Artistas de la deriva

PANAMÁ. Su arte se balancea en el aire, cuelga de las alturas. Son estructuras de madera que giran sobre un eje que se encuentra suspendido, cambian de forma en una búsqueda constante de equilibrio. Cuando se tocan, en la imaginación se roza un tronco que flota entre las olas que rompen en una playa o una pipa caída sobre la arena.

Vestida con una ajustada blusa roja, jeans y chancletas, la artista francesa Valerie Leblet entra en La Casona, espacio alternativo destinado a las expresiones artísticas que se encuentra ubicado en una esquina de la Plaza Herrera. Su vestimenta es tan informal como lo es la instalación, compuesta de troncos y sandalias, que recibe a los visitantes que penetran en la penumbrosa atmósfera del local.

En cierto forma, la exposición “Pacific Driftwoods”, creada conjuntamente por Valerie y su esposo Yves, representa un esfuerzo por parte de los artistas por recrear entre cuatro paredes pequeños escenarios que forman parte del paisaje tropical de Islas Gobernadores, su hogar desde hace tres años. El matrimonio Leblet arribó a esta ínsula, que se localiza en el Golfo de Montijo, a media hora de la costa de Veraguas, luego de errar por varias islas del Caribe, entre ellas República Dominicana, donde realizaron varias exhibiciones.

Con ayuda de los isleños, construyeron su vivienda, utilizando maderas y otros materiales proporcionados por la naturaleza. Ambos artistas se ciñen a los principios de lo que se conoce como “Land Art”, movimiento surgido en la década del sesenta y que busca “hacer intervenciones con la naturaleza”, siempre con la conservación en mente. Tanto ella como su cónyuge, quienes llevan más de 15 años de recorrido en el mundo del arte, emplean materiales como piedras, arenas, conchas, huesos de delfín, conchas y diversas maderas.