Carlos Iván Zúñiga y el movimiento de abogados independientes

Actualizado
  • 13/04/2024 00:00
Creado
  • 12/04/2024 16:07
Un dirigente fundador de ese movimiento fue el Dr. Carlos Iván Zúñiga Guardia, quien en 1964 fue elegido diputado por el Partido Socialista de Panamá

El Movimiento de Abogados Independientes surge en la década de 1970 del siglo XX. Sin embargo, los orígenes de esa histórica organización panameña tienen sus antecedentes varias décadas antes, ya que los actores principales de dicha agrupación habían actuado en la vida política y en la lucha nacionalista durante muchos años.

Un dirigente fundador de ese movimiento fue el Dr. Carlos Iván Zúñiga Guardia, quien en 1964 fue elegido diputado por el Partido Socialista de Panamá. En ese año era el secretario general de dicho partido y el abogado del Sindicato de Trabajadores de las Bananeras, que él ayudó a fundar en la provincia de Chiriquí en 1960, de allí su liderazgo provincial. Para esa época ya se había destacado nacionalmente como dirigente y presidente de la Federación de Estudiantes de Panamá y de la Unión de Estudiantes Universitarios en las luchas nacionalistas en contra del convenio de bases Filós-Hines en 1947, luchador civilista en 1949, en defensa del gobierno legítimo de Daniel Chanis, frente a la arbitrariedad militarista del coronel Remón Cantera; defensor de la institucionalidad democrática en 1951 al oponerse a la arbitraria derogación de la Constitución de 1946, fue viceministro y ministro de Educación (a.i.) por el Frente Patriótico, durante el gobierno de transición de Alcibíades Arosemena; posteriormente, secretario general de la Alianza Civilista, unión de partidos que lanzó la candidatura a la Presidencia de la República de Roberto F. Chiari en 1952, la que fue apoyada por el Partido Socialista, el Partido Liberal, el Partido Revolucionario Independiente y el Partido Frente Patriótico, del cual era subsecretario general.

En el cuatrienio 1952-1956 tuvo una destacada participación como diputado nacionalista y popular del Frente Patriótico, y fue defensor en la Asamblea, de la inocencia del presidente José Ramón Guizado, acusado del homicidio del presidente Remón Cantera en 1955. Desde la Asamblea Nacional anunció su repudio al tratado Remón-Eisenhower, por permitirle a Estados Unidos la instalación de la base militar en Ríio Hato y por los escasos logros alcanzados por Panamá en dicho tratado.

En el período 1956-1960 promovió la nacionalización del Canal de Panamá, aspiración que había señalado como objetivo nacional desde 1945, en la revista estudiantil Alumni. En Chile y Perú, donde realizó estudios de posgrado desde 1955 hasta 1958, postulaba entre los partidos socialdemócratas de América Latina las aspiraciones patrióticas de la juventud panameña en el tema canalero. En la provincia de Chiriquí, en 1959, funda el Movimiento Agrario Nacionalista, exitoso Partido Político Provincial que postula como objetivo la nacionalización del Canal. Para esa época el Frente Patriótico había dejado de existir por pugnas internas, y el único partido nacional con afinidad ideológica y que había participado en la Alianza Civilista en 1952, era el Partido Socialista de Panamá.

En 1961, liderando a un grupo de jóvenes intelectuales, se inscribió en dicho partido político. En 1964, la Convención Nacional del Partido Socialista de Panamá lo elige secretario general, reemplazando el liderazgo de su fundador el Dr. Demetrio Porras. Escribía en los diarios artículos nacionalistas, como lo venía haciendo desde 1948 y dictaba conferencias patrióticas como catedrático universitario, en el periodo 1960-1964. El 17 de enero de 1964 publicó el ensayo titulado “Raíz histórica de nuestra causa”, que redactó durante los sucesos de enero de ese año.En la Asamblea Nacional, en el cuatrienio 1964-1968, fue el gran tribuno popular.

Fue célebre su discurso patriótico en 1965, que tituló “El panameño, su vocación de libertad y las negociaciones”. Propuso como día de duelo nacional el 9 de enero; rechazó los proyectos de tratados de los años 60, ya que, además, no resolvían las causas de conflicto entre ambos países; presentó el proyecto de resolución que rechazó los proyectos de tratados en la Asamblea Legislativa permanente y lideró la opinión pública nacionalista. Durante casi dos meses disertaba en radio El Mundo, dos horas diarias todas las mañanas para rebatir los argumentos de los defensores de los proyectos de tratados conocidos como los 3 en 1.

