritarias", dijo, mientras agregó que este sistema "no es perfecto, pero sí es perfectible”.

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