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- 19/12/2014 01:01
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La soprano rusa Anna Netrebko, una de las cantantes líricas más reconocidas internacionalmente, emocionó y enamoró al público en su debut en el Palau de la Música de Barcelona (noreste), donde el miércoles pasado ofreció un recital de arias de Giuseppe Verdi y de compositores veristas.
Con las entradas agotadas desde hace meses, tras haber pospuesto el recital previsto para el pasado 21 de mayo a consecuencia de una enfermedad, Netrebko cumplió finalmente su compromiso con el público catalán con un programa dedicado en su primera parte a Verdi y una segunda que ha incluido piezas de Puccini, Giordano y Cilea.
El amor en sus distintos estados de ánimo vertebró el programa del concierto, vivido desde la esperanza (‘Il trovatore’), el egoísmo (‘Macbeth’), el hedonismo (‘Manon Lescaut’), la pasión y los celos (‘Otello’) o el sacrificio (‘Andrea Chénier’). La soprano escogió un programa con una galería de personajes femeninos en los que, junto a la calidad del canto, es importante subrayar el perfil psicológico de las heroínas, que traslucen fuertes dosis de inocencia, astucia, sensualidad o pasión.
Dotada de una amplia tesitura y color de voz, poderosa y aterciopelada a la vez, la prima donna rusa desplegó sus amplios recursos vocales para dar vida a los distintos personajes que adoptó durante la velada y emocionar a un público más que entregado, que la obsequió con constantes gritos de ‘Bravo’ y ‘Brava’.
El idilio con el público catalán, y también con los muchos aficionados internacionales al bel canto que no quisieron perderse su actuación en el Palau de la Música, se constató con una interminables ovación final y el regalo de tres bises, uno de Yusif Eyvazon (Nessum dorma) y dos arias de Netrebko pertenecientes a las óperas ‘Rusalka’ y ‘Adriana Lecouveur’.