En el diario La Hora se resumían sus disertaciones diarias y en la Asamblea Nacional se convirtió en el vocero popular que demostró que los proyectos de tratados no alcanzaban los objetivos de las luchas nacionalistas del pueblo panameño. En la Conferencia Interparlamentaria Mundial, celebrada en Lima en septiembre de 1968, representó a Panamá. Allí proclamó en el Senado del Perú, que “los panameños, al igual que Túpac Amaru, no queremos que se roben las mieles de nuestros panales.” Años antes, en 1965, en la conferencia de fundación del Instituto Latinoamericano de Ciencias Sociales y Políticas celebrada en Perú, propuso una resolución de respaldo a la causa nacionalista panameña. En diciembre de 1968 fue encarcelado por tres meses por la dictadura militar, cuando era candidato a rector de la Universidad de Panamá. Su encierro se extendió desde el 13 de diciembre de 1968 hasta el 12 de marzo de 1969.

Estuvo encarcelado, según voceros de la dictadura, por “seguridad del Estado”, debido a su liderazgo en las zonas bananeras y en la universidad, dos bastiones de oposición al régimen militar. Fue amenazado al momento de su liberación con el exilio. Cuando salió de la cárcel, su amigo y colega, el Dr. Fabián Echevers, le puso a disposición su estudio jurídico para que asociados ejercieran el derecho. De allí surge la firma Echevers y Zúñiga que se convirtió en el centro propulsor de la resistencia civil y del activismo político que tuvo su eco en el Colegio Nacional de Abogados (CNA) y en el país, en plena dictadura militar. Allí, y en conjunto con otros abogados que se identifican con sus ideales, se inicia el Movimiento de Abogados Independientes (MAI). En ese movimiento, al igual que en el Centro de Estudios Nacionales, en el que también participaba Carlos Iván Zúñiga, empezó a articularse la oposición democrática desde 1973, cuando estaban cercenadas todas las libertades y los partidos políticos se encontraban fuera de la ley. El MAI logra cohesionar a los pocos abogados, que dentro del gremio se atrevían a enfrentar a la dictadura, para promover la democracia y el nacionalismo en el país. Las violaciones a los derechos humanos eran de tal magnitud, que algunos colegas del MAI iniciaron contactos con Amnistía Internacional a fin de crear un movimiento en favor de los derechos humanos de Panamá, el que fue fundado posteriormente.

Durante los años 1974-1978, el MAI lanza anualmente su candidatura para dirigir el CNA, pero por la presión y el clientelismo gubernamental, la directiva de dicho colegio permanecía siempre, por escasos votos, en manos de afectos a la dictadura.

En 1975, el MAI publicó un primer boletín informativo que tuvo como propósito demostrar que en ellos no existía temor para enfrentar la prohibición a la libertad de prensa existente en el país. El documento fue distribuido en las distintas provincias.

El presidente del MAI era conocido como el “eterno candidato”, ese era el Dr. Fabián Echevers, destacado dirigente estudiantil en la década de 1950 y miembro del Partido Socialista, del cual había sido candidato a diputado por la provincia de Panamá en 1964.

Obtuvo su doctorado en derecho en Francia. Había sido catedrático universitario en derecho penal y, al igual que Carlos Iván Zúñiga y ocho catedráticos más, no se reintegraron a la universidad después de la clausura de la primera casa de estudios efectuada por la dictadura en 1968.

El Dr. Echevers junto con Carlos Iván Zúñiga y varios colegas, lograron cohesionar a los abogados opositores de distintas tendencias políticas en torno al único movimiento beligerante que postulaba el respeto a los derechos humanos, para que se garantizaran las libertades públicas dentro de un clima de justicia; promovían la vigilancia de la política exterior, para que el proceso negociador panameño no se apartara de los objetivos nacionalistas y soberanos del pueblo, y postulaba también la participación efectiva del abogado en los cambios estructurales. Cuando la junta directiva del MAI dio a conocer el primer boletín, el 9 de septiembre de 1975, se mencionaron abogados que tuvieron participación destacada en la vida pública.

