Méndez cierra un año serio

PANAMÁ. Carlos Méndez es cosa seria: pasó de admirar a trabajar con Luis Alberto Spinetta, leyenda y raíz profunda del rock latino; de cantar en pequeños bares con pequeñas canciones a llenar el Ateneo de Ciudad del Saber en octubre; de toques íntimos por la zona al mítico The Cavern de Buenos Aires. Cosa seria Carlos Méndez: tuvo un sueño y lo cumplió.

Esta semana se presentará en el Teatro Guild de Ancón pero la cuestión empe zó en 1994, cuando al volver del colegio puso en la radio ‘Secuencia Inicial’ y escuchó ‘Alma de Diamante’, viejo hit de Spinetta. Se preguntó ‘¿qué vaina es esto?’ y averiguó. Ahí se terminó de convencer de lo que quería hacer de su vida. Fue creciendo rodeado de jazzeros, absorbiendo influencias. Llegaron los Beatles y también las raíces populares: salsa, afro y reggae viejo. Así moldeó ese estilo tan particular que sedujo al productor argentino Tweety González -el ‘cuarto Soda Stereo’ y hacedor de discos de Fito Páez y Shakira- y lo colocó en la escena local como el ‘golden boy del rock panameño’.

Hace poco parió ‘Mar’, inspirado en su hija y su país, producido también por González, que comandó ‘De Pie’ y además viajó a Panamá para la presentación en sociedad. Cosa seria: un día le escribió a Tweety un mail presentándose y dos años después trabajan y tocan juntos.

BROCHE DE ORO

Méndez encerraba una promesa que parece estar cumpliéndose. El 2012 fue un año consagratorio: tocó con Jorge Drexler, terminó el disco y cosechó todos los elogios. Hoy él mismo lo reparte en su carro y lo entrega en mano, ante la consternación de los fans.

También se animó a actuar en la obra más divertida del año, ‘Vamos a darnos con todo mi amor...’. ‘Fue un debut sorprendente’, cuenta el director, productor y actor Winnie T. Sittón, responsable de la iniciación. ‘Poco a poco se fue soltando y explorando la escena hasta tripeársela por completo. Yo creo que está listo para alguna peli’, dice.

Él parece no enterarse de lo que todos ven en él: ‘Fue un año muy bueno. Pero trato de no creérmela. Es importante para mí actuar de manera agradecida y pensar en el próximo disco y las posibles giras del año que viene’, dice como si todavía fuese el chico que iba al colegio que acumulaba ganas.

Por eso será que todos queremos mucho a Méndez y que importantes marcas pusieron la mirada en él. Heineken, por ejemplo, que promueve festivales, artistas, eventos culturales y de moda en todo el mundo, decidió este año acompañarlo y generar espacios para que pueda mostrar su trabajo. Lo mismo Adidas.

Allí estarán el jueves 13 de diciembre, cuando este chico cierre el año en la exquisita intimidad del Teatro Guild de Ancón. ¿Y el 2013 qué? El Festival Verde y giras. El deseo de un nuevo disco. Cosa seria este Carlos Méndez: todavía amontona sueños.