Así se vivió el emotivo funeral del papa Francisco. El evento reunió a mas de 200.000 personas en la Plaza San Pedro, con la presencia de 130 delegaciones...


- 10/02/2024 00:00
«Este camino ya nadie lo recorre salvo el crepúsculo».
Matsuo Basho
No hay reposo, incluso en este viejo espacio de luz
estancia perdida en el tiempo donde todo está en silencio
donde el alma, cansada como los soles que se inmolaron para negarnos el día,
renace del agua purpúrea de la soledad cósmica y sueña su deriva
errante, melancólica, indiferente, atávica.
¿A dónde viajarán las gaviotas de mi interminable atardecer?
esas que desafiaron el espacio remoto de un azul final e indolente
brotando de la tormenta como flores nebulares de un sueño perdido.
¿Están aquí, vuelan acaso en la poesía que se busca a sí misma, suspendidas
en el celaje inexacto, en el temblor invisible del viento contra la eternidad?
¿Qué haremos ahora que el crepúsculo es también la herida en el terco corazón?
¿Es este el sendero que debemos recorrer para trasmutar el dolor adherido?
¿Qué haremos ahora que el sueño ha muerto en las manos sembradoras?¿
Adónde irán a soñar los lentos peregrinos de los cielos de la mente?
¿En qué océanos de inabarcables edades cósmicas perdió el rumbo mi navío solar?
¿Quién encendió los viejos faros que arden invictos en horizontes insondables?
¿Qué será de mí, arcano navegante, errante en los mundos de la evocación?
¿Dónde descansarán, por siempre heridas, las gaviotas de mi melancolía?
¿Qué quedará, ahora que el dios es mácula en la mano de los misterios?
¿En qué remanso de la memoria se durmió desolada mi esperanza?
¿Dónde está la playa solitaria que aguarda la sal de mis huesos?
¿Alguien escuchará mi lamento en la cósmica eternidad?
¿Hay alguien ahí, en esas distancias incognoscibles?
¿Dónde está la luz que perdí buscando la Luz?
¿Por qué el abismo es el reflejo de la herida?
¿Dónde está el resto de mi vieja bandada?
¿Puede entonces el tiempo sanar las grietas de mi rebelde corazón?
¿Puede acaso el amor ser bálsamo de las heridas del espíritu?
¿Podrán los soles sostener el peso de mi atávico dolor?
Lentamente se cierra el horizonte sobre mi vuelo
la tormenta arde en el crepúsculo y me dejo caer,
por siempre en el abismo de la libertad.