Cinta rosada, presente los 365 días del año

Actualizado
  • 13/09/2023 00:00
Creado
  • 13/09/2023 00:00
Faltando menos de un mes para celebrar el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, los expertos de la salud desean crear conciencia sobre la importancia de esta enfermedad en la vida de las personas todos los días del año
El lazo rosa se volvió símbolo de la lucha contra el cáncer de mama desde 1991, con el fin de crear conciencia sobre la enfermedad

Se conoce el mes de octubre como “el mes rosa” por su periodo dedicado a crear conciencia y sensibilizar a la población sobre el cáncer de mama. Sin embargo, este no es el único momento del año en el que se debe alzar la voz ante las personas que padecen esta enfermedad. El pasado 5 de septiembre en el hotel Hilton de Panamá, profesionales de la salud se reunieron para discutir sobre el cáncer de mama y ofrecer a los presentes una visión de las cifras actuales, al igual que el escenario que el tumor brinda en las personas que lo padecen.

Sobreviviente y luchadora

El evento empezó con la participación de Martina Marín, una vencedora y actual luchadora por segunda vez del cáncer de mama. Marín también es miembro de la Asociación Nacional de Pacientes de Quimioterapia en Panamá (Asonapaq) y fue diagnosticada con cáncer de mama hace 19 años. Obtuvo su primera cirugía en la mama izquierda y recibió quimioterapia por un año y medio, al igual que 35 sesiones de radioterapia.

“Es un proceso muy intenso, pero si uno tiene mucha fe, se hace amigo de la enfermedad, si uno tiene una disposición de que a lo que se enfrenta es por su bien y tendrá una nueva calidad de vida, uno sale adelante”, expresó.

El oncólogo Omar Castillo Fernández advirtió que las cifras de cáncer y del cáncer de mama como tal, aumentarán en los próximos años

“Siempre dije 'Yo sí puedo'. Tomada de la mano de Dios, en unión con mi familia y pensando que en aquel momento mi hijo solo tenía siete años, aprendí que sí podía salir adelante, y que cada paso que diera, debía ser firme”.

Después de 19 años, Marín empezó a sentir malestar y fue diagnosticada, por segunda vez, con este cáncer. “Estoy aquí nuevamente dando la batalla como amiga de la enfermedad. Soy una gran guerrera, luchadora y peregrina”, dijo.

“El cáncer es sinónimo de vida, pelear batalla y salir adelante”.

El médico oncólogo Omar Castillo Fernández hizo una presentación sobre el panorama del cáncer de mama, sus cifras actuales, la historia, los tratamientos y factores del riesgo.

Martina Marín luchó contra el cáncer hace 19 años. En la actualidad es miembro de la Asociación Nacional de Pacientes de Quimioterapia de Panamá
Historia

“El cáncer de mama es una enfermedad que ha tenido una evolución histórica desde los antiguos egipcios. No es algo nuevo ni con pocos años de estar presente en el mundo”, informó el profesional de salud al comenzar su presentación ante los presentes.

Fernández explicó que los egipcios documentaron por primera vez el caso y el procedimiento contra tumores en la mama en el papiro ahora nombrado Edwin Smith Surgical Papyrus, el cual fue escrito alrededor del 3000 al 2500 a.C.

De ahí fueron varios científicos y profesionales de la salud quienes comenzaron a dar teorías sobre el origen y definición del cáncer de mama, proponiendo procedimientos quirúrgicos para tratarlo. Durante el primer siglo, los médicos romanos trataban los tumores extrayendo el músculo pectoral en su totalidad con un cauterio caliente y sin anestesia.

En 1882 se introdujo la mastectomía radical y en 1930 se sugirió una cirugía más limitada seguida por radioterapia. Luego de años de investigación, en 1956 se presentó un hito histórico con el uso de la quimioterapia en el tratamiento de cáncer.

En 1991 se organizó una carrera para recaudar fondos y seguir ayudando a combatir el cáncer de mama. Como insignia se le brindó a cada participante un listón rosado aludiendo a lo femenino y desde entonces se utiliza este símbolo para representar la lucha contra el cáncer de mama.

Cifras

“El cáncer de mama es un problema global”, aseguró Fernández. “Países desarrollados como Australia, Estados Unidos e Italia son aquellos que poseen mayor incidencia, mientras que las áreas subdesarrolladas que presentan altos casos de mortalidad son la región del África subsahariana, Argentina y Venezuela”.

Según Statista, hay 2,3 millones de casos de cáncer de mama a nivel global.

