La ruptura, ganadores y perdedores tras la crisis

ANALISTA

La crisis política que atraviesa el país a raíz de la ruptura de la alianza gubernamental, ha tomado un nuevo giro con la decisión del Presidente Martinelli de someter la propuesta de la segunda vuelta electoral a un referéndum nacional, en lugar de hacerlo a través de una ley. La forma de revertir la propuesta original de pasarla por la Asamblea, deja claro el callejón sin salida en que se metió Cambio Democrático. Ahora, la bancada del CD pretende mantener la segunda vuelta en las reformas electorales, pero sólo será válida si es refrendada por una consulta para reformar la Constitución. Esta derrota política deja a la defensiva al Presidente, a los Diputados y líderes del CD. En el debate sobre la salida de Juan Carlos Varela los voceros del gobierno han dado más de cuatro versiones diferentes sobre la razón de su destitución, reforzando en la opinión pública la percepción que el gobierno está mintiendo. Además, es evidente la pérdida de popularidad del Presidente Martinelli y lo que es peor, su credibilidad como dirigente de la nación se ha visto seriamente comprometida, lo que le da características muy peculiares a esta coyuntura.

Los partidos de oposición y la Sociedad Civil se organizan para enfrentar lo que ellos llaman ‘la defensa de la democracia’, y esto abre un abanico de nuevas posibilidades para la lucha política. Con el posible regreso en los próximos dos meses, de Manuel Antonio Noriega al país, la lucha por la democracia tomará un nuevo impulso. Al gobierno le toca designar cinco nuevos Magistrados en la Corte Suprema de Justicia y el método que utiliza el gobierno para estas designaciones, va a generar un nuevo conflicto político que podría elevar los niveles de confrontación de la sociedad con el gobierno.

ENCUESTA DICHTER & NEIRA

El día lunes 5 de septiembre TVN publicó la última encuesta de Dichter & Neira, que apareció completa el miércoles 7 de septiembre en La Estrella de Panamá. Un resumen de los mismos es el siguiente:

El Presidente Martinelli obtuvo un índice de gestión positiva de 46.4%, lo que significa una caída de 20.5% sobre la medición de agosto que fue de 66.9%. El índice negativo de gestión fue de 51.8% en septiembre contra 29.2% en julio lo que significa un incremento negativo de 22.6%.

Esta es la caída más pronunciada que ha tenido un Presidente en los últimos veinte años. La aprobación de la labor que mide más la popularidad del Presidente, pasó de 62.8% en agosto del 2011 al 42.4% en septiembre del 2011.

Es decir, una mayoría del 55.2% desaprueba la labor del Presidente. Estos números reflejan con claridad la magnitud cuantitativa de la crisis por la que atraviesa el gobierno.

Por su parte, la gestión del equipo de gobierno también sufrió un rudo revés al caer drásticamente en esta última medición al situarse la gestión positiva en 48.8% en septiembre del 2011 contra 60.9% que obtuvo en la medición de agosto, lo que significa una caída estadísticamente significativa de 12.1%.

Sin embargo, en el marco de esta evaluación del Presidente, el punto más sobresaliente es la medición que Dichter & Neira hizo sobre la credibilidad del Presidente al preguntar a los encuestados: ¿Considera usted que la credibilidad del Presidente Martinelli se ha incrementado, se ha mantenido igual o ha disminuido? La respuesta fue que el 61% de los encuestados considera que la credibilidad ha disminuido contra 8.1% que considera que ha aumentado y 28.6% que se ha mantenido igual.

Este tema es el más preocupante para el futuro político de la gestión del Presidente, porque la popularidad se puede mejorar rápidamente y es de esperarse que suceda esto, pero recuperar credibilidad es un proceso más largo y complejo, que exige un cambio fundamental en la estrategia de comportamiento del mandatario desde el punto de vista personal y político. El rechazo a la segunda vuelta se incrementó sustancialmente al pasar de 68.7% en agosto a 79.5% en septiembre. Es decir, 8 de cada 10 panameños rechazan la propuesta del gobierno de la segunda vuelta electoral y cosa similar ocurre con la reelección inmediata que pasó el rechazo de 74.1% en agosto del 2011 a 81.5% en septiembre del 2011.