Como miembros de la junta directiva estaban: Fabián Echevers, Winston Robles Chiari, Natividad Piñango, Guillermo Cochez, Alvin Weeden, Carlos Ehrman, Elsa Méndez de García y Carlos Iván Zúñiga. En el movimiento participaban, además, José Manuel Faúndez, padre, y José Manuel Faúndez hijo, Carlos Enrique Adames Linares, Roque Pérez, Juan Lombardi, Rubén Arosemena Guardia, Manuel García Almengor, Rodrigo Sánchez, Juan Felipe de la Iglesia, Diógenes Arosemena, Carlos Cordero González Ruiz, Joel Medina, Iván Robles Chiari, Joaquín Ortega, Tomás Herrera, Bolívar Dávalos Moncayo, Mario Galindo y Miguel J. Moreno.

El 25 de abril de 1974, a pocos meses de la firma de la declaración Tack-Kissinger, que establecía las bases de las negociaciones de los tratados bajo el gobierno dictatorial, cinco abogados en un acto de valentía se oponen a dichas bases: Carlos Iván Zúñiga, Julio Linares, Mario Galindo, Carlos Bolívar Pedreschi y Miguel J. Moreno.

En enero de 1976 lanzan al exilio a los abogados independientes Winston e Iván Robles Chiari. Alvin Weeden, se asila en la Embajada de Venezuela en Panamá. Los Robles Chiari y Weeden estaban acusados por la dictadura de promover a través de un recién creado Movimiento Cívico Nacional, la sedición contra el régimen.

Los miembros del MAI fueron acompañados en su exilio por otras figuras que también fueron expatriadas: Roberto Eisenman, Rubén Darío Carles, Guillermo Ford, Miguel Antonio Bernal, Alberto Quiroz Guardia, Antonio Domínguez, entre otros. En 1976, Carlos Iván Zúñiga, amigo personal del presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, lo exhortó para que impulsara los verdaderos objetivos nacionalistas en las negociaciones canaleras, así como la apertura democrática y el respeto a los derechos humanos en nuestro país. En 1977, cuando se firman los tratados, el exiliado Leopoldo Aragón, radicado en Estocolmo, que mantenía correspondencia con miembros de la oposición panameña, y que consideraba los tratados como un acto de traición a la patria, se inmoló frente a la Embajada de Estados Unidos, causando revuelo internacional y consternación entre las fuerzas nacionalistas panameñas.

El 21 de septiembre de 1977, el MAI publica el primer manifiesto a la nación, iniciando así el más vigoroso movimiento nacionalista y democrático, que se da en plena dictadura. Desde hacía varios años, Carlos Iván Zúñiga era una figura respetada por los activistas de la oposición interna al gobierno. Incluso se podía decir que lideraba, asesoraba y era consultado por los representantes de todas las corrientes políticas opositoras, muchas de las cuales participaban en el movimiento.

En la primera mesa redonda donde se dio a conocer la posición de los abogados independientes ante los tratados, sus argumentos irrebatibles por su coherencia histórica y su alto sentido patriótico lo convirtieron en la voz que lideraba el movimiento de rechazo a los tratados.

Esa postura intransigente ante las conductas desacertadas del gobierno, ya la había externado en 1976, ante el informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos que recogió las graves violaciones de derechos Humanos en el país.

En esa ocasión la dictadura preparó un programa de televisión controlado por figuras del gobierno e intentó desvirtuar el informe, pero la participación valiente de Carlos Iván Zúñiga, en dicho foro, no pudo ser acallada en ese primer programa televisado en directo que tenía por primera vez la participación de un opositor.

En su intervención dejó en evidencia las claras violaciones a los derechos humanos en Panamá, reclamó el retorno de los exilados a sabiendas que, con el temperamento arbitrario de los gobernantes, él podía ser expatriado en cualquier momento, al igual que decenas de compatriotas que ya eran víctimas de la arbitrariedad gubernamental.

