Líderes indígenas, el legado de la tradición oral de Ngäbe-Buglé

Actualizado
  • 27/08/2023 00:00
Creado
  • 27/08/2023 00:00
Las leyendas de esta comarca recogen a algunos de los líderes que hicieron frente al imperio español y lucharon por la dignidad de los pueblos indígenas de Panamá
La Sagrada Montaña, Cerro Peña Blanca, en donde todavía se rinde tributo a Jirondai en la Comarca Ngäbe Buglé

Según la leyenda de Jirondai, el héroe ngäbe nace de una mujer sola, que aún vivía con su padre pues no se había unido a ningún hombre. Al no estar casada ni tener hijos a los que cuidar, salía a jugar, usualmente columpiándose de una larga vara, hasta que un extraño con un rifle colgado al hombro se le acercó y le dijo: “Yo alzaré mi mano y cuando así lo haga usted quedará preñada. Tendrá un niño y a ese lo llamará Jirondai. Y cuando Jirondai sea mayor, entonces yo regresaré y la llevaré a usted conmigo”.

Luego en la historia, este hombre se identifica como Inu Sulin, deidad que personifica al trueno. Al final de la leyenda no queda claro si esta entidad regresa por la mujer, pero sí se sabe que el niño nacido de esta tiene dos caras, una en la parte trasera de su cabeza y otra adelante, y es llamado Jirondai, quien con su poder logró unir a todos los hombres de su pueblo y llevar a cabo grandes cosas al ser el hijo del trueno.

“De mis ancestros, Quibián y Urracá, conocemos a otros héroes de los que se habla muy poco pero están en los relatos orales de nuestra cultura y uno de ellos es Jirondai, que es uno de los últimos guerreros al que se le adjudica una de las luchas contra el rey Tabasará, que en nuestra lengua recibe el nombre de Mredra”, explica Ubia Üai Jä, poeta y gestor cultural de la comarca de Ngäbe-Buglé.

La leyenda surge en la parte chiricana de la comarca, específicamente en los distritos de San Félix, Remedios y Tolé, y es principalmente transmitida de manera oral de generación en generación, como es de costumbre en esta etnia.

Estatua del líder indígena Urracá, ubicada en la Escuela Normal de Santiago.

El artículo “La leyenda del origen de Jirondai en una versión bocotá de Chiriquí: texto y comentarios”, del lingüista y mitólogo costarricense de origen chileno, Enrique Margery Peña, es uno de los pocos registros escritos de esta historia que también cuenta con la versión original del relato.

Este mismo artículo establece que Jirondai forma parte de un trío de entidades relacionadas al trueno, que incluye a Inu Sulin y Sulabá, considerado el rey del Trueno por la cultura de los indígenas Ngäbe-Buglé.

“Para nosotros Jirondai viene siendo un personaje mítico que se desarrolla en La Montaña Sagrada en el Cerro Peña Blanca, ahí se generó toda la historia [de Jirondai] y en ella hay lugares en los que se llevan a cabo ceremonias, como un patrimonio cultural, que abarcan todo el Tabasará y sus afluentes”, también dice Ubia Üai Jä.

Más tarde en su vida Jirondai logró convertirse en cacique y lideró a parte del pueblo Ngäbe-Buglé, incluso luchando contra los españoles en la época de conquista. Hasta ahora la leyenda de Jirondai sigue siendo contada a lo largo del territorio de la comarca, siendo esta una de las diferentes maneras en las que se rinde honor a este y otros personajes de las historias que forman parte de la cosmología de Ngäbe-Buglé.

De acuerdo con Margery Peña, Jirondai sigue siendo uno de los personajes míticos más importantes de la tradición oral de los ngäbe e incluso cuenta con un distrito con su nombre en la comarca.

Otros héroes de Ngäbe Buglé

Ubarragá Maniá Tugrí fue otro de los líderes indígenas que dejó una marca en la historia y las tradiciones orales de esta comarca. También conocido como Urracá, destacó por su valiente oposición a la colonización española, que duró aproximadamente unos nueve años.

En ese tiempo Urracá logró derrotar múltiples veces a los conquistadores, quienes se encontraban bajo la comandancia de Gaspar de Espinosa, abogado, explorador y militar que más tarde sería designado como el alcalde de Santa María la Antigua del Darién en 1513.

Según Ubia Üai Jä, Urracá es una de las figuras más importantes en la historia de Ngäbe-Buglé debido a la resistencia a los españoles para mantener vivo al pueblo y sus tradiciones.

“No es razón que dejemos reposar a estos cristianos, pues allende de tomarnos nuestras tierras, nuestros señoríos, nuestras mujeres e hijos, y nuestro oro y todo cuanto tenemos, y hacernos esclavos, no guardan fe que prometen, ni palabra, ni paz; por eso peleemos contra ellos y trabajemos, si pudiéramos de los matar y de tirar de nosotros tan importable carga, mientras las fuerzas nos ayudaren, porque más nos vale morir en la guerra peleando que vivir vida con tanta fatiga, dolores, amarguras y sobresaltos”, fueron algunas de las palabras de Urracá a sus seguidores, según registra el teólogo y obispo español, Bartolomé de las Casas mediante un testimonio.

Debido a la amenaza que el líder indígena y sus seguidores representaban para el éxito de la conquista de Tierra Firme, el gobernador de Panamá por parte de la Corona Española, Pedrarias Dávila, ordenó a que se enviara un batallón bajo el mando de Hernán Ponce de León , capturándolo.

Aunque los españoles lograron su cometido luego de invitarlo a entablar negociaciones de paz en Natá de los Caballeros, Urracá logró escapar y reunirse con el pueblo ngäbe para seguir resistiendo a la colonización por varios años más. Otra de las versiones de su escape relata que fue a bordo de un barco español y escapó nadando una gran distancia hasta llegar a la costa para reunirse con sus hombres.

Otra hipótesis confunde a Urracá con El Quibian, mencionado en los relatos de Cristóbal Colón, sin embargo, la tradición oral deja claro que fueron dos personas diferentes, especialmente porque dominaron dos extensiones distintas de lo que ahora es la comarca de Ngäbe-Buglé. La tradición oral indica que Urracá falleció en el año 1535 y fue enterrado secretamente en lo que ahora es Kusapin.

De esta misma manera el pueblo ngäbe cuenta dentro de sus relatos, que la última vez que Urracá habló al pueblo a manera de despedida fue diciendo “nos veremos al concluir la jornada” y luego procedió a internarse en las montañas para continuar su resistencia al imperio español, es lo que recoge el escritor e investigador social Jesus L. Alemancia, en su artículo 'Urracá, señor del viento, la lluvia y el trueno'.

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