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Danilo Pérez: La innovación es parte de nuestra identidad
- 09/01/2022 00:00
- 09/01/2022 00:00
Mañana dará inicio la décimo novena edición del Panama Jazz Festival (PJF), cuya programación requirió, debido a las circunstancias de la pandemia, de cálculos milimétricos y la proyección de una infinidad de escenarios. Una cita que no contaba con los efectos altamente contagiosos de una nueva cepa del virus que ha tenido al mundo entero en vilo, pero también una cita que mantiene su entusiasmo por congregar nuevamente de manera presencial a una buena cantidad de músicos nacionales e internacionales. Por celebrar un género musical del que los panameños han formado parte desde sus inicios.
Con el transcurrir de los años, el interés tanto de músicos internacionales como panameños, por participar en el PJF ha ido en aumento. Este aumento se ha dado sobre todo en los nacionales porque año tras año, “del festival ha salido mucho talento joven, mucha gente nueva”, reconoce Danilo Pérez, creador y director musical del PJF.
Y este año, tomando en cuenta la situación de la movilización, se presentó una gran oportunidad de destacar el trabajo de músicos locales que estarán participando en las diversas actividades y programas que alberga el festival, aunque esto no significa que haya decrecido el interés y la participación de músicos extranjeros.
“Debimos tomar en cuenta muchos elementos, ver cómo, si pasaba algo y teníamos que reducir, el hecho de no poder tener una cantidad mayor de gente en el escenario, y fueron muchos más detalles que lo usual y obviamente creo que fue el momento correcto, para hacer esta programación porque hay grandes talentos que se han estado formando en 19 años de festival, es increíble ver muchachos que crecieron con este evento y hoy son profesionales y están listos, ¡vieras el nivel que hay!”, asegura. Nosotros atendemos 250 estudiantes, pero hay otro montón de muchachos que son producto del Panama Jazz Festival puro y tienen proyectos, ideas interesantes; estoy muy impresionado”, cuenta.
“Tenemos una cantidad de grupos panameños jóvenes, muchachos que están tocando, pero maravilloso, y este año se ha potenciado más esa visibilidad por el fenómeno de que tenemos espacios”, explica Danilo. El Hotel Wyndham albergará algunas presentaciones, mientras que los jam sessions se realizarán en espacio abierto, en el parque Centenario. También está el escenario de La Plaza en Ciudad del Saber y los conciertos principales en el Teatro Ateneo, también en CDS.
Y fue un buen momento para aterrizar una propuesta que desde hace algún tiempo se quería llevar a cabo: el retorno a los escenarios de Solinka. En fin, “este año, todo el mundo está comprometido con este momento y sobre todo los artistas panameños que han demostrado mucho apoyo”, afirma.
Los escenarios y las formaciones han variado, pero la esencia del festival se mantiene. Incluso, algunos eventos se han mantenido en la esfera de los virtual porque algunas agrupaciones internacionales que deseaban participar no podían comprometerse a viajar. Esto también ha favorecido a mantener un público, sobre todo, internacional que creció con las propuestas a través de internet.
Se suman a las clínicas y clases maestras del festival y al Simposio de Musicoterapia, el Primer Simposio de Cultura y Música de los Pueblos Originarios, “una iniciativa que mi esposa Patricia está desde hace rato tratando de llevarla a cabo. La intención es mantenerlo como un espacio donde se va a documentar y se va a generar nuevo conocimiento”, explica el pianista. Una oportunidad de formalizar estos conocimientos que al día de hoy no forman parte de contenidos académicos. “Queremos que el festival abra ese espacio donde los conocimientos de nuestra cultura sean poco a poco formalizados y se investiguen. Nuestro sueño es que lleguen a ser parte de la academia”, agrega.
El concierto de gala, que se llevará a cabo el miércoles 12 de enero presentará a Danilo Pérez, junto al cantante Kurt Elling quienes ofrecerán al público parte del repertorio de su proyecto en común, Secrets are the best stories, producción que recibió el Grammy al mejor álbum vocal de jazz en marzo del año pasado.
“Esta colaboración empieza con una amistad”, establece Danilo. Recuerda que en sus visitas a Chicago, él y Elling siempre se juntaban a “filosofar”. “Creamos una amistad, aunque no habíamos tocado juntos. No lo hicimos hasta que en un homenaje a un promotor de jazz muy conocido de Boston participamos en un grupo él, (John) Patitucci, Terri Lynn (Carrington) y yo. Fue química instantánea”, recuerda.