Por su reconocido liderazgo, cuando se presentaron los nuevos tratados al país, se destacó de inmediato como vocero nacionalista en contra de los mismos. Las concentraciones nacionalistas en Santa Ana, las mesas redondas y las pocas apariciones televisadas que permitía la dictadura, en lo que denominó Carlos Iván Zúñiga “el veranillo democrático”, fueron creando conciencia patriótica y fortaleciendo su imagen opositora a los tratados y a la dictadura. El día 17 de octubre de 1977, el MAI rebate los argumentos de los defensores del tratado y expresa en su segundo comunicado las 14 razones por las cuales se debe votar NO en el plebiscito del 23 de octubre de 1977.

La campaña contra los tratados, desde una perspectiva nacionalista, intentaba utilizar todos los medios de difusión posible, a pesar de la millonaria campaña publicitaria del gobierno que promovía el apoyo a los tratados. En la revista Diálogo Social, uno de los pocos medios que daban cabida a los opositores, pero de escasa difusión, se dieron a conocer las opiniones de los abogados independientes y del Dr. Carlos Iván Zúñiga.

El MAI solicita al presidente depuesto en 1968, Dr. Arnulfo Arias, que se pronuncie sobre los tratados y este respalda la posición asumida por los abogados independientes y rechaza los tratados. Los exiliados en Miami, que organizaron en el exilio el Partido Socialdemócrata, y varios de los cuales pertenecían al MAI, prepararon un estudio comparativo de los proyectos de tratado de 1967 y los de 1977.

Los exilados radicados en México como Miguel Antonio Bernal y en Venezuela como Gonzalo Menéndez Franco, Guillermo Rolla Pimentel, Alberto Quiroz Guardia, y Thelma King, entre otros, también emiten sus criterios en rechazo a los tratados. En Panamá algunos grupos estudiantiles se oponen a los mismos: Vanguardia Popular, Círculo Camilo Torres y el FER., entre otros. Terminado el proceso plebiscitario, el MAI preparó el comunicado N°3, el 25 de noviembre de 1977, el cual no fue publicado en ningún medio de comunicación por prohibición de la dictadura. El 22 de marzo de 1978, el Centro de Estudios de Problemas Nacionales, expresa su opinión sobre los tratados Torrijos-Carter.

En este organismo participaban miembros del MAI y otras figuras que se oponían a los tratados. La junta directiva y la consultiva estaban integradas, entre otras, por las siguientes personas: Osvaldo Velásquez, Manuel García Almengor, Diógenes Arosemena, Ricardo J. Bermúdez, Roque Pérez, Carlos Enrique Adames, Anel Beliz, Antonio González Revilla, Rubén Arosemena Guardia, Samuel Levy, José Manuel Faúndez y Arrigo Guardia. El 14 de junio de 1978, el MAI envía una carta a los presidentes latinoamericanos que visitarían nuestro país.

Ese mismo día se funda el Movimiento Independiente Democrático (MID) que surge de la alianza entre miembros del MAI y de figuras opositoras que no eran abogados, pero que seguían los postulados del MAI, con el objetivo de constituir un nuevo partido político El MID, publica su primer boletín el 14 de junio de 1978. Es presidido por Carlos Iván Zúñiga Guardia y el secretario general es Tomás Herrera. Posteriormente, con el retorno de los exilados y con la apertura política que permitió la actividad de movimientos políticos en el país, el MAI respaldó en el CNA al candidato del grupo gremialista, Dr. Cesar Quintero, quien ganó las elecciones contra el candidato gubernamental.

Los miembros del MAI, desde ese momento dejaron la conducción del CNA en los gremialistas y solo participaban en el colegio a título personal. Años después, otra generación de abogados, sin vínculos con el MAI retomó el nombre con el propósito de participar en las actividades gremiales del colegio. Los miembros del MAI integrados en el MID se fusionan posteriormente con el Partido Socialdemócrata de Panamá, formado en el exilio y se funda el Partido Acción Popular. En ese período histórico, los miembros del Movimiento de Abogados Independientes eran de los pocos ciudadanos que abiertamente se atrevían a enfrentar al régimen militar, que la sociedad democrática panameña está en deuda con estos panameños que levantaron, en una época de oscurantismo y de temor, la bandera de la democracia y la dignidad nacional. Considero que deben ser reconocidos por su gran valor cívico y promovidos como ejemplo para nuestra sociedad. Por razón de lo expuesto he elaborado esta compilación de documentos y este recuento histórico.

Publicado el 26 de mayo de 2017, Blog Camino Abierto

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