Más de 5.000 personas, según la policía, y alrededor de 10.000, según los sindicatos, se manifestaron este lunes en Bruselas para pedir a las autoridades...
- 31/07/2010 02:00
- 31/07/2010 02:00
PANAMÁ. Nadie esperaba que una ceremonia en las instalaciones de la antigua Mansión Danté en Calle 50 fuera la ocasión propicia para que Ricardo Martinelli, presidente de la República, se sincerara, admitiera culpas y errores, e incluso dijera estar dispuesto a ‘echar para atrás si es necesario’.
Pero el mea culpa del presidente solo fue escuchado por un minúsculo grupo que fue testigo de los 15 minutos en los que Martinelli se mostró tal cual es.
El presidente reconoció que hubo una falla de comunicación en la divulgación de la cuestionada ‘ley langosta’ y con apariencia de humildad sincera, aseguró que quiere hacer las cosas bien, pero necesita la ayuda de todos.
Con un sosiego poco habitual en él, ofreció una conversación relajada, una copa de champaña y el sushi que oportunamente le servía su salonero particular, que lo acompañó a la recepción.
Alternando bromas con afirmaciones formales y anécdotas, el presidente contó sobre el regalo de cumpleaños que le había hecho al salonero que lo acompañaba. ‘Muéstrales el regalo y cuéntales cómo fue’, le dijo.
El aludido relató entonces que el presidente, al enterarse que estaba de cumpleaños, le preguntó qué quería y cuando él pidió un reloj, se quitó el que llevaba puesto y se lo entregó, un Rolex nada menos que de 8.000 dólares. ‘Si lo empeñas, te mato’, le advirtió en broma.
Poco antes, durante su intervención en la ceremonia protocolar, Martinelli afirmó que su gobierno está dispuesto ‘a echar para atrás y revisar cualquier cosa’.
Empezó descartando el discurso que traía preparado, ‘no voy a leer algo que otro escribió’, dijo.
La charla improvisada comenzó asegurando que la agenda la marcan los medios de comunicación y ‘no el presidente’.
Luego reconoció haberse equivocado muchas veces. ‘He hecho cosas buenas, cosas medio medio y cosas malas y tengo que admitir que me he equivocado y cuando me equivoco, echo pa’ tras’, dijo.
Según Martinelli, no se irrita con las críticas, ‘tomo nota y no quiero demandar a nadie’, agregó explicando a continuación que el incidente ocurrido con el periodista Paco Nadal se produjo porque ‘él había dejado de ser empleado de La Prensa y debe corregir la forma de hacer sus trámites’.
‘Los medios nos dejan solos’, se lamentó Martinelli, ‘necesitamos que nos ayuden, en el tema de la administración de justicia y el nombramiento de magistrados de la Corte Suprema’, agregó. ‘Quiero salir con la frente en alto y seguro de haber hecho lo que creía correcto’, finalizó diciendo el presidente Martinelli.