'Nimona', un viaje de héroes y villanos salvado por Netflix

Luego de ser cancelada por Disney al estar un 75% terminada, Netflix y Annapurna Pictures salvaron el proyecto de la escritora ND Stevenson que cuenta la historia de Nimona, una joven que puede cambiar de forma desde una pequeña niña hasta un enorme dragón que escupe cereales en vez de fuego; su límite es su imaginación y vive día a día siendo ella misma y haciendo frente a una sociedad que la ha tachado de “monstruo” por sus poderes. A ella se une el caballero Ballister Boldheart, quien el mismo día de su nombramiento como caballero de la reina Valerin (Lorraine Toussaint), es inculpado falsamente por la muerte de la misma de forma misteriosa durante la ceremonia, y eso tan solo en los primeros minutos de la cinta.

Desde el principio, los directores Nick Bruno y Troy Quane dejan en claro que Nimona no busca ser un típico “viaje del héroe” ni transformar a la joven en una ciudadana modelo como una princesa o una defensora implacable del reino, sino que destacan a sus personajes por sus imperfecciones y el espejo que representa Nimona (Chloë Grace Moretz) para Boldheart (Riz Ahmed), quien lo impulsa a expandir su mentalidad de milicia y ver que no todas las personas son realmente lo que la sociedad piensa de ellas.

Cabe destacar que una de las razones por las cuales Nimona habría perdido el sello de Disney a través de Blue Sky, fue la clara inclusión de una pareja del mismo sexo encontrada en Boldheart y el caballero de brillante armadura dorada Ambrosious Goldenloin (Eugene Yee Lang), quienes confiesan su amor por el otro en la cinta antes de la ceremonia de nombramiento de Boldheart. Esta inclusión, sin embargo, se mantiene en segundo plano del viaje del caballero de brazo metálico, quien debe buscar la manera de limpiar su nombre y dejar de ser visto como un asesino para recuperar su libertad y su vida.

Es entonces cuando entra Nimona con sus poderes metamórficos, todos en un vibrante color rosa viejo que pinta su cabello, sus ojos y sus transformaciones. A diferencia de Boldheart, Nimona vive el día a día vista como una amenaza latente para el reino y sus habitantes debido a su poder de transformación y a la historia oculta de por qué Gloreth, la heroína del reino, había alejado a los “monstruos” del resto de la población años atrás.

En un mundo híbrido entre lo medieval y la tecnología futurista, la trama de este sci-fi de fantasía se centra en la búsqueda interna de la identidad, por parte de Nimona quien debe afrontar una vida de rechazo, y a Boldheart que debe decidir si definirse a sí mismo o continuar con los valores aprendidos por generaciones. “¿Y si siempre hemos estado equivocados?”, se pregunta a sí mismo tras conocer la capa interna de Nimona más allá de su anárquico carácter.

Además de los cambios realizados a la historia original de Stevenson, la cinta hace hincapié en el viaje de Boldheart y su desesperación por obtener aceptación de la misma institución en la que creció, pero que nunca lo abrazó como él esperaba. Por su parte, Nimona también añora la cercanía de un amigo, dado que su soledad de años la empujó a ser detestada por los habitantes del reino y mantenerse lejos de ella.

Pero Nimona no continúa con la nueva tendencia de cintas de animación cuyos antagonistas son traumas familiares y problemas emocionales sin resolver, claro, los hay, pero no son el villano abstracto de la historia, sino que ese papel es tomado por la fría, calculadora y tradicionalista Directora (Frances Conroy), quien busca mantener a Boldheart al margen por su origen fuera de la élite, así como destruir a Nimona y su conexión con los “monstruos” más allá del muro que rodea la ciudad y los “protege”.

La Directora es un villano sólido, que maneja de forma natural sus giros dramáticos y su motivación despiadada y trastornada de lo correcto y lo malvado. Manipula, de forma tiránica y elegante, a toda una armada para asegurar el futuro de su visión para el reino tras la misteriosa muerte de la reina, y no es sino hasta cerca del final que vemos hasta dónde llega su maldad y sus ansias de poder.

Las problemáticas sociales se levantan en la discriminación, la falta de empatía, una sociedad que vive aterrorizada por un cambio de mentalidad necesario para mantener la armonía y recuperar la humanidad en las futuras generaciones. También apunta como pilares a la falta de aceptación y el clásico temor de no encontrar el lugar al que cada uno pertenece, y luchar para hacerse de un lugar en el mundo que continúa en evolución constante.

En su estilo de animación, Nimona se aleja de lo convencional, con fondos que parecen menos pulidos y con detalles en lugares inesperados –como brillos añadidos a los reflejos de las hombreras en las armaduras de los guerreros–, creando un espacio vibrante y original en cada aspecto. Su uso de la animación 2D combinada con técnicas de iluminación y dibujo plano se asemeja al estilo aplicado de Disney en la serie Rapunzel's Tangled Adventures (Disney Plus) donde las texturas de los fondos y vestimentas resultan más llamativas que las de los personajes en sí mismos, pero funciona de forma congruente con el ritmo frenético que se mantiene con Nimona, sus ojos brillan, sus dientes afilados resplandecen con la luz y sus cambios de forma resultan graciosos y sorprendentes de principio a fin.

Pese a sus inicios rocosos, Nimona logra destacar como una de las cintas de animación de mejor humor en esta primera mitad del año. Una historia fresca sobre ser fiel a nosotros mismos, quedarnos con quien nos ame como somos, y –sin intentar empujar ninguna opinión– recordar lo importante que es transformar lo que nos rodea en algo positivo y armonioso dentro de lo posible.