“La carga de cáncer en el mundo va a aumentar en los próximos años”, aseguró el oncólogo. El Índice de Desarrollo Humano presentó en su data que habrá un incremento en incidencia y mortalidad del cáncer de mama de 2020 a 2040.

“Estos aumentos en mortalidad ocurrirán en países con niveles de desarrollo humano bajo”, apuntó el profesional de la salud.

La revista estadounidense BMC Public Health señaló que se espera un aumento en los niveles de mortalidad por cáncer de mama en Latinoamérica para 2030 sobre todo en Uruguay, Argentina, Venezuela, Cuba y Paraguay. Dentro de este índice, en una lista de 17 países, Panamá ocupa la décima posición.

Se calculan alrededor de 1.300 casos nuevos de cáncer de mama anuales en el istmo, y son las provincias capital, Chiriquí y Panamá Oeste los lugares donde más casos se reportan.

Factores de riesgo y su impacto

Según Fernández, el cáncer de mama se puede dar por factores asociados y no asociados al estilo de vida. En el primer caso se refiere al sexo, la edad, los antecedentes familiares, los factores menstruales y reproductivos y la terapia de reemplazo hormonal.

En el caso del sexo, el experto explicó que a pesar de ser las mujeres quienes mayor número representan, los hombres, aunque son menos del 1% global, también pueden padecer la enfermedad. En la edad, son las mujeres mayores de 50 años las más propensas en evidenciar este tumor maligno, aunque existen aquellas de 40 años que también pueden sufrirlo.

En el caso de los antecedentes familiares, Fernández explicó que tener un pariente diagnosticado eleva las probabilidades de cáncer de mama en las siguientes generaciones dentro del núcleo.

“También existen factores asociados al estilo de vida como el etilismo y el sedentarismo”, agregó. La obesidad aumenta los casos un 25%, mientras que las mujeres que se ejercitan de tres a cuatro horas por semana, reducen padecer cáncer de mama un 30%-40%. Las dietas altas en grasa también contribuyen a elevar las probabilidades, ya que se producen altos niveles de estrógenos que estimulan el crecimiento de los cánceres de seno.

Biología del cáncer de mama

“La mayor parte de los casos de cáncer de mama son esporádicos”, afirmó Fernández en su presentación. Aun así, existen otros dos casos en que el cáncer puede presentarse. Además de algo esporádico, el tumor puede ser familiar o hereditario.

“El familiar se da cuando algún pariente padece de la enfermedad, pero no existe un patrón específico el cual los médicos puedan seguir. En este caso, el cáncer se salta generaciones y no es tan preciso. En el hereditario se involucran mutaciones de genes como el BRCA1 y el BRCA2, pero esto se presenta en menos del 5% de los casos”, explicó.

“Al ser portador de una mutación, se tiene el 50% de probabilidad de pasarle este gen a algún familiar”, agregó.

El BRCA1 y el BRCA2 son los nombres con los que se conocen dos genes asociados al cáncer de mama hereditario o familiar. Todos poseen dos copias de estos genes en todas las células del organismo, y cuando no están mutados, sirven para evitar que la célula se vuelva cancerígena y prolifere incontroladamente.

El abordaje clínico

El oncólogo explicó que los profesionales utilizan un sistema estándar para describir los resultados y hallazgos de los mamogramas. Este sistema llamado Birads (Breast Imaging Reporting and Data System en inglés) clasifica los resultados en categorías numeradas de 0 a 6, siendo 0 un estudio que necesite más información para dictaminar un diagnostico certero y 6 la confirmación de un cáncer maligno en el cual se deben tomar medidas.

Una vez se tenga un diagnóstico, los profesionales deben decidir qué proceso seguir. Dentro de las opciones se encuentran la cirugía, la quimioterapia, la terapia hormonal, la terapia biológica y la radioterapia.

El mito del autoexamen

Para concluir, Fernández resaltó la falsa información que existe en cuanto al autoexamen. “Por lo general este siempre es el eslogan de los centros de salud, pero el autoexamen de mama no es un tamizaje para detectar el cáncer de seno y no salva la vida de nadie”, expresó.

Con esto agregó que el examen adecuado es la mamografía, la cual “se debe hacer a partir de los 50 para detectar cualquier anomalía posible”.

“Las cifras de cáncer y del cáncer de mama están aumentado y necesitamos crear consciencia no solo en el mes de octubre, sino los 365 días del año, y no solo en los centros de salud, sino en la sociedad y el gobierno. Se deben reducir las cifras e incluso llegar a tratarlo algún día como cualquier enfermedad que pueda obtener una cura segura”.

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