Elling le manifestó su interés en hacer un proyecto en conjunto a lo que Danilo le respondió “nada más que yo hago unas cosas así bien volando…”. Elling le respondió, “sí, yo quiero ir a esa galaxia”.
Luego de varias reuniones y algunas presentaciones en las que interpretaron algunos standards, entraron en un estudio de grabación.
“Fue un proceso súper creativo, muy abierto, sin muchas ataduras, tratamos de trasladar el espacio de nuestras conversaciones hacia la música y funcionó”, considera Pérez.
El resultado fue “una producción comprometida, con un mensaje de justicia social, que denuncia el racismo, con un mensaje político y el mensaje del misterio que la música tiene. Queríamos que el disco generara preguntas”, destaca.
“Aprendí mucho, sobre todo, que el contexto de una canción exige una banda sonora y tienes que encontrarla”, señala.
Lo que menos se imaginaban ambos músicos es que recibirían una nominación al Grammy y mucho menos que les correspondería el premio.
“Fue una sorpresa. porque es un disco que tienes que sentarte a escucharlo, no es un disco que va a satisfacer las necesidades, por decirlo así, de una comida rápida. No es un disco práctico, es un disco creativo. Él se entregó, salió de su zona de confort y yo también; nos exigimos uno al otro como artistas, porque acompañar a un cantante y mantener tu punto de vista creativo es mucho más difícil. Y lo pude encontrar con él, fue natural. El tipo es genial”, afirma.
Y aunque había interés en presentar el trabajo, no se pudo concretar debido a las limitaciones de la pandemia, por lo que el concierto del miércoles será una buena recompensa.
Danilo Pérez es difícil de encasillar, Cuando completa una faceta, arranca otra completamente distinta. Cuando se lanzó Secrets are the best stories, nadie se imaginaba que el pianista se decidiera a acompañar a un cantante y aunque ahora le llueven propuestas para acompañar a otras voces, tiene entre manos un proyecto completamente diferente.
El pasado viernes fue lanzado el primer sencillo del Proyecto Crisálida.
“Todo artista tiene estas se imagina o visualiza escenarios que pueden parecer de cuento, edificas espacios secretos que representan ese lugar perfecto donde podemos empezar de nuevo, renacer, transformarnos como las mariposas, es como el edén, el lugar que nos permitirá salvar el mundo. Trato siempre de crear esa mística de que vamos hacia allá, a ese lugar que llamo Crisálida”, explica.
Crisálida es también un espacio creativo donde hay colaboraciones, por ejemplo la de la artista plástica Olga Sinclair quien diseño la portada del disco y del fotógrafo Tito Herrera quien se encargó de la fotografía, ambos partiendo de la música creada por Pérez. “Es un espacio donde se conecta la gente pensante y que no solo debe incluir la fotografía y la pintura, sino lo que aporte cada uno desde su especialidad y conocimientos para construir el futuro que anhelan para sus hijos”, dice. Un espacio con influencias de todo el mundo, como lo es Panamá.
Danilo contó con la colaboración de músicos del Berklee Gobal Jazz Institute.
“Entre los músicos de diferentes países empecé a entender que ese es Panamá.
Todo está conectado y en Panamá es muy fuerte esa conexión, nada más que no queremos verlo, es tonto no querer aceptarlo. Además, debemos tomarlo como una fortaleza y no como una debilidad. Es una propuesta natural de una globalización civilizada”, sostiene.
Para Danilo, la innovación es parte de nuestra identidad. Entonces, pues reimaginemos el mundo, pensemos cómo sería si estuviese lleno de pintores, fotógrafos, músicos, gente pensante, gente creativa.
Y es que para Danilo, la música tiene el poder y también el deber de ir más allá del mero entretenimiento.
“No podemos seguir como vamos, ¿hasta cuándo? pasan los años y la música en lugar de lo que siempre ha debido hacer, se ha subyugado a ser una mercancía más del proyecto capitalista”.
Panamá, puede ser mucho más, considera Danilo, “si cada uno asume el papel que debe, asumir esa actitud de visión, de liderazgo, asumir ese papel que tenemos a nivel mundial. Hay que potenciar al país como un lugar de ideas innovadoras pero eso significa que hay que invertir, tener una política cultural mucho más fuerte, invertir más en investigación, en educación… mis hijas me dicen, papá, eres un soñador, pero si no sueñas, ¿qué te toca? Yo no quiero vivir en un infierno, entonces hay que trabajar para hacer un mundo mejor.