El arte centroamericano, en un libro

Actualizado
  • 05/03/2016 01:00
Creado
  • 05/03/2016 01:00
Hace siete años, el director de la Fundación Rozas-Botrán aterrizó en un evento de arte latino en Nueva York

Hace siete años, el director de la Fundación Rozas-Botrán aterrizó en un evento de arte latino en Nueva York. Cuando analizó las muestras, se dio cuenta que no había ni una sola obra de Centroamérica o Panamá, como si se tratase de una región fantasma en materia artística.

Así nació la inquietud por sintetizar el arte contemporáneo centroamericano en un documento: Entre siglos, arte contemporáneo de Centroamérica y Panamá , el cual se presentó en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC). Entre los asistentes, estuvo la arquitecta Gladys Turner, encargada de resumir en tres mil palabras 50 años de arte panameño.

¿CUÁNDO NACE NUESTRO ARTE CONTEMPORÁNEO?

El volumen cuenta con cinco capítulos. El primero reseña la labor de la Fundación Rozas-Botrán con el arte, y los dos siguientes concentran la historia común de Centroamericana hasta el nacimiento y evolución de las artes visuales contemporáneas. ¿Qué dice de Panamá?

Cuando trataba de buscar las figuras más importantes del arte panameño, la arquitecta Turner pensó en dos ‘visionarios'.

‘El pionero es el que da el primer paso, pero los visionarios son los que ven una dirección, un horizonte', dice. Por eso escribió los nombres de Guillermo Trujillo y Julio Zachrisson.

Pero la historia de arte advierte que los escogió no porque marcaron la pauta, sino porque se dieron cuenta del cambio de temática que abordaba el arte contemporáneo.

‘Por un lado, se fijaron en nuestra herencia ancestral, que sería el caso de Trujillo, y por el otro, analizaron la cultura urbana, subiendo de nivel la producción cultural de las ciudades, específicamente en este caso, Julio Zachrisson'.

El bodegón quedaba atrás. El arte dejaba de ser clásico y se volcaba a la experimentación e interiorización de las raíces. En la década de los ochentas algunos artistas como Aristides Ureña y Manuel Montilla empiezan a ensayar instalaciones, otros se dejan el país para estudiar afuera.

Pero eso no se consolidaría del todo, continúa Turner. Brooke Alfaro y Sandra Eleta serían la punta de lanza de la experimentación al darse cuenta que podían ensayar otros lenguajes.

‘Ya en los noventas se consolida el lenguaje totalmente contemporáneo, en el que se utiliza una gran cantidad de medios y soportes diversos', detalla.

A esto se suman proyectos como la Bienal de Arte de Panamá fundada por Mónica Kupfer y ‘Ciudad múltiple', ‘que dan cabida a la experimentación del arte para pensar sobre la ciudad de Panamá'.

NUESTRO ARTE VISTO AFUERA

El director de la fundación dilucida que la riqueza de nuestro está en la fusión de culturas, desde las influencias orientales y caribeñas hasta el de los tres grupos étnicos prehispánicos.

‘El colorido y la forma geometrizante del arte panameño es diferente, y eso le da un sello único que ha gustado mucho a nivel internacional', dice José Rozas-Botrán, cuya fundación que preside lleva 30 años ayudando a la proyección del ámbito creativo centroamericano y panameño.

El director añade que el arte panameño debe difundirse más, puesto que lo considera básico para el desarrollo de una cultura, y el fortalecimiento de la identidad. ‘Hay que luchar por que se democratice y los panameños puedan llegar a él, que el gobierno y el sector privado apoyen a que haya más promoción del arte, difusión y espacios accesibles a todo el mundo con arte'.

El libro ha sido descrito como un embajador, que puede abrirle puertas a nuestros artistas de la región.

‘A nivel mundial había desconocimiento del arte contemporáneo en nuestra región', dice Rozas-Botrán, agregando que el ejemplar servirá para que el mundo vea ‘que tenemos un nivel cultural riquísimo, y los haga tomar en serio a nuestros artistas'.

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‘El pionero es el que da el primer paso, pero los visionarios son los que ven una dirección, un horizonte',

GLADYS TURNER

ARQUITECTA

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DATOS DEL LIBRO

‘Entre siglos', arte regional para el mundo:

Participaron siete historiadores de Centroamérica

Aparecen reseñados 150 artistas de la región

El ejemplar consta de cinco capítulos

Hay un libro de consulta disponible en la Biblioteca Nacional

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