Eco Venao, una alternativa a la permacultura en Panamá

Actualizado
  • 30/08/2019 02:00
Creado
  • 30/08/2019 02:00
Este sistema imita la naturaleza para ser sostenible, tener un poblado, comida, estructura, energía, agua y materiales que perduren en el tiempo

¿Alguna vez te has sentado en un restaurante y te has preguntado de dónde viene esta comida? Farm-to-table , de la granja a la mesa, en español. Este movimiento está creciendo cada vez más en popularidad, ya que las personas prefieren saber la trazabilidad de sus alimentos. Un excelente ejemplo de esto es el restaurante Panga en Eco Venao, en playa Venao, provincia de Los Santos, Panamá.

Michael Carter

Llegamos a Eco Venao y estacionamos nuestro carro junto a El Café de Acá, donde nos prepararon una deliciosa taza de café. Michael Carter nos recibió para comenzar el tour de permacultura. La mitad de nuestro grupo prefirió ir a la playa que queda al otro lado de la carretera. En la playa puedes encontrar el surf dojo , si deseas tomar clases de surf o skate. Si simplemente quieres relajarte, puedes acostarte en una de las hamacas mientras te comes una paleta de Paletas Buena Onda.

Michael Carter maneja el proyecto de permacultura, granja y todo lo que eso incluye. Sus padres son expatriados de los Estados Unidos, pero él ha estado viniendo a surfear en Panamá desde los 16 años. Después de graduarse de Florida State University, decide regresar y trabajar en isla Contadora haciendo tours de buceo y snorkeling. Luego se muda a Isla del Rey a trabajar en un vivero. Decide que eso es lo que quería hacer y se mete al Peace Corp para trabajar con agricultores de subsistencia en Paraguay.

Vivió con familias locales y aprendió guaraní. Les ayudaba a diseñar sus granjas para aumentar la productividad. Además, regeneraban los suelos para crecer platas con nutrientes que pudieran vender. Rotaban los cultivos para prevenir la degradación de suelos y reducir la erosión. Participó en un programa de cría de animales para carne, leche o huevos, manejado por el Gobierno de Estados Unidos. Luego de dos años se acabó su tiempo y decide regresar a Panamá para ver granjas. Se enamora del concepto de Eco Venao y empieza a trabajar con ellos.

Permacultura en Eco Venao

Los turistas pueden tomar un tour que demora unos 45 minutos al menos que tengan mucho interés en el tema. Otras personas vienen a hacer pasantías que duran hasta cuatro meses, incluyendo programas de cero basura, conservación de especies endémicas y viveros tropicales.

La permacultura imita la naturaleza para ser sostenible, para tener un poblado, comida, estructura, energía, agua y materiales sostenibles. Actualmente, la agricultura moderna está destruyendo hábitats, mientras que la permacultura debe trabajar con los ecosistemas utilizando recursos locales, flujos de energía existentes con agua, luz y gravedad para crear fuentes de comida autóctonas.

El recorrido te lleva por un bosque, donde siempre se ven los monos aulladores y capuchinos de cara blanca. Luego llegas a un vivero que reproduce las plantas que siembran. Hay muchas flores que atraen a las mariposas y abejas. Incluso producen miel y jabones para Eco Venao. Todas las plantas y árboles están marcados para que los visitantes entiendan qué especie es. Además, tienen gallinas y patos. Venden los huevos y las cosechas a negocios locales, incluyendo el restaurante Panga, que recibe sus productos mediante una carretilla por una soga que cruza el río.

Andrés Morataya

Oriundo de Guatemala, Andres Morataya llegó a Panamá hace unos 10 años, luego de haber tenido una novia norteamericana cuando vivía en Costa Rica. Su hermano abrió un pequeño hotel llamado Casita Margarita, en Pedasí. Se mudaron a Pedasí y se enamoró del lugar. ‘No nací en Los Santos, pero santeño quiero ser', dice Andrés. ‘Pedasí es un pueblo macondiano donde vas al parque en la tarde y ves a los niños jugando, es muy pintoresco, pintado y colorido.'

Hace muchos años quiso ser ingeniero industrial e hizo tres años de la carrera. Pero sentía que no era lo suyo y la abandonó. Su padre le dijo que tenía tres meses para regresar. En vez decidió buscar trabajos random mientras que encontraba su pasión. En Costa Rica trabajó como traductor en la embajada de Estados Unidos y tenía mucho tiempo libre, así que se la pasaba cocinando. Sus amigos lo llamaban cuando iban al supermercado a ver qué ingredientes compraban para que él cocinará. Le encantaba cocinar, así que empezó a tomar unos cursos básicos y aprendió viendo videos en el Internet.

En Pedasí trabajó como el cocinero del príncipe de Liechtenstein hasta que conoce a Tuira Torrijos en uno de sus viajes a la ciudad. Decide mudarse a la capital y empieza a trabajar con Manolo Caracol en el Casco Viejo. Ese trabajo le marcó su vida y le dio su ‘norte gastronómico'. Manolo fue el pionero en Panamá en realmente buscar y utilizar los productos locales y apreciar la cultura. Aún no vende Coca Cola porque Manolo se rehusaba a venderla. Se casó con Tuira y tuvieron dos hijas. La vida en la ciudad era muy sacrificada y ella lo convence de mudarse de vuelta a Pedasí.

En Panga

Su primer restaurante propio se llama ‘Panga', que es un doble sentido de las palabras, ya que estar en panga significa no estar cool y también es un bote artesanal. Sin pangas en Panamá no hubiese pescado ni tantas cosas. ‘Somos un botecito artesanal que no es el que tiene más plata ni inversionistas,' dice Andrés. Este restaurante inició en Venao Cove, pero los dueños de Eco Venao convencen a Andrés que sus intereses están alineados y a principios del 2019 mudan el restaurante a este hotel.

Andrés es famoso, ya que su restaurante ha salido en publicaciones como Condé Nast y New York Times. ‘Mudarse al medio de la nada nos puso en el centro de todo' y literalmente es cierto. Fue nominado en World Restaurant Awards entre 29 restaurantes en todo el mundo que están fuera del mapa.

Lo que hace que este lugar sea tan especial, sin duda es la calidad del producto, los precios económicos y la sencillez del menú. Todos los productos son locales, desde la granja de Eco Venao, hasta la leche de Cañas y el pescado del puerto de Pedasí. En el interior debes crear relaciones humanas para luego crear relaciones comerciales. Como vivió en el sitio por tantos años, lo llaman para decirle qué tipo de marisco tienen para ver si lo quiere comprar. Hacen el queso y el ketchup en casa.

A diferencia de otros restaurantes que son súper elaborados, Panga tiene una cocina honesta. ‘No somos una cocina de puntitos, espuma y lineas', sino presentan comida rica sin tener que hacer un show. El plato más representativo del lugar es el pargo asado en leña con un chimicurri de morringa y chicharrón de escamas. Compra a los pescadores que pescan pescado por pescado y luego se cocina despacio, utilizando el producto entero.

Sin duda que vale la pena visitar Playa Venao y darse una vuelta por Eco Venao para conocer un complejo hotelero y restaurante que creen en ser sostenibles con la comunidad y el medio ambiente.

Visita el sitio https://yodeviajes.com/

Lo Nuevo
comments powered by Disqus