Si las elecciones fueran hoy, Juan Carlos Varela ganaría la presidencia ampliamente, seguido del PRD Juan Carlos Navarro. Es decir, la crisis generada por Cambio Democrático ha polarizado la contienda política a favor del Panameñismo y del PRD. En una pregunta abierta en donde no corre Ricardo Martinelli, Varela obtendría el 29%, seguido de Navarro con 10.9% y Ferrufino con el 9.2%. Con estas cifras habría que preguntarse: ¿Para qué quiere Cambio Democrático la segunda vuelta electoral, si la misma sólo beneficia a sus adversarios?.

ESTRATEGIA DEL PARTIDO PANAMEÑISTA

La alta dirección del partido Panameñista ha sacado provecho de la crisis actual en doble vía: por una lado, le están haciendo pagar un precio político alto al Presidente y a Cambio Democrático por la ruptura de la alianza, y por otro, han logrado diferenciar efectivamente a Juan Carlos Varela de Ricardo Martinelli, lo que le ha permitido llenar el vacío de liderazgo político que ha dejado el Presidente, con el candidato Presidencial del Panameñismo. Además, en todos los debates políticos de los últimos días han demostrado más coherencia en sus planteamientos y han colocado a la defensiva a los voceros del gobierno y del CD, que han quedado atrapados en mentiras y versiones contradictorias. Mientras esto ocurre, Juan Carlos Varela recorre el país reforzando su liderazgo político. Con miras a la Asamblea, los Panameñistas intentan recuperar a sus Diputados que votaron a favor de la segunda vuelta, en un intento de reducir al mínimo la mayoría parlamentaria a la que aspira Cambio Democrático.

¿QUÉ HACE EL PRD?

El último directorio del PRD decidió recomponer su bancada parlamentaria con el objetivo de no perder ningún Diputado y perfeccionó su estrategia par manejar la actual crisis política por la que atraviesa el oficialismo. Es evidente que el PRD sabe que la coyuntura le favorece en la medida en que logren mantener la unidad y enfilen sus cañones hacia el gobierno. Es decir, veremos un PRD más anuente a cooperar con el Panameñismo en la Asamblea, en los gobiernos locales y en cualquier iniciativa de la sociedad civil que luche por la democracia. Este fin de semana celebrarán las elecciones del frente de la juventud y trabajan en la elaboración de su estrategia para escoger su candidato presidencial.

LA RESPUESTA DE CAMBIO DEMOCRÁTICO

Antes las evidencias demostradas en todas las encuestas, que indican con claridad el alto precio político que está pagando el Presidente Martinelli y Cambio Democrático por el proceso que llevó a la ruptura de la alianza, la dirección de CD ha decidido congelar su propuesta de la segunda vuelta electoral y es probable que finalmente, la lleven al referéndum de las reformas constitucionales. Es decir, han decidido enfriar la confrontación en la Asamblea, mientras monta una campaña para bajarle el perfil a Juan Carlos Varela, mientras que el gobierno en forma acertada, ha decidido volcar todos sus esfuerzos en atender los problemas prioritarios del ciudadano.

SOCIEDAD CIVIL

Los grupos organizados de Panamá comienzan a movilizarse en torno a la lucha por la democracia, a buscar una reforma al código electoral apegada a lo acordado en las reuniones de los partidos políticos y la sociedad civil y a lograr una participación activa en la selección de los cinco nuevos Magistrados de la Corte. Ya comienzan a realizarse reuniones que antes eran impensables, a sonar cacerolas y a movilizarse en las calles. La actitud asumida por los Diputados con respecto a las reformas electorales, abre un nuevo camino para esta lucha civilista. Es de esperarse una mayor movilización y particularmente porque los medios de comunicación se sienten agredidos por el gobierno con la última iniciativa de un Diputado oficialista que propone una escala salarial que impondría el gobierno a los periodistas.

FRENTE AMPLIO POR LA DEMOCRACIA

La dirección provisional de este partido en formación, comienza a participar en la lucha política con un llamado a defender la democracial.

Esta nueva fuerza política tiene más capacidad de movilización en las calles que los partidos y con una buena estrategia de comunicación podrían convertirse en una fuerza alternativa, en medio de un sistema político que pierde credibilidad y que se empantana en luchas